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Número 13º - Febrero 2.001


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ENTREVISTA A MARCO SOCÍAS.
Curriculum de Marco.




Entrevista realizada por Daniel Mateos.

¿Existía alguna tradición musical en su familia?
Mis padres son músicos (pianistas los dos). Tuve un abuelo que hacía cosas de teatro. Yo, como soy el más joven de mi familia, he estado siempre rodeado de música: los conciertos de mi padre, las charlas con mi madre de las interpretaciones, de las obras... y además, siempre he visto a mi hermana (que es mayor que yo) cómo estudiaba piano y solfeo.

Por tanto, si su herencia musical había sido completamente pianística, ¿por qué se dedicó a la guitarra, cómo surgió?
Antes había un primer año de solfeo y al siguiente año elegías instrumento. Mis padres me preguntaron qué quería: ¿piano o guitarra? No se me planteó otra opción, porque con 9 años tampoco era muy consciente de mi elección. Empecé a la vez con el piano y la guitarra, pero al poco tiempo me dio por decir que ya no quería volver al conservatorio porque me gustaba más hacer otras cosas. Tanto la profesora de piano (era María Eulalia Martín) como mi profesora de guitarra hablaron con mi madre y le dijeron que era una pena que no apareciera por clase. Mi madre me dijo entonces que eligiera uno de los dos instrumentos: y yo elegí la guitarra. Seguí estudiando la guitarra con Carmen Gallardo, que me aportó muchísima ilusión para estudiar.

¿Quiénes han sido sus profesores de guitarra?
Empecé con Carmen Gallardo en el Conservatorio de Málaga. A ella principalmente le debo esta ilusión inicial por estudiar y presentarme a concursos. Al terminar el tercer curso de guitarra, ella sugirió que me apuntara a las clases del catedrático Antonio Company porque veía que había avanzado bastante y aprendería mucho con él. Con Company terminé mis cursos en Málaga. Posteriormente he participado en multitud de cursillos y Masterclasses. Si tuviera que nombrar a dos o tres guitarristas de los que me considere discípulo porque han influido en mi visión de la música, nombraría por ejemplo a alguien que hoy en día es el máximo representante de la interpretación de instrumentos antiguos de cuerda pulsada: José Miguel Moreno. En aquel entonces se hacían los cursos de música histórica en Mijas. Me compré un laúd barroco y también picoteé en la música antigua. Su forma de hacer la música, su forma de hablar y de interpretar y sus conceptos me influyeron mucho en aquel momento. También tengo que citar a José Tomás (asistente de Segovia en los cursos de Santiago de Compostela), que ha tenido que retirarse tristemente antes de tiempo de su cátedra en Alicante. José Tomás ha sido uno de los profesores, discípulos de Segovia, que más ha influenciado a nuestra generación de guitarristas. Sin embargo, José Tomás era mucho más abierto de mente que Andrés Segovia: era más "moderno" que Segovia en cuanto a su visión de la técnica y la interpretación guitarrística; no tenía tantos "clichés". Segovia tenía una forma única de ver la música; José Tomás tenía influencias de diferentes músicos y quizás por ello era mucho más permisivo y entendía la música de guitarra de manera más universal.

Y por último, citar a David Russell, que vive actualmente en Vigo. Con él hice muchos cursillos, al principio en Viena, y posteriormente en España.

David Russell influenció en mí sobre todo en los aspectos externos de la música: pulir las frases, cuidar mucho el sonido, etc. Fue un complemento muy bueno a José Tomás, ya que este último se preocupaba más de lo que era el concepto.

¿En la actualidad da cursos o clases?
Actualmente soy excedente de la Cátedra de Guitarra de Málaga. Al principio de mi excedencia estuve estudiando en Colonia con Hubert Käppel. Para mí fue muy interesante salir de España. En estos momentos me dedico a dar conciertos y cursillos en festivales de guitarra (Suecia, Italia, U.S.A., Holanda, Bélgica, etc.); también he trabajado como profesor invitado en algunas academias.

