Revista mensual de publicación en Internet
Número 25º - Febrero 2.002


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JÓVENES PROMESAS

Por Elisa Ramos. Lee su curriculum.


JONDE

Joven Orquesta Nacional de España (JONDE). Programa: R. R. Albert, Meditación y Ronda; Homenaje a Chapí. José Antonio Pascual, director. J. Rodrigo: Tríptic de Mossèn Cinto Celia Alcedo (canto). Fantasía para un Gentilhombre Marcin Dylla (Guitarra). A. Bertomeu,  Música para una inauguración Ignacio Yepes, director. Ciclo Clásicos del Siglo XX. Consorcio 2002 en colaboración con la OCNE, CDMC, INAEM y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla y León. Salamanca, 22 de enero de 2002.

Llegaron como una legión, arrasando con su juventud, contagiando su alegría, demostrando cómo se lo ‘curran’ y lo que valen. Todavía no son famosos pero inundaron el aire del Palacio de profesionalidad. Ellos saben bien lo que cuesta llegar al escenario, los duros años de estudio y las dificultades que entraña abrirse paso en el arte de la música. Afortunadamente tanto esfuerzo se ve recompensado en el mágico acto de la interpretación y el reconocimiento del público. Justo fue el éxito que obtuvieron por su buen hacer musical.

Las dos agrupaciones orquestales -una para cada parte del programa- funcionaron con acertado sonido general, así como estupendas intervenciones en los solos que las obras adjudican a varios de los instrumentistas. Matices, fraseo, intencionalidad musical y fuerza se hicieron patentes a lo largo y ancho de la velada. Sin embargo, la sonoridad se quebraba, por momentos, merced al excesivo volumen del tutti orquestal en los pasajes fuertes. Gajes propios del oficio y de una cierta inexperiencia para adaptarse a una sala cuya acústica suele jugar malas pasadas.

En la obra que abría el concierto, la dirección de Pascual hubiera requerido mayor imaginación. Meditación y Ronda parecía pedir otra intencionalidad para matizar la continua reiteración de ideas musicales. Con el carácter chispeante de Homenaje a Chapi el ambiente se tornó más festivo y dinámico. Orquesta y director parecieron encontrarse más identificados con esta música, creciendo y asentándose a media que transcurría. Consiguieron muy buenos matices en las melodías de las cuerdas y los fragmentos protagonizados por la sección de viento, con excelentes enlaces y fraseos. De nuevo los metales y la percusión, correctos en los solos, resultaron excesivos en los tutti.

Bajo la dirección de Yepes comenzaba la segunda parte presentando a los premiados en las modalidades de canto y guitarra del “Concurso Internacional Joaquín Rodrigo” 2002. Celia Alcedo, ganadora del segundo premio de canto, se mostró segura, pero en algunos momentos su potencia, luchó con el volumen orquestal. Su timbre, tesitura y afinación lo hicieron con una partitura de ámbito excesivamente grave y poco propicia al lucimiento. Marcin Dylla justificó sobradamente el primer premio conseguido demostrando con holgura sus dotes técnicas y comunicativas. Transmitió -con precisión, sensibilidad y elegancia- mucha musicalidad con la guitarra. A pesar de la amplificación pudimos escuchar una estupenda Fantasía para un Gentilhombre que fue muy bien secundada por la orquesta.

La obra de Bertomeu se llevó el gato al agua. Las dos orquestas se fundieron en una para interpretar una excelente partitura que cerró de forma magistral el programa propuesto. El propio compositor explicaba en las ‘Notas al programa’ su referencia al estudio concienzudo de la obra del insigne organista Pablo Bruna y su intención de recrear desde una perspectiva del siglo XX (1988) el carácter de la música instrumental española del XVII. En la Batalla del 6º tono del Ciego de Daroca encontró la inspiración para armonizar, orquestar y desarrollar los temas a partir de la composición de una amplia introducción original que conduce a ellos.

El resultado es una obra brillante, muy efectista, que impacta desde el primer momento y mantiene la atención. La JONDE supo extraer muy buen partido del colorido de la potente y apreciable orquestación. Con flexibilidad y muy buena dirección sonora desgranaron las arrebatadoras melodías, la viveza del ritmo y el contrapunto imitativo de  Musica para una inauguración. Los calurosos aplausos del público se prolongaron homenajeando al autor que se acercó al borde del escenario para felicitar a director y concertino.

Éxito de un concierto que culminaba con los elocuentes gestos de satisfacción de los intérpretes mientras nos regalaban su magnifica propina. La caja iniciaba, con un sutil pianísimo y un control exquisito en la progresiva intensidad del ritmo repetitivo, un Bolero  de Ravel lleno de intención y sentimiento. Se notaba en sus rostros cómo paladeaban la interpretación de una pieza que les gustaba explayándose para ofrecernos una delicada versión.

Satisfacción también del auditorio -lleno hasta la bandera- que en muchos casos se sentía partícipe del éxito de algunos de los jovencísimos músicos. Más de uno hemos tenido el placer de ver crecer por estos lares a Alvaro Prieto (fagot), Ana Hernández (violín), Clara Andrada (flauta) y Vega Montero (contrabajo), compartiendo con ellos agradables momentos musicales. Vaya para todos los integrantes de la JONDE nuestra felicitación y el deseo de que sigan perseverando con esa ilusión desbordante por los caminos de la música.