¿Qué opinión le merece la Orquesta Filarmónica de Málaga, con la
que acaba de tocar el concierto nº3 de Bartók?
Estoy muy sorprendido de escuchar una orquesta tan buena. Es realmente
una gran orquesta, con muy buenos intérpretes y muy buena afinación.
Ayer escuché en la segunda parte del concierto unos preciosos solos de
instrumentos de esta orquesta, con mucha claridad y precisión. Yo no
esperaba una orquesta tan buena, por eso estoy sorprendido.
¿Cómo empezó con la música, había una tradición musical en su
familia?
No. Mi madre tocaba un poco, pero nada serio. Simplemente mostré
interés por la música y mis padres me buscaron un profesor. Empecé con
7 años.
Usted ha recibido la tradición musical rusa de Lev Oborin, ya que ha
sido alumno suyo. ¿Qué puede contarnos de una figura tan relevante en el
piano ruso?
Oborin era un fantástico músico y un fantástico pianista. Cuando
empecé a estudiar en el conservatorio de Moscú, todos los profesores
eran muy buenos, grandes pianistas, pero Oborin se distinguía de todos
ellos porque era un músico con una extensa cultura y además él conocía
muchas otras cosas a parte del piano: era compositor, e incluso confesó
que prefería la compañía de los compositores antes que la de los
pianistas. Leía muchísimo. Esto le hacía un profesor muy
"inspirador". Además, era un profesor muy interesante porque no
hacía nunca advertencias o declaraciones arrebatadoras, así que en
ningún momento te decía "debes hacer esto"; más tarde he
leído lo que otros estudiantes escribieron acerca de él, y me he
percatado que lo que ellos recuerdan de Oborin es precisamente lo que yo
enseño a mis alumnos, así que conseguía transmitir sus conocimientos de
una manera especial. A diferencia de otros músicos rusos que cultivan un tipo de emociones exageradas e ilimitadas, Oborin era
más
equilibrado, más clásico, diría yo. Puede que como el propio
Rachmaninoff, y no como muchos de los actuales intérpretes de
Rachmaninoff.
¿Piensa que el Conservatorio de Moscú es actualmente tan relevante
como lo fue en el pasado?
Yo no voy a Moscú, así que no sé nada de lo que está ocurriendo
actualmente en el Conservatorio de Moscú. Lo único que puedo decir es
que mucha gente que estaba dando clases en el Conservatorio de Moscú lo
ha abandonado, y mucha gente que da actualmente clases en Moscú
simplemente no están nunca en Moscú, porque me los encuentro por todo el
mundo; no se les puede criticar, ya que necesitan ganar algo de dinero.
Los profesores del Conservatorio de Moscú están constantemente ocupados dando
clases por todo el mundo, así que no sé cuánta educación reciben los
estudiantes en Moscú. Éstas son observaciones de un observador
externo, ya que vivo en U.S.A. Probablemente es injusto preguntar esto,
porque todos los grandes nombres que me dieron clases ya están
fallecidos, y son figuras inspiradoras para la juventud. Simplemente, no
sé demasiado del conservatorio de Moscú en la actualidad.
Usted ha grabado y tocado un extenso repertorio para los sellos
discográficos más representativos (Philips, Deutsche Gramophon, Naxos,
Chandos, etc.). ¿Qué compositor se siente más agusto tocando, cuál es
su especialidad?
Prefiero no sentir que tengo una especialidad concreta. Por supuesto,
tengo algunas afinidades, pero incluso estas afinidades cambian.
Generalmente, debería decir que programo habitualmente una serie de
compositores como Mozart, Beethoven, Haydn, Brahms, Chopin, Debussy, y
compositores del Siglo XX como Stravinsky, Bartók, Prokofiev,
Shostakovich, y además nuevas músicas del Siglo XX. Cambio muy a menudo
mi repertorio; por ejemplo, acabo de tocar el 3º de Bartók y en 10 días
tengo que tocar el 2º en Alemania. Más tarde, en Australia tocaré el
segundo de Brahms. Prefiero tener un amplio repertorio porque es mucho
más interesante.
¿Qué principales diferencias encuentra usted entre los pianistas de
hoy día y los antiguos Rachmaninoff, Rubinstein, Cortot, Horowitz, etc.?