¿Qué es lo que intentas transmitirle a sus alumnos cuando da clases?
Intento transmitirle conceptos fundamentales que van unidos a la manera de hacer la música, de entenderla, y de intentar quitarnos muchos "tics" que tenemos los guitarristas. Aunque todos los instrumentos tienen sus vicios en la interpretación, la guitarra es muy dada a ellos: detalles como acentos donde no son, variaciones en el ritmo, no hacer las frases de manera consecuente, etc. Hemos estado demasiado conectados a la forma antigua de hacer música (tradiciones de hace siglos). La guitarra en muchas ocasiones ha pertenecido a un círculo musical que no ha sido el común a la evolución de otros instrumentos, como un pequeño "gueto" o círculo vicioso en cuanto a la interpretación. Afortunadamente hay mucha gente de mi generación que está intentando salir de este círculo, instando a los alumnos, entre otras cosas, a conocer el repertorio y las interpretaciones de otros buenos músicos tocando otros instrumentos: yo particularmente soy un gran aficionado a la ópera y a Wagner (tendré más de 2.500 CD’s), me encanta el Lied, etc... Ese placer que yo obtengo al oír la música (y no solo la guitarra) es lo que intento transmitir a mis alumnos, de manera que ellos puedan disfrutar con la música en general, y en concreto con la música para guitarra.

Por otro lado, el repertorio de guitarra no es equiparable en calidad al de otros instrumentos. Los grandísimos compositores en la historia de la música no han escrito para guitarra. Un musicólogo podría hablar mucho mejor que yo del porqué, pero yo puedo decir que por los propios orígenes de la guitarra (que se utilizaba como acompañamiento), mas las propias características sonoras de la guitarra, e incluso la posibilidad de hacer armonía en un instrumento que lo puedes transportar sin grandes problemas, han condicionado el tipo de ambiente en que se ha movido la guitarra.

Al hilo de lo que comenta, es curioso comprobar cómo la guitarra (quizás más que cualquier otro instrumento) es muy dada a ser un instrumento para "aficionados" a la música que, aunque no poseen estudios musicales, la tocan. ¿Es la guitarra más fácil que otros instrumentos? (hablando en términos generales)
 
En la guitarra cuando se toca de oído no se suele tocar música clásica: lo que uno hace es acompañar canciones, hacer música popular, etc. y para esto la guitarra es un instrumento muy socorrido por lo que antes he comentado. Pero esto es otra línea. Hacer música clásica con la guitarra es impresionantemente difícil. Para mí la guitarra es uno de los instrumentos más ingratos que existen: por el repertorio que tenemos, por la dificultad del instrumento en sí, por el resultado musical que da con tan pocas posibilidades en cuanto a volumen, etc... aunque sí que tiene otros muchos recursos, por ejemplo recursos tímbricos, la capacidad de hacer el vibrato, y mucho más. La precisión con la que hay que tocar la guitarra para que suene bien no es proporcional al esfuerzo que uno pone: si uno tiene un pequeño fallito en la mano izquierda en un Violoncello, entonces suena desafinado; en nuestro caso, lo más seguro es que suene un ruido, ni siquiera una nota. Con las trompas pasa algo parecido: incluso a los instrumentistas de trompa más famosos les salen "gallos" en los conciertos y eso no se le tiene tanto en cuenta; tener 10 ó 15 picias de notas en un concierto es lo más normal. Sin embargo eso no pasa en el piano, por ejemplo.

¿Cree que un músico necesita salir de España para destacar o progresar?
Creo que hay varios puntos desde los que se puede contemplar esta cuestión. Veamos... la verdad es que en España hay buenos profesores de guitarra. No todos son tan buenos como uno desearía, pero no se puede pensar que por irse a Alemania uno va a encontrar la panacea. A veces creemos que cualquiera cosa fuera de España es mejor que lo que tenemos. Sin embargo, el salir fuera te abre muchas puertas: a nivel personal, aprendes otros idiomas, contactas con otra gente, conoces otras escuelas. Yo he vivido en Colonia y en Berlín, que son dos ciudades muy abiertas y con una tradición musical tremenda. El tipo de conciertos a los que puedes asistir y a las personas que puedes conocer es mucho más amplio: es otro nivel. Para mí supuso mucho el no quedarme en Málaga, aún sabiendo que en Málaga se vive y se come muy bien, el clima es fantástico, y además tiene su movimiento cultural... pero no era lo que yo necesitaba. Yo, como en otras facetas de mi vida, necesito algo que me empuje para ir hacia adelante: prefiero ponerme objetivos cada vez más altos para tener ilusión. El hecho de plantarme en Colonia hace diez años sin conocer prácticamente el idioma, habiendo allí un nivel alto de otros instrumentistas (como por ejemplo Asier Polo, que fue compañero mío en aquella escuela), supuso mucho más para mí que si me hubiera quedado aquí. Además, la decisión de salir de Málaga fue muy meditada; antes no había podido hacerlo por culpa de diversas circunstancias: el servicio militar, la obtención de la cátedra, etc... Precisamente, la cátedra la obtuve con 21 años. Posteriormente esperé los tres años necesarios para que me concedieran la excedencia, y de esa manera viajé al extranjero.

