Revista mensual de publicación en Internet
Número 36º - Enero de 2.003


Secciones: 
Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Midi del mes 
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

NAVIDAD RENACENTISTA ESPAÑOLA

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.


La situación histórico-política favorecida por la unificación de los Reinos de Castilla y Aragón en 1474, la toma de Granada y el (re)descubrimiento de América en 1492 propició un clima interno de mayor autoestima. Durante el reinado de los nuevos monarcas, disminuyó la presencia de músicos extranjeros en la corte española y se hizo patente la proliferación de compositores nacionales. La consecuencia fue la adopción de un estilo musical más autóctono que bebía en las fuentes tradicionales de influencias árabes, judías y cristianas [1].

Una de las formas musicales predominantes en la época -junto al romance- fue el villancico, que no debemos relacionar directamente con la Navidad. Desde el siglo XIV la palabra “villancico” se refería a una canción (o composición poética) que usaba con frecuencia textos profanos con música inspirada en las tonadas y bailes de los campesinos o villanos. Así llamados porque vivían en villas y aldeas en contraste con los que vivían en las ciudades [2]. Muchos de los villancicos de Juan del Enzina, por ejemplo, poco tienen que ver con la Navidad y mucho con la conquista de Granada. Posteriormente empezó a vincularse a lo religioso y, en particular, a lo navideño aunque para entonces el villancico ya tenía unos siglos de historia. 

Este importante género está bien representado en varias antologías de la época: el Cancionero de la Colombina (1451-1506), el Cancionero de Palacio (1474-1516) en el que destacan las composiciones de Juan del Enzina y la colección Villancicos de diversos Autores (Venecia, 1556) en el que encontramos, entre otros, los conocidos Riu, riu, chiu y Verbum caro: Y la Virgen [3]. Esta colección es también conocida como el Cancionero de Uppsala o Cancionero del Duque de Calabria [4]. 

Bajo el título “Iudicii Signum” la Capella de Ministrers -conjunto dirigido por Carles Magraner y especializado en música antigua española- nos trae un programa centrado en villancicos navideños procedentes de los Cancioneros de la Colombina y del Duque de Calabria. También encontramos dos versiones del Canto de la Sibila y lo que se anuncia como “el primer villancico de Navidad” titulado Bien Vengades Pastores, de autor anónimo. 

Del primer bloque de villancicos destacaremos Que bonito niño chiquito, una dulce canción a modo de nana entonada en primer lugar por la tierna y aérea voz de Ruth Rosique [5] a la que se unen luego las demás voces bajo un delicado acompañamiento de flautas, vihuela de arco, vihuela de mano y percusión [6].

“Manuscrito en uno de los libros de ceremonias de la Catedral de Toledo” es la escasa información facilitada sobre el novedoso Bien Vengades Pastores que resulta ser una pieza perfumada y evocadora de otros tiempos. Precedido aquí por una antífona, el villancico se inicia en esta versión con un intenso preludio instrumental a cargo de la vihuela de arco, flautas (de aroma mozárabe) y percusión, tras el cual entran las diferentes voces. La Capella de Ministrers destaca el sabor popular y tradicional de la composición en una lectura robusta y apasionada. Todo un descubrimiento.

Del segundo bloque, nos quedaremos con Yo me soy la morenica, una colorista recreación de este bello villancico con otra soberbia introducción instrumental y la seductora y expresiva voz de Ruth Rosique.

Las sibilas eran mujeres sabias o sacerdotisas a las que se les atribuía un espíritu profético; entre ellas, la Sibila Eritrea anunciaba el Día del Juicio Final y la llegada del Salvador. El Canto de la Sibil.la se sigue interpretando cada Navidad en Mallorca aunque en épocas pretéritas también se hacía en otras zonas, hasta que el Concilio de Trento desaconsejó este tipo de manifestaciones extra-litúrgicas. El texto originalmente griego, se tradujo al latín y de ahí, a las lenguas vernáculas. Brevemente la ceremonia es así: en un momento determinado del acto litúrgico, entra la Sibil.la y en solemne procesión se dirige al trono. Cuando calla la música del órgano, la Sibil.la comienza su canto que empieza con las palabras “Al jorn del judici” (El día del juicio). El papel de la Sibil.la suele estar representado por un niño (o por una chica) que viste una camisa larga o túnica [7]. También sostiene una espada en alto y lleva sombrero que variará de forma y color según el sitio.

