Revista mensual de publicación en Internet
Número 29º - Junio 2.002


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BACH POR OZAWA,

¿PARA QUÉ? 

Por "Don Profondo".

  

Grabaciones como esta Misa en Si menor por Ozawa, que viene a hacer juego -incluso en la presentación del producto- con la Pasión según San Mateo que ofreció el mismo director hace tres años también al frente de su agrupación japonesa, le hacen a uno preguntarse por los criterios que rigen las ediciones discográficas. ¿Qué sentido tiene a estas alturas ofrecer una versión no historicista -opción perfectamente respetable, ojo- de esta magna obra bachiana, a cargo de un director que obviamente no tiene nada que decir en semejante repertorio, habiendo tantas grabaciones "tradicionales" circulando por ahí? Si por lo menos ofreciera un criterio "históricamente informado", la edición encontraría cierta justificación por las presuntas novedades filológicas que pudiera aportar, pero no es el caso.

Obviamente, este doble compacto se halla destinado al mercado japonés, donde posiblemente conocerá una gran aceptación. Sin embargo, entre el resto de los aficionados hay también quienes encontrarán aquí algunos atractivos. Me refiero a los muy amantes de las voces porque, como ya ocurriera en la citada Pasión, el elenco vocal congregado es de lujo: John Mark Ainsley, Alastair Miles, Barbara Bonney y Angelika Kirchschlager. Ellos están simplemente bien, pero ellas realizan una fenomenal labor, tanto la soprano -algo sobrevalorada, pero aún así una gran cantante- como la mezzo, muy especialmente esta última. Su voz aterciopelada, su mórbida línea de canto y su recogimiento expresivo hacen la audición de su "Agnus Dei" una auténtica delicia.

¿Y Ozawa? Mejor de como se podía pensar, pero aún así nada del otro mundo. Obtiene un buen rendimiento de coro y orquesta (reforzada con solistas de lujo como Tim Morrison, el trompetista de la Sinfónica de Boston) y hace gala de su habitual elegancia y sentido del color, todo ello sin caer -salvando momentos puntuales- en la pesadez ni en efectismo huero al que invitan los masivos conjuntos empleados. Por desgracia la blandura de la articulación, la no del todo perfilada nitidez de la polifonía, la ausencia de sentido dramático y la sustitución de la auténtica espiritualidad por cierta beatería dulzona terminan dejando su labor en lo "simplemente bueno". A quien quiera gastarse los euros en una gran versión, recomendamos la austera, pero emocionante y soberbiamente cantada, de Gardiner y su Monteverdi Choir (Archiv).

 

Bach: Misa en Si menor.
B. Bonney, soprano. A. Kirchschlager, soprano II y contralto.
J. M. Ainsley, tenor. A. Miles, bajo. Tokio Opera Singers.
Orq. Saito Kinen, Seiji Ozawa. 102’. 2 cds.
Philips 468 363-2.