La guitarra es un instrumento arraigado en la cultura popular española, especialmente en la andaluza. ¿Cree que eso de alguna manera ha influenciado en algo a la guitarra actual?
Esto es un tema complejo. Tiene su lado positivo por el hecho de que la guitarra se conozca como instrumento español.

Sin embargo, aquí cuando digo que soy guitarrista, me preguntan: ¿ah, guitarra española? Y respondo: "no, guitarra clásica", lo cual les suena un poco raro. El hecho de que la guitarra esté tan entroncada en la cultura popular hace que haya mucha gente que no tenga muy claro en España que existe también la guitarra clásica a parte de la flamenca.

Háblenos de la influencia del término "guitarra española".
Ya en la época barroca había guitarristas y laudistas en España, Italia, Francia, etc. Pero, posteriormente, el hecho de que Andrés Segovia fuera uno de los primeros que empezó a tocar muchos conciertos a nivel internacional, ha condicionado la vida de la guitarra. Sin embargo, él no fue el primer guitarrista que existió, pero sí el primero que tuvo esa proyección internacional tan increíble; ello unido a que la guitarra de construcción moderna viene a partir del constructor Antonio de Torres, lo que contribuyó a crear el sello de "guitarra española".

Además, tuvimos compositores como: Dionisio Aguado, Fernando Sor, Francisco Tárrega,... pero no podemos olvidar que en otros países como Italia teníamos a Giuliani, Carulli, Carcassi, Legnani, etc.

Lo que se conoce como música española fuera de España es curiosamente música que no está escrita para guitarra: música de Falla, de Granados y de Álbeniz. Falla tiene una única obra para guitarra (el "homenaje a Debussy"), todo lo demás son adaptaciones.

Por tanto, ¿la guitarra debe beber de otros instrumentos porque de por sí no tiene suficiente repertorio clásico?
Particularmente éste es otro de los puntos que yo intento defender en mis conciertos dentro de mis posibilidades. Desde hace ya muchos años sólo toco música originalmente escrita para guitarra. Para mí tocar repertorio de otros instrumentos es aceptar que la guitarra ha sido siempre tan "segundona" con respecto a otros instrumentos, de cuyos repertorios tenemos que echar mano para decir que "la guitarra también puede". Primeramente debemos conocer o reconocer la posición de la guitarra en la historia, y la posición actual de la guitarra. Es como si alguien tiene un trauma: lo primero es reconocerlo, aceptarlo y empezar a trabajar sobre esto; parece que hay como una especie de complejo de inferioridad de los guitarristas. La forma de luchar contra ese complejo es conociendo cuál es la posición real del instrumento y las posibilidades del mismo. Esas posibilidades y eso que tiene de positivo la guitarra es lo que tenemos que presentar los guitarristas concertistas a la gente. Por ello, habría que defender un repertorio original (aunque éste no sea comparable al de otros instrumentos), y también es importante la forma en que defendemos ese repertorio (el estilo) y distinguimos qué obras son las mejores. El problema es que se han seguido interpretando todas las obras desde un punto de vista guitarrístico; yo, por ejemplo, si voy a tocar obras de Fernando Sor, me dedico a escuchar y conocer obras de Mozart, cuartetos de cuerda de Schubert; o si voy a tocar música de Turina, me gusta conocer sus obras para piano, su música de cámara, etc.
Todavía hay mucha gente que interpreta la guitarra como se hacía en los años treinta.

