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Número 3º - Abril 2000


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VIAJE A TRAVÉS DE CHOPIN (II). 

Por Rocío Cuenca Antón.

   

Estimados internautas, si estáis leyendo esto, es que os habéis decidido a embarcaros en esta singular "travesía". En el último artículo , sólo hablamos de su niñez. Para "refrescar la memoria", decir que Chopin nace en Zelatowa Wola (1810) y a los pocos meses, su familia se traslada a Varsovia, donde empieza a dar muestras de su talento para el piano...

Una vez terminados sus estudios en dicha ciudad, se plantea su futuro como pianista y compositor. Al ver que en la capital polaca las posibilidades eran bastante reducidas, se ve obligado a marcharse a Viena (en aquellos momentos era uno de los centros más importantes e influyentes en música).

En 1.828 asistió a un concierto ofrecido en Varsovia por Hummel (uno de los más famosos pianistas del s. XIX). Realmente se quedó impresionado por su maestría en el piano, por lo que obtiene el convencimiento de que a él (Chopin) todavía le falta algo para alcanzar el dominio del instrumento.

Su primer viaje tuvo lugar ese mismo año, cuando en verano acompañó a Berlín a Félix Jarocki (profesor de Ciencias Naturales de la Universidad de Varsovia); allí tuvo la oprtunidad de asistir a diversos conciertos, representaciones de óperas, entre las que cabe destacar "Der Freischütz" ("El cazador furtivo") de Weber.

Uno de los sucesos que más impresionan a Chopin, es sin duda, la asistencia a dos deslumbrantes conciertos ofrecidos por Paganini en Varsovia durante 1.829. Como ya he dicho, queda realmente deslumbrado, al igual que Schubert y Schumann, ante los prodigios virtuosísticos del italiano, aunque también le impresionan la belleza tímbrica y delicadísimo fraseo que obtenía del vioín. Este triunfo hace pensar a Chopin que él también puede desarrollar una gran carrera como pianista, pero enseguida se da cuenta que las salas de conciertos y grandes auditorios no van con su temperamento (él estaba más apegado a lugares íntimos y pequeños).

Al poco tiempo, su padre decide solicitar una beca para que él pudiese ir a vivir a Viena, pero no lo consigue, por lo que recurre a las familias de la aristocracia polaca, que con tantos aplausos habían acogido a su hijo, pero aquí también encuentra la misma respuesta. A pesar de esto, Chopin decide viajar a Viena, y logra que el conde Gallenberg (director de los Teatros Imperiales) le ofrezca un contrato para presentarse como pianista y compositor en el Teatro de la Puerta de Corintia, dicho concierto tuvo lugar el 11 de Agosto de 1.829. Éste era el primero que ofrecía ante un público vienés y recibe una gran acogida. El público queda impresionado por las obras presentadas "Variaciones op. 2" y "Rondó op.14", pero lo que realmente impresionó fue su brillante improvisación sobre una canción polaca. Tal éxito consigue, que la empresa le da la oportunidad de un segundo concierto una semana más tarde. De nuevo obtiene un gran triunfo y en esta ocasión consigue llenar el teatro.

Camino de Varsovia, Chopin se detuvo en Praga y Dresde, provisto de numerosas cartas de recomendación para las personalidades de la nobleza amantes de la música. En Dresde, tiene la oportunidad de ofrecer un concierto privado en el palacio de un aristócrata, donde se encontró con una gran peculiaridad las damas que asistían a su recital se entretenían haciendo punto mientras él tocaba. El mismo Chopin escribe a sus amigos en una carta

"... Ante mis ojos centelleaban, no sólo los brillantes conque iban adornadas, sino las agujas de hacer punto que llevaban. No te lo tomes a broma, pero tal era la cantidad de agujas, que se podía tener un levantamiento general de aquellas señoras contra los caballeros que allí había con sus cráneos relucientes..."

De tal carta deducimos que sentido del humor no le falta.

En esta época conoce a la cantante polaca Konstancia Gladkawka, de la que se enamora perdidamente. Ella es la que le inspira el segundo movimiento del Concierto para piano y orquesta en Fa m (1.829) y el Pequeño Vals en Mi b Mayor. Él cuenta a su confidente, Woyciechowski, que encuentra en Konstancia a su ideal de mujer, a la que es fiel aunque todavía no haya hablado de sus sentimientos.

     Paralelamente en Varsovia hay un claro clima revolucionario que desemboca contra la ocupación por parte de los rusos en Noviembre de 1.830.