Es difícil de decir. Puedes decir, por supuesto, que el concepto de
sonido y de virtuosidad ha cambiado desde entonces. Pienso que el actual
modo de expresión ha cambiado. Si escuchamos una grabación de Cortot o
Schnabel, y sabemos que son Cortot y Schnabel, pensamos: "qué
interesante, qué maravilloso". Si escucháramos estas grabaciones
sin saber que son de Cortot o Schnabel, pensaríamos que se trata de
algún joven pianista que toca terriblemente y con muchos fallos. No
porque no fueran grandes pianistas, de hecho eran grandes pianistas, pero
la manera de expresarse cambia con cada generación. Existe un concepto
actual del que la gente habla mucho: "la autenticidad",
"actuaciones auténticas". Sin embargo, solemos olvidar que el
concepto de autenticidad cambia con el tiempo. Si cogemos a alguien como
Schanbel o Clara Haskel, que en su época eran los modelos del Mozart o
Beethoven Auténtico, y los comparamos con Radu Lupu o Marie Pray, quienes
también bajo nuestro punto de vista representan los pianistas clásicos,
¡tienen puntos de vista muy diferentes! Porque lo que ellos identifican
con el verdadero Mozart y el verdadero Beethoven es muy diferente de la
generación anterior. Por tanto, creo que la cuestión es que cada
generación encuentra en estos grandes compositores algo que
particularmente encaja con esa particular generación. Eso es lo que hace
la diferencia: por ejemplo, tomemos a Bach. ¿Qué era importante para los
intérpretes de Bach a principios de siglo XX? Probablemente la
grandiosidad, el aspecto filosófico o religioso, las transcripciones al
estilo Busoni. Entonces vino la generación de Wanda Landowska y luego la
de Backhaus, que vinieron junto con grandes cambios en la composición
musical (Hindemith, Stravinsky, etc.). ¿Qué era importante para esta
segunda generación de intérpretes de Bach? La claridad, la estructura,
sin exageraciones, equilibrio sin gran romanticismo. Mientras que para la
generación anterior las composiciones claves de Bach eran las grandes
obras para órgano, o incluso la Pasión según San Mateo, para esta nueva
generación lo importante era "el arte de la fuga" o "el
clave bien temperado". Si observamos la generación actual, por
ejemplo a Andras Schiff, ¿Qué es importante para ellos? Luminosidad,
donaire, flexibilidad. ¿Qué piezas les interesan? Partitas, suites
inglesas y francesas. Entonces, ¿Qué es lo más importante de Bach, o
mejor dicho, qué Bach es el más importante? No podemos contestar porque
todos son grandes músicos y todos eran grandes intérpretes de Bach, pero
cada generación es atraída por una cara diferente de los grandes
compositores.
Con cada obra de arte, podemos decir cosas como: ¿Por qué nadie
escribe como Tolstoi? Olvidamos que en tiempos de Tolstoi había cientos
de escritores que han desaparecido del recuerdo. Estamos en el proceso de
elegir quién quedará y quién desaparecerá. También es cierto que en
nuestra generación las grabaciones son muy abusivas en el sentido de que
todo el mundo graba, todo el mundo escucha muchas grabaciones, todo el
mundo viaja, todo el mundo estudia con profesores de todo el mundo... esta
es la razón de que se haya alcanzado un consenso que no había en las
generaciones anteriores a la hora de interpretar la música. Esto en
algunos casos es para bien y en otros para mal. Actualmente nadie puede
permitirse tocar notas falsas. A este respecto, recuerdo cuando grabé la
5ª sonata de Scriabin: tuve la impresión de que esta pieza sólo podía
tocarse o con el espíritu correcto o con las notas correctas, pero no
ambas cosas a la vez. Si escuchas la grabación de Richter es fantástica
pero sin embargo llena de notas erróneas (increíblemente). Cuando lo
grabé, sentí que no podía permitirme dar notas falsas, así que mi
grabación es mucho más cuidadosa, lo sé, pero no podemos tomar estos
riesgos actualmente.
Los intérpretes de antes hablaban en otro "lenguaje" cuando
hacían música. Es lo mismo que cuando vas al cine y ves películas
antiguas. Es una manera diferente de expresar emociones.
¿Cuáles son sus ídolos en el piano?
No tengo. He de decir que, al dar clases, escucho muchísimas
grabaciones. Para mi placer personal, prefiero escuchar a cantantes,
cuartetos de cuerdas, pero no a pianistas. Pienso que es mucho más
estimulante para mí que escuchar más piano.
¿Sabemos que le gusta dar clases, pero lo hace como un hobby o es una
necesidad económica?