¿Puede aclararnos esto último?
Es como si todo el mundo cantara como cantaba Caruso. Se reconoce que ha sido uno de los mejores cantantes de la historia, pero no por ello ahora la gente canta como él lo hacía en su época. Hoy nadie toca como Fritz Kreisler. Era otra forma de hacer música.
Volviendo a la guitarra, tan grande fue el carisma y la forma de hacer música de Andrés Segovia, que ha marcado una escuela que necesita ser renovada y puesta al día por generaciones más jóvenes.

Es curioso que aunque haya muchos compositores que no componen específicamente para guitarra, sí que hay muchas composiciones para otros instrumentos que intentan imitar la sonoridad de la guitarra ¿Cuál es la posición actual de los compositores a la hora de escribir música para guitarra?
Creo que se debe a que escribir para guitarra requiere tener unos conocimientos profundos sobre este instrumento. Los compositores tienen miedo a escribir cosas que no sean idiomáticas. Quizás es una mezcla del desconocimiento y la dificultad de la guitarra por lo que se produce este hecho. Puede que un repertorio sea tocable pero que la guitarra no reaccione o se adapte al cien por cien a esa escritura. La guitarra está claro que ha sido en este siglo cuando ha dado el gran paso en cuanto a las obras que se han escrito para ella. Desde siempre las obras que se escribían eran las que los propios guitarristas escribían: la figura del guitarrista-compositor.

Sin embargo, en la actualidad los compositores toman consejos de los instrumentistas para escribir música (caso de Britten con Julian Bream). Gracias a eso el repertorio se ha ampliado muchísimo con obras de gran calidad, lo cual ha supuesto un reto a la técnica de la guitarra. A veces se han escrito obras que no eran tan naturales para la técnica de la guitarra, con lo que se han creado recursos nuevos: el mismo concierto de Aranjuez, cuando se escribió, era intocable (o de una dificultad extrema).

¿Entonces, técnicamente no había unificación en la guitarra, no así como ocurría con el piano (la técnica actual es prácticamente la creada por Chopin y Liszt) o con otros instrumentos?
Cuando uno contempla la literatura pianística, observa obras de Liszt que exigen un nivel técnico impresionante. Esto no existía en la guitarra; no es que la guitarra fuera más fácil, sino que las dificultades se iban acoplando a las características propias del intérprete, para ver de qué forma se podían enlazar de una forma equilibrada las posibilidades del instrumento con el gusto del compositor.
El hecho de que, de pronto, en el siglo XX, se haya revolucionado la técnica básica de la guitarra, no es casualidad.

¿Cuál es la mejor escuela para formar guitarristas?
No ocurre como en piano y violín que las escuelas están bien definidas en cuanto técnica o a sonido, porque esto no existe en guitarra. Hoy en día uno puede oír escuelas de países del este o del extremo oriente, pero no por el hecho de que sea una escuela en sí, sino por el tipo de acercamiento al instrumento: el repertorio que se elige, la forma de tocar, etc.
Eso se nota muchísimo cuando se viaja: un español no toca la guitarra como un griego, pero no se puede hablar claramente de "escuelas guitarrísticas". Sin embargo, está claro que hay países que son una cuna de la guitarra por los profesores y el ambiente que poseen. Por ejemplo, en Argentina y Uruguay hay un buen centro musical en guitarra. En España hace unos años hubo un "bajón", sin embargo gente joven actual está llegando a ganar premios internacionales y la guitarra está renaciendo. También son importantes las cunas guitarrísticas que hay en Italia, Yugoslavia y Croacia: curiosamente más en países mediterráneos.

¿Se siente especialista de algún compositor o algún estilo?
Como español viviendo en el extranjero, está claro que hago mucha música española clásica para guitarra: Eduardo Sainz de la Maza, Regino Sainz de la Maza, Emilio Pujol, Joaquín Rodrigo, Federico Moreno Torroba, Joaquín Turina, Antonio José, etc.
Me parece más productivo para la guitarra tocar la "suite de Platero y yo" de Sainz de la Maza que volver a tocar una transcripción de la Danza del Molinero de Manuel de Falla, pieza que ya conoce todo el mundo. Es mucho mejor para la guitarra dar a conocer un repertorio original de buenas cualidades musicales, bien escrito, típicamente español, y que se puede defender con las pautas de interpretación de cualquier otra música "mayor", suponiendo que esta música se considerara menor.

