Un bajo de altura

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Concierto lírico de José van Dam (bajo-barïtono). Arias de Mozart y lieder de Mahler. Orquesta Sinfónica de Madrid. Director: Patrick Davin. Teatro Real de Madrid, 7 de mayo 2002.

Tras diversos cambios en la programación, por fin llegó José van Dam al Teatro Real. Debido a los cambios de fecha no llenó como hubiera merecido. Este artista es uno de los grandes bajos de la lírica, una leyenda viva cuya presencia en Madrid a sido un privilegio. En su recital demostró su talento y versatilidad con un programa fundado en el enorme contraste que hay entre Mozart y Mahler. Personalmente, encontré que el cantante estaba más cómodo con el maestro dieciochesco. Estuvo como pez en el agua con las arias burbujeantes de Don Giovanni y de Le nozze di Figaro. La fuerza de su voz, grande, aterciopelada y flexible, se unió a su capacidad de comunicación teatral puesta en evidencia a pesar de tratarse de un recital. En Mahler brindó unas versiones exquisitas, sin concesiones al sentimentalismo. A las canciones heroicas Des Knaben Wunderhorn (El muchacho del cuerno mágico) siguieron unas misteriosas Rückert-Lieder, con una final sobrecogedor de Un Mitternacht (A medianoche) que condujo la velada al clímax. En van Dam cantar es algo tan natural como respirar, y lo hace con una energía que pasa inadvertida. Tiene una fuerza enorme que fluye con una oculta naturalidad en todas sus interpretaciones. El secreto está en la musicalidad del fraseo unida a un instrumento privilegiado. Obtuvo un éxito compartido con los servicios del maestro Davin y de la Orquesta Sinfónica de Madrid, que fue objeto de una protesta inmerecida y aislada cuando procedía a retirarse. A pesar del incidente, el recital dejó una magnífica impresión en quienes tuvieron la fortuna de disfrutarlo.

(Foto de Carol Parodi)