Revista mensual de publicación en Internet
Número 29º - Junio 2.002


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Doce cuerdas para António Pinho Brojo

Por Isabel Francisca Álvarez Nieto.  


   António Pinho Brojo

 

Sobre dos colinas, y ocupando un enclave central del país, se levanta la antigua Aeminium, la actual ciudad de Coimbra, cuya belleza se hace cristalina al reflejarse en las aguas del Mondego.

En este enclave, y con un destino quizás encauzado por el entorno (pues entre sus casas, jardines y calles se respira una calma secular, sin duda idónea para la composición musical), nació, un 28 de noviembre de 1927, António Pinho Brojo, quien años más tarde se convertiría en el gran promotor musical de la ciudad.

Brojo comenzó sus estudios de guitarra a los catorce años, de la mano de guitarristas consagrados como João Bagão, José María Amaral y Carvallo Homem, a los que acompañó a partir de 1945.

Pero, además, sus inquietudes le llevaron a la Universidad de Oporto, donde  en 1950 se licenció en Ciencias Farmacéuticas,  continuando sus estudios para doctorarse once años después y llegar a ser vicerector de la misma.

Estas dos pasiones, la Universidad y la Guitarra, vertebraron su vida, y a ellas les entregó lo mejor de sí mismo. Pero, quizás fue con la guitarra donde Brojo dio a conocer puramente su espíritu, ya que su música, manifestación de los sentidos, de la inteligencia y del alma, asombró a todos con su inconfundible sensibilidad.

Gran representante de la tradición guitarrística portuguesa, no dudó por un instante en alentar la renovación musical de su ciudad natal, proponiendo y apoyando, entre otras cosas, que la mujer tomara un papel más activo en esta disciplina, asunto que levantó más de un debate, especialmente en los sectores más retrógrados.

Este prolífico instrumentista, participó en los años 50 y 60 con colegas como Zeca Alfonso, Luíz Goes, António Portugal (al que conoceremos en artículos venideros) o Fernando Rolim en  la elaboración de trabajos discográficos, publicando en 1953 ocho discos. También colaboró en Oporto con el Orfeón Universitario y con cantantes y guitarristas como Cunha Gomes, Viriato Santos, Aureliano Veloso, Álvaro Andrade o Napoleão Amorim.

 A partir de este momento, la guitarra de Pinho Brojo se convierte en auténtica embajadora de Portugal, pues viaja de África al Extremo-Oriente, sin olvidar las Américas. Tras estas peregrinaciones, en 1961 se traslada a Angola y Mozambique, como profesor en un Curso de vacaciones. En Lourenço Marques, en el Radio Club Mozambique, graba el disco Coimbra em Lourenço Marques, en el que, entre otros, colaboró Almeida Santos como cantante.

A este período sigue otro de menor actividad, quizás influenciado por la crisis académica del 69 que casi derrota al fado  y que sin iniciativas como seminarios de fados, conferencias, etc. según el propio Brojo, “o fado teria certamente morrido” (el fado ciertamente habría muerto); aunque en 1977 regresa para grabar dos nuevos discos con José Mesquita.

Su gran compañero fue siempre António Portugal, cuyo procaz estilo musical, congeniaba a la perfección con la finura y melodía de nuestro catedrático de guitarra, con el que fundó el Cuarteto de Guitarras de Coimbra. Con él también viajó en 1994 a Tailandia y Malasia, a cuyo regreso falleció António Portugal, dejando incompleta la grabación de dos discos de guitarra que ambos preparaban como solistas. Dos años después, Pinho Brojo publicó Variaçoes Inacabadas (Variaciones Inacabadas) en la que también incluyó composiciones de António Portugal.

Tres años más tarde, el 25 de agosto de 1999, fallecería Pinho Brojo legándonos su última y premonitoria publicación Memória de uma Guitarra.

Para finalizar, hago mías las palabras del poeta Manuel Alegre que, a su muerte, lo definió como un intérprete para el que “não havia notas caídas, que tocava as sílabas todas” (“no había notas caídas, que tocaba las sílabas todas”).

 

Con esta condensada definición me despido hasta el próximo artículo, en el que conoceremos a otra intérprete de cuerda de reconocimiento internacional,  la pianista Maria João Pires.