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DELICIAS GLUCKIANAS
Por Pedro
Coco. Lee su curriculum
Ahora es el turno
de Gluck. Después de pasear la faceta italiana más virtuosística del
compositor en varios conciertos durante la primavera y el verano, la mezo
romana Cecilia Bartoli nos regala una grabación que sigue la misma línea
y objetivos del anterior "Vivaldi Album". La presentación es
cuidadísima, con unas fotografías de primera calidad y unos detallados
textos en los que descubrimos que muchas de estas obras están grabadas
por primera vez: inexplicable sobre todo por La Clemenza di Tito,
de la cual hay bastante material y en la que descubrimos la mano de dos
genios, Metastasio en el texto y Gluck en la música.
Durante los sesenta y seis minutos que dura el disco nos encontramos con
una Bartoli pletórica de medios, que no teme a ninguna partitura por
endiablada que sea, y que con unas armas que da la sólida técnica,
labrada no sin esfuerzo, le permiten afrontar papeles de soprano dramática
de coloratura como Vitellia, o contralto como Sesto o Ircano.
La voz de Bartoli rebosa teatro, y quizás eso sea más espectacular
actualmente que la pirotecnia, sobre todo en una intérprete joven como
ella. En el recitado de Fulvia en "Misera, dove son!", a la que
también pusiera música Mozart, cada palabra tiene la justa carga dramática,
para culminar en un aria llena de contraposiciones, de música y drama, en
la que cada 'delirar mi fa' está cantado de modo diverso.
La primera sección del aria de Semiramide Riconosciuta suele
utilizarla la mezo para agradecer al público su entusiasmo en los
conciertos, pues en ella puede aunar comicidad y virtuosismo, haciendo
gala de un respetabilísimo uso del fiato y del resgistro grave. Aquí se
nos presenta completa, con una sección central más cómica si cabe y su
correspondiente da capo.
También tiene oportunidad Bartoli de mostrar la parte más exquisita y
delicada de su voz en las arias del Parnaso Confuso o la de Sesto,
que también ultiliza Gluck en su "O Malhereuse Iphigénie". Aquí
muestra la mezo un fraseo delicioso y bellos pianissimi, además de un
legato impecable.
En todo momento Bartoli se siente arropada por una formación de primerísimo
nivel, la Akadiemie für alte Musik Berlin, dirigida por Bernhard Forck.
¿Algun defecto? Imposible encontrárselo a un regalo como el que nos hace
la DECCA; algunos consideran los cambios de color o los trinos nada
ortodoxos de la Bartoli algo negativo, personalmente los encuentro un
sello de la casa, como los "colpi di glotide" de Leyla Gencer.
Tras mil y una versiones de "O del mio dolce ardor", "Che
puro ciel" o "Che farò senza Euridice", que Bartoli ha
reservado en más de una ocasión para sus recitales, es de agradecer
nueva música vocal de Gluck. A muchos sorprenderá que de la mano del
reformista operístico más famoso del XVIII hayan podido salir estas páginas.
Atendiendo a las fechas de sus conciertos y los programas se pueden hacer
cábalas sobre el siguiente "elegido", quizás sera Salieri,
pero parece más probable que la romana elija a Giacomelli.
REFERENCIAS:
CECILIA BARTOLI: Arias italianas de Gluck procedentes de La Clemenza
di Tito, Il Parnaso Confuso, Ezio, La
Semiramide Riconosciuta, La Corona y Antigono.
Akademie für Alte Musik Berlin. Bernhard Forck.
Decca 467 248-2
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