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Número 24º - Enero 2.002


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OTRAS MÚSICAS 

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.


Cualquiera que se acerque al libreto de este disco, puede pensar que está ante un talento emergente de la música clásica, pues, aparecen citas a músicos como Zubin Mehta, Jean Pierre Rampal o Mstislav Rostropovich. Por si fuera poco, el recital fue grabado en uno de los templos de la música clásica del mundo, el Carnegie Hall de Nueva York, lugar que, por otra parte, siempre permanecerá unido al nombre del recientemente desaparecido Isaac Stern. 

Sin embargo, la portada dice otra cosa y es que Anoushka Shankar no toca ningún instrumento de la esfera clásica occidental sino que, como su padre Ravi Shankar, es tañedora del sitar, instrumento de cuerdas indio parecido al laúd aunque de mango alargado. Su padre y maestro es conocido entre los aficionados a la música clásica por su colaboración con el violinista Yehudin Menuhin con quien realizara un buen número de grabaciones. Con solo veinte años Anoushka Shankar es probablemente la única artista clásica india con tres grabaciones a sus espaldas y varios galardones como el concedido, con sólo 17 años, por el House of Commons Shield del Parlamento Británico.

Este recital publicado por Angel Records (EMI 7243 534922-2) está compuesto íntegramente por obras compuestas por su padre. Anoushka se ve arropada por Bikram Ghosh and Tanmoy Bose, intérpretes de Tabla (percusión) y habituales colaboradores de Ravi Shankar. La composición que cierra el disco procede de un concierto en vivo del Festival de Salisbury, Inglaterra celebrado en Junio de 2001. 

A lo largo del disco, Shankar presenta brevemente las obras en un inglés de “Oxbridge”. Las composiciones no son largas, sólo la última alcanza casi los veinte minutos, y hay tres Ragas y un dúo para Tablas también con sitar. El disco se abre con la Raga Madhuvantin dividida en una primer parte llamada Alap que ayuda al oyente a situarse y familiarizarse con la sonoridad del instrumento, a continuación viene Gat in Rupak, la parte central de la pieza, un diálogo improvisado entre sitar y tabla que culmina en un ágil y electrizante crescendo final. Todas las obras tienen un estilo compositivo similar pero podemos destacar Raga Desh con un evocador comienzo de la India de siempre para luego desarrollar una melodía de estructura cíclica con numerosas variaciones y ornamentaciones. El abanico de emociones es amplio y hay lugar para todo tipo de estados de ánimo siempre con el efecto hipnótico del sitar como telón de fondo. Anoushka Shankar demuestra su dominio del instrumento con pasajes muy coloristas y de gran virtuosismo. Disco, por tanto, que hará las delicias de los amantes de la música étnica o tradicional y, en especial, de los seguidores de la música india.

Por su parte, Virgin Classics ha publicado recientemente uno de los discos más sorprendentes que hayamos escuchado en los últimos tiempos (VC 545494 2). Bajo el título O’stravanganza, una fantasía sobre Vivaldi y la Música Celta de Irlanda, recoge un encuentro de lo más original entre ambos mundos. Sin entrar ahora en los posibles paralelismos brevemente documentados en las notas que acompañan al disco, la idea principal es la de establecer un encuentro entre un conjunto de música celta tradicional y una agrupación barroca, “Le Orfanelle della Pieta”. Es decir, hacer que un grupo combinado de músicos irlandeses y barrocos interpreten e improvisen juntos sobre temas tradicionales irlandeses y del “Prete Rosso”. Estamos, por tanto, ante un ejemplo de Crossover, tan de moda hoy en día, donde la línea divisoria entre un género y otro a veces se funde y se confunde. Sin embargo, debemos decir desde ya que la experiencia merece la pena y que a nadie debe escandalizar pues en todo momento los músicos se guían por el buen gusto y el respeto y admiración a ambas tradiciones. No es un experimento gratuito y el resultado es de interés.

Se busca provocar el mayor acercamiento posible con todo tipo de modalidades. En algunas obras se substituyen los instrumentos irlandeses por los barrocos; en otras, se usan instrumentos barrocos para acompañar melodías irlandesas. También, se establecen diálogos entre unos y otros como, por ejemplo, en el tema que da título al disco O'stravaganza tomado de la op 4 vivaldiana, y en Il Duello en el que un violín barroco y un fiddle irlandés se enfrentan hasta provocar la entrada del resto de músicos que a turnos presentan temas vivaldianos y celtas en armónica lucha. Otro interesante ejemplo del diálogo entre instrumentos de esferas diferentes tiene lugar en, Eirin Sonata en la que una flauta irlandesa conversa con un cello barroco en una combinación muy sugerente. Todo bajo un telón de fondo a caballo entre lo clásico y lo tradicional. También hay lugar para la pura improvisación como en La Ciaconna Rossa, otra de la joyas del registro que incluye un tema del Concierto en Si menor de Vivaldi, RV 168, inédito hasta ahora.

No se deja de lado el aspecto vocal tan importante en la música irlandesa como en la del veneciano. Tres son los temas vocales, todos a cargo de cantantes del ámbito tradicional irlandés. Destacaremos, la obra A Cláirseach con la sugerente voz de Suzan Hamilton acompañada por arpa tradicional irlandesa y cuerda. La pieza es un himno al arpa irlandesa y el texto en gaélico procede del poeta medieval irlandés O’Dalaigh. La música que lo acompaña está tomada del motete de Vivaldi In furore justissimae irae, de una belleza arrebatadora.

En conclusión, disco que muestra admirablemente lo cercano que están unas músicas de otras y lo bien que se funden entre sí cuando está llevado a cabo por buenos músicos. Por último, lamentar que la presentación del disco, incómoda hasta decir basta, no esté a la altura del registro cuya brillante idea y cuidada producción está a cargo de Hughes de Courson y Youenn Le Berre.