|
ÓPERA EN OVIEDO:
ROMEO Y JULIETA
Oviedo, Teatro Campoamor. 19 de
enero de 2002. Gounod: Romeo y Julieta. A.
Arteta, R. Villazón, C. Marín, S. Palatchi, J. Ruiz, A.
Echeverría, A. Rivas, S. Chaves. Orquesta Sinfónica del
Principado de Asturias (OSPA), Coro de la Asociación
Asturiana de Amigos de la Ópera, Dir. musical: R.
Giovaninetti. Dir. de escena: F. López.
Como broche final de la Temporada de ópera de
Oviedo 2001-2, se había elegido una muestra del
repertorio francés, del cual sólo se había escuchado
antes en el presente curso la "rareza" de La
voz humana de Poulenc; se trataba ahora de la
tampoco muy frecuente Romeo y Julieta de Gounod,
para la que se contaba con una pareja protagonista que al
menos "darían el tipo" escénicamente, es
decir, ambos jóvenes y guapos (y famosos); además
había algunos secundarios de renombre y un director de
cierto prestigio, lo que prometía una buena velada, como
en líneas generales ocurrió, con los matices que se
indican más abajo.
Ainhoa Arteta, que con el papel de Julieta se presentaba
en el Campoamor, es conocida por mucha gente solamente
como "la soprano que más aparece en las revistas
del corazón". Como cantante tiene limitaciones bien
conocidas: la voz es tímbricamente bella y tiene buen
volumen, pero la emisión suena agria, demasiado
"dura", sin dulzura, tendiendo a veces incluso
al grito. Todo ello acompañado por una gesticulación
histriónica (como si mostrara el gran esfuerzo que le
supone emitir las notas) que más bien recuerda a una
tonadillera que a una cantante de ópera. Por otro lado,
también hay que reconocer que sabe moverse por un
escenario con gran profesionalidad, lejos del hieratismo
de tantos cantantes, que el conocido Vals de Julieta
"Je veux vivre" lo cantó de forma aceptable
(lo mejor de su actuación) y que, en general, contando
lo vocal y lo escénico, hizo una composición de Julieta
que mereció los aplausos y bravos del público.
Como Romeo se presentaba también en el Campoamor el
tenor mexicano Rolando Villazón; aparte de su apostura
escénica, que le hacía tan adecuado para el papel, hay
que resaltar en él un centro agradable y una discreta
línea de canto, aunque los agudos tengan bien poco
brillo: su aria "Ah! lève-toi, soleil" no
quedó precisamente para el recuerdo.
Paradójicamente, los verdaderos protagonistas vocales de
la velada fueron dos secundarios: el bajo Stefano
Palatchi, gran profesional que ha completado tantos
repartos en el Real o en el Liceo, que demostró como
Fray Lorenzo lo que es cantar de verdad, superando a la
pareja protagonista; y, a pesar de la brevedad del papel
del paje Stefano, hay que poner en el mismo nivel de
excelencia a la mezzo Alexandra Rivas. Del resto, lo
mejor que puede decirse es que cumplieron: puede
destacarse el Mercutio de Carlos Marín (apuesto en lo
escénico y discreto en lo vocal, al igual que Romeo), el
Capuleto senior de Alfonso Echeverría, la Gertrude de
Soraya Chaves o (quizá el menos logrado) el Tybaldo de
José Ruiz.
Lo mejor de la función fue la dirección orquestal de un
verdadero profesional como Reynald Giovaninetti, al que
muchos aficionados conocerán como el director que
acompañaba a Montserrat Caballé en un recital de arias
francesas grabado en Deutsche Grammophon. Aquí demostró
ser un experto conocedor del "idioma" de la
ópera francesa, e hizo sonar a la orquesta al nivel de
los grandes conjuntos europeos de foso (lo del coro fue
más difícil). A pesar de ello, no recibió al final
todos los bravos que merecía, que fueron principalmente
hacia la pareja protagonista. En cuanto a la puesta en
escena, pobretona a más no poder, consistía en un
único decorado que alternativamente sugería la casa de
los Capuleto, el convento de Fray Lorenzo o la cripta del
último acto, mediante recursos escénicos como bajar
unas columnas o correr una cortina transparente. Al
menos, no molestó y la dirección de actores fue buena.
En resumen, una digna despedida de la temporada
2001-2002, y ahora a ver lo que nos depara la 2002-2003,
que se presenta llena de dificultades con motivo
fundamentalmente económico, habiéndose caído ya del
cartel alguno de los títulos anunciados.
|