Es una necesidad económica. Aunque no necesitara dar clases para
mantenerme, ¿pararía de dar clases? No, porque yo lo encuentro muy
satisfactorio. Tengo mucha suerte de trabajar en Yale con estudiantes de
muy alto nivel. Hemos completado recientemente las audiciones de nuevos
alumnos para el próximo año. Necesitamos escoger 13 personas, y tenemos
solicitud de 120 personas; aproximadamente, tenemos que escoger 10 personas.
Todos son fantásticos pianistas de todo el mundo. Me divierto dando
clases a estos pianistas. Cada uno es diferente, tiene una personalidad
propia y un punto de vista característico. Debo decir que me divierto con
ellos como seres humanos. Muchos de mis alumnos mantienen contacto conmigo
mucho después de haber terminado de trabajar conmigo. Me actualizan sobre
sus eventos y su vida profesional y privada. Es muy satisfactorio porque
la profesión del pianista es un tipo de profesión solitaria. Todo lo
tienes que hacer por ti mismo; incluso cuando tocas con orquesta, sólo
dispones de uno o dos ensayos, no hay tiempo para más. Al mismo tiempo,
estoy muy contento de no ser un profesor que sólo da clases, sino que
tengo mi propia vida profesional. Es muy fácil ver a profesores que caen
en la tentación de plasmar sus ambiciones en sus estudiantes, lo cual no
es sano ni para los estudiantes ni para los profesores. Por tanto, creo
que soy mejor profesor porque soy concertista, y soy mejor concertista
porque soy profesor.
¿Qué cuestión principal transmite a sus alumnos?
Nosotros como intérpretes no creamos nada nuevo, sino recreamos algo
que fue compuesto antes. No sólo el respeto a la partitura, sino respeto
a la obra que tocas, sabiendo que cada persona encuentra cosas diferentes
en cada obra. Incluso la más compleja partitura no puede registrarlo
todo. El respeto a la partitura es sólo el principio. Es el respeto al
espíritu de la pieza. Básicamente la idea es que no tocamos para
nosotros mismos; digamos que al tocar Mozart, tocamos nuestra visión de
Mozart, y eso es lo que hace nuestra interpretación especial y relevante,
necesaria, lo que justifica que toquemos Mozart después de que lo hayan
tocado ya cientos de personas. Cada uno define lo que cree importante de
Mozart, y al tocarlo lo comparte con la audiencia.
Antes de ayer tuvo lugar el día internacional de la mujer. Muchas
compositoras han ocupado un papel secundario en bien de la carrera de sus
maridos o familiares, como por ejemplo Clara Schumann, Alma Mahler, Fanny
Mendelssohn, etc. ¿Es este su caso?
Mi mujer no toca el piano. Pienso que en cada matrimonio, si hay una
carrera sólida de alguno de los miembros, entonces probablemente la otra
persona debe ocuparse de que la vida es normal y va fluyendo. Es difícil
mantener un matrimonio con dos carreras. En mi caso particular, mi mujer
es científica y ella tiene su propia carrera, aunque no la sigue con
tanto empeño vigoroso como yo con mi carrera. Pienso que es incluso bueno
que tengamos ocupaciones diferentes.
¿Cuáles son sus futuros proyectos?
Como dije antes, en 10 días voy a tocar el 2º concierto de Bartók
que es la pieza más difícil.
¿Más difícil que la segunda sonata de Rachmaninoff?
No toco la segunda sonata de Rachmaninoff, esta pieza no me interesa.
Pero el segundo concierto de Bartók me interesa. Es una pieza fantástica
y muy difícil, ya la he tocado en otras ocasiones. Tengo compromisos en
Suecia, Inglaterra y Australia. Tengo proyectos divertidos como por
ejemplo grabar un disco de Ragtimes de Scott Joplin. También tengo varios
festivales donde tocaré y daré clases en Francia, Italia e Inglaterra
para este verano. Estos son mis futuros proyectos, pero siempre hay cosas
inesperadas, como por ejemplo este concierto que acabo de dar en Málaga.
Me siento "hispanófilo"; me encanta venir a España en cada
oportunidad que tengo. Me gusta algo más que el clima: me gusta el país,
me gusta su gente, el espíritu del país, adoro el arte español y el
flamenco e intento escuchar flamenco cantado. Me siento más atraído por
el cante flamenco que por la danza flamenca, aunque también me gusta
bailar.
He viajado mucho por españa y me encanta; aún hay muchas esquinas de
este país que no he explorado. Estoy esperando cada oportunidad que tengo
para volver a España.
Muchas gracias por su amabilidad, cordialidad, y por las opiniones tan
interesantes que ha compartido con nosotros mientras tomábamos un café.