     Konstancia y Chopin coincidirían en el conservatorio. Al hablar de ella destaca su talento como cantante y artista. Chopin tiene alrededor de 20 canciones, las cuales datan casi todas del periodo comprendido entre 1.829 y 1.831, mientras mantenía su relación con Konstancia. Dichas canciones son sencillas, con textos de poemas polacos, y muchas de ellas son verdaderas declaraciones de amor (a pesar de su timidez, lo más probable es que Chopin le hubiera ofrecido algunas de ellas a Konstancia para que se las cantase). No se sabe la profundidad de su relación con ella, pero sí que ella se casó en 1.832 con un oficial ruso.

      El 17 de Mazo de 1.830, Chopin muestra su gran capacidad creadora en un concierto celebrado en el Teatro Nacional de Varsovia. Con él como solista se interpretan dos obras para piano y orquesta el concierto en Fa m y la patriótica Fantasía sobre aires polacos op.13. En el evento también participa Konstancia cantando arias de "La donna del lago" de Rossini. El concierto, debido a su gran éxito, tuvo que repetirse unos días más tarde.

Posteriormente ofrece un concierto en el que toca dos variaciones op. 2 que serán publicadas. En Octubre, celebra lo que será su último concierto en Polonia. En él interpreta concierto para piano y orquesta en Mi m, en el que destaca su inspiración melódica y su personalidad pianística.

Chopin decide regresar a Viena y parte el 2 de Noviembre. Para la despedida destaca el pequeño poema de Konstancia, que nos da a entender la confirmación de un amor correspondido

      "Sigues la azarosa senda del destino y a ello tenemos que resignarnos. Pero no olvides, ¡oh, inolvidable!, que en Polonia eres muy amado. Para lograr la corona de la gloria abandonas a tus amigos y a tu familia. Los extranjeros apreciarán, más tu valor y te amarán, sin duda, pero nunca tan hondamente como nosotros".

     La noche anterior a su partida se dice que sus compañeros en una cena le regalaron una copa de planta llena de tierra de Polonia, para que llevara un recuerdo de su patria, pero parece ser, al no haber ningún indicio claro, que esto es un invento de su biógrafo M. Karrasowki. Lo que si es cierto es que su maestro Elner, le ofrece una canción esa misma mañana.

     El viaje a Viena lo hizo con su amigo T. Woyciechowski. Tras pasar por diversas ciudades, llegan el 22 de Noviembre. Se alojan en la residencia de la baronesa polaca Lachmanowicz. Allí dispone de un gran piano y de la atención de su anfitriona.

    Tras el éxito obtenido en su anterior visita, ve abiertas muchas puertas. Pero pronto se entera de la sublevación del pueblo polaco contra los rusos. No sabe si ir a su patria, pero tras hablar con su familia, su padre le pide encarecidamente que no vuelva. Chopin, que era consciente de su debilidad física, sabe que no podía servir como soldado; y su mejor defensa sería con la Música; su amigo Titus si vuelve a luchar por su patria.

     De pronto, la situación de Chopin cambia, pues las familias de la aristocracia con la que se relaciona toman parte en favor de Rusia, porque sabían que una parte de Polonia estaba en manos austriacas y temen que si la revolución triunfaba ellos también perderían su parte de imperio. Este clima, en el excesivamente sensible y delicado Chopin, le produce una enfermedad. Lo atiende el doctor Halfatti, prestigioso médico italiano establecido en Viena y que había tratado al mismísimo Beethoven. Gracias al él se recupera pronto y para ganar algo de dinero decide dar un concierto en el Teatro de la Puerta de Corintia (donde lograba sus primeros triunfos). Sin embargo ahora las circunstancias cambiarían mucho, la asistencia del público fue bastante reducida, aunque la crítica le es muy favorable. La empresa le ofrece dar otro concierto, pero sólo si reducía a su cachet, a lo que él se niega por completo.

     Chopin se da cuenta de que su estancia en Viena le iba a traer más problemas que alegrías por su condición de polaco, por lo que decide marcharse.

     Aunque no todo en esta época (ocho meses en Viena) es malo compuso las ocho mazurcas en op. 6 y 7; y el Vals op. 18, entre otras piezas.

     Espero que haya sido de vuestro interés y continuemos viajando con Chopin por Alemania, Londres... en nuestro próximo artículo.

Bibliografía:
AA.VV.: Piano Classics. Ediciones Orbis. Barcelona, 1997.