En la versión en valenciá que nos presenta Magraner y su conjunto el canto monódico recae, entre otras, en la muy exótica y concentrada lectura del contratenor, Joseph Hernández. El desnudo, afilado y amenazante canto se alterna aquí con polifonía de Cárceres y Alonso. Debemos destacar el orientalismo sugerido por el acompañamiento instrumental. La versión castellana del Canto de la Sibila alterna polifonía de Morales y Triana y resulta algo más reconfortante (y menos justiciera) que la anterior. Es interesante comparar ambas “escenificaciones” y así disfrutar de la personalidad de las diferentes voces y de la sugerente atmósfera del acompañamiento instrumental. Muy acertadamente la Capella de Ministrers resalta el carácter heterogéneo de esta música marcada por la diversidad que enriquecía la cultura y sociedad de entonces [8].

Las ensaladas eran composiciones polifónicas muy populares en la España del siglo XVI y Mateo Flecha uno de sus genuinos representantes. La Negrina de temática navideña es un buen ejemplo de este género libre y popular, con abundantes cambios de compás y ritmos, que da rienda suelta a la imaginación de los intérpretes. El conjunto valenciano ofrece una lectura colorista, teatral y muy entretenida, que es en definitiva a lo que aspiraban este tipo de obras.

En suma, los coleccionistas de música española de la época no querrán quedarse sin este disco de uno de los conjuntos más sólidos en su campo y que en estas fechas cumple quince años de trayectoria profesional. ¡Enhorabuena!

Notas:

[1] Con la llegada de Carlos V, que trajo consigo a su famosa capilla flamenca y sus maestros de los Países Bajos, la situación volvería a cambiar. Gustave Reese va aún más lejos al sugerir que "La intensificación de la influencia flamenca tras la muerte de Fernando [El Católico] puede que fuese la causa de que Peñalosa se marchase de su país". G. Reese: La Música en el Renacimiento (Madrid, 1988. Pág. 674).

[2] El vocablo villancico proviene de villano para distinguirlo de hidalgo o noble.

[3] Una recopilación dedicada a Juan del Enzina es la firmada por Jordi Savall y su Hespèrion XX titulada Juan del Enzina Romances y Villancicos, Salamanca 1496 (Astrée E 8707, Auvidis Fontalis 9925). Savall cuenta también en su haber con versiones de los diferentes Cancioneros: El Cancionero de la Colombina, 1451-1506, El Cancionero de Palacio, 1474-1516, El Cançoner del Duc de Calabria, etc. También hay que destacar su pionera grabación para EMI: Weltliche Musik im Christlichen und Jüdischen Spanien (1450-1550) con selecciones de varios cancioneros reeditada ahora en una caja de 8 CDs (Virgin 7243 5 61 964 2) con las grabaciones hechas por Savall entre 1975 y 1983 para EMI, publicadas originalmente en la serie Reflexe

Por otra parte, los villancicos Riu, riu, chiu y Verbum caro: Y la Virgen -junto a otros de diferentes países- se pueden encontrar en la fascinante recopilación The Carol Album: Seven Centuries of Christmas Music a cargo de Andrew Parrott (y su Taverner Consort),  uno de los directores que más se ha dedicado a la grabación de repertorio navideño (EMI CDC 7 49809 2). Riu, riu, chiu se encuentra también en la antología Villancicos - Chansons populaires espagnoles des XVe et XVIe siècles del Atrium Musicae de Madrid dirigido por Gregorio Paniagua (HMA 190 1025).

[4] Se trata de una antología