No necesariamente hay mejores compositores en América que en Europa, como alguien podría pensar. Precisamente los compositores americanos más conocidos, son de los años veinte hasta nuestros días. En Europa, en este sentido, tenemos grandísimos compositores como Frank Martin, que como el caso de Ginastera, sólo tiene una obra para guitarra. También tenemos el caso de Benjamin Britten, el cual escribió el "nocturnal" que es una de las obras más relevantes que existen en la guitarra, etc.

¿De sus 6 CD’s que existen en el mercado, de cuál se siente más orgulloso?
Hay varios... el primero que hice como solista, le tengo mucho cariño. Antes había grabado otro como resultado de un concurso, pero en este toco música de Mompou, Llobet y Pujol. También tengo otra grabación con un concierto para dos guitarras y orquesta, donde toco junto a un compositor italiano que vive en Berlín y que dentro de los compositores actuales para guitarra, es uno de los más conocidos actualmente: Carlo Domeniconi. Aquello fue una casualidad porque yo en esa época estaba visitándole en Berlín para recoger una sonata que él me había dedicado, y estando yo allí, recibí una llamada anunciándome de que el estreno de su concierto para la semana siguiente no podía llevarse a cabo porque uno de los integrantes del dúo se había puesto enfermo. Aprovechando que yo estaba allí con él, me aprendí el concierto en dos días, al tercer día hicimos el estreno en un concierto, y al cuarto día estábamos en el estudio de grabación.

Otro CD muy importante para mí fue el que hice con obras de Joaquín Rodrigo. Gracias a ello, tuve oportunidad de conocer al maestro y de tocar para él, incluso le pasamos una copia del disco antes de que saliera al mercado; él me hizo un comentario muy bonito sobre el disco.

También fue interesante para mí hacer el "álbum de Colien", donde la Sra. Honnegger encargó a diferentes compositores obras en distintos estilos/formas para incluirlas en ese album. Los compositores son Tomás Marco, García Abril, Montsalvatge, Enrique Pires, Virgilio Melo, etc. Guste más o menos la calidad de las obras, lo que muestra es la calidad de los compositores de las obras que se escriben para guitarra en la actualidad. Yo las toqué para 18 de los 30 compositores que participaban. Para los que no pude tocar en directo, les mandé cintas y posteriormente hablé con ellos por teléfono, y de esto aprendí muchas cosas nuevas: personalidades diferentes, expectativas diferentes respecto a la música, maneras diferentes de concebir la música, etc. Esto fue un gran trabajo que me vino añadido a mi ritmo normal de trabajo y de clases.

¿Qué futuros proyectos tiene?
Seguir con mis conciertos y grabaciones. Este año es el centenario del nacimiento de Joaquín Rodrigo, por lo que tengo distintos seminarios y cursillos que impartiré acerca de la obra del maestro. En Febrero hago una gira de conciertos por Jordania, Líbano, Chipre, Israel, Viena, curso y concierto en Amberes, vengo a Almería (una de las pocas cosas que hago en España) para participar en un curso, etc.

También tengo programados conciertos en Alemania con obras de Domeniconi.

Dentro de nada tiene que salir un disco mío con una soprano (casa Ópera Tres): Juanita Lascarro, con canciones españolas de Lorca, de Roberto Gerhard, etc.

También tengo un par de proyectos muy interesantes en Berlín: conciertos de Aranjuez; uno al aire libre en la "Gendarmen Markt" y otro en la "Konzerthaus" con la Fantasía para un Gentilhombre de J. Rodrigo, dirigiendo Víctor Pablo Pérez. Para el verano tengo los típicos festivales de música. La verdad es que estoy bastante ocupado. También haré una grabación del concierto de Aranjuez y la Fantasía para un Gentilhombre para Harmonia Mundi, con la Orquesta de Granada y Josep Pons. Igualmente, tengo proyectado conciertos en el Festival de guitarra de Amsterdam, Gira por Dinamarca, varios cursos de verano (Vilaseca, Trofa-Portugal-, Iserlohn-Alemania-, entre otros).