Revista mensual de publicación en Internet
Número 32º - Septiembre 2.002


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LOS EXPERIMENTOS DE HARNONCOURT

Por Rubén Flórez Bande

          

Nikolaus Harnoncourt, una de las batutas (aunque dirige sin ella) más importantes en el repertorio barroco, con instrumentos de época, uno de los pioneros junto con Gustav Leonhardt y Frans Brüggen, aborda desde unos años ya, repertorio ya no sólo barroco, sino posterior y con orquestas modernas, llegando incluso a Bruckner. Dos discos de este tipo son los que se van a comentar.

El primero está dedicado al compositor checo Antonín Dvorák, del cual Harnoncourt ya había grabado sus tres últimas sinfonías con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, y ahora con la Orquesta de Cámara de Europa firma los dos ciclos de Danzas Eslavas (Op.46 y Op.72).

Hay que partir de la base de que todo el que espere hallar aquí algo "eslavo", no lo encontrará; si ya las danzas pierden por su "refinamiento" la esencia de esta música, Harnoncourt se la anula por completo. ¿Eso está bien o mal? Pues depende, el que quiera una versión a lo "eslavo" que corra rápidamente por las de Szell o Kubelik, pero nunca por las de Harnoncourt. Partiendo de dicha base, la interpretación del director austríaco es "musicológica", las partituras se nota que se han estudiado, y mucho. Harnoncourt hace un despliegue enorme de dinámicas, contrasta por ejemplo los pasajes lentos, o los pasajes intermedios, haciendolos más "pesados" de lo normal, para después llegar a los pasajes rápidos y desmelenarse. Se le podría acusar de efectista, cómo no, pero las danzas tienen así más "vida" no son tan "cuadriculadas". Algo parecido hizo también en el Concierto de Año Nuevo de 2001 con los valses de Strauss y familia.

Harnoncourt también se interesa por resaltar aquellas melodías que siempre han estado en un "segundo plano", las partes de los vientos madera sobre todo, pudiendo así escuchar cosas que en otras versiones no se podría. Se excede quizás con la percusión, pero esto viene siendo "marca de la casa" desde siempre. Y claro está, como buen historicista no puede evitar aplicar alguna que otra licencia "barroquista" a las danzas: escúchese el inicio de la Danza número 3 del Op. 72, que suena más a Monteverdi, que al nacionalismo eslavo. Para concluir, interpretaciones muy poco ortodoxas en lo que a la tradición se refiere, pero de un buen nivel musicológico, con alguna licencia... para seguir con partitura en mano.

El otro disco es uno que ya apareciera en 1996 en el que Harnoncourt dirige en un concierto tomado en vivo a la Filarmónica de Berlín con obras de Schubert, Schumann y Mendelssohn. De Schubert, del que tiene grabado el ciclo de sus sinfonías con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, interpreta la 4ª sinfonía, la denominada Trágica, título que Harnoncurt debe obviar, porque tiene de todo menos de "trágico", su concepto es más "neurótico", una orquesta crispada, mucha, mucha tensión, la orquesta limitada a las exigencias del director con grandes contrastes de intensidad, quizás para hacerla algo "demoníaca", una lectura estresante.... pero nada más, demasiado fría. No tiene esa personalidad de Giulini, ese colorido, ese sentido pesimista de la obra....una pena.

De Schumann, del que también tiene grabado su ciclo de sinfonías con la Orquesta de Cámara de Europa, interpreta su 4ª; en esta acierta, intenta darle un toque romántico (digo intenta porque Harnoncourt no puede dejar de recurrir al historicismo, para algunos arranques, algunas frenadas en seco...); intenta hacer que no se note los problemas de orquestación de Schumann (un tópico, ya lo sé), recalcando pasajes sobre pasajes, no oír sólo una línea melódica. No es una interpretación de referencia, pero está conseguida.... ahí arriba sigue estando la versión de esta sinfonía por Furtwängler y la misma orquesta.

Y para finalizar (aunque en el disco es la primera pieza) la obertura de La bella Melusina, obra por desgracia poco interpretada y que a Harnoncourt le queda redonda, la mejor obra de todo el disco, recurriendo al mismo juego que en las danzas: las partes extremas de la obertura lentas, lentas, para contrastarlas con la sección central más "animada", sin perder, eso sí, su carácter romántico.

REFERENCIAS:

DVORAK: Danzas Eslavas Opp 46-72.
Orquesta de Cámara de Europa. Dierctor: Nikolaus Harnoncourt.
Teldec 8573-81038-2

MENDELSSOHN: Obertura "La bella Melusina" ; SCHUBERT: Sinfonía No.4 en do menor, D 417 "Trágica" ; SCHUMANN: Sinfonía No.4 en re menor, Op.120.
Orquesta Filarmónica de Berlín. Director: Nikolaus Harnoncourt.
Teldec 4509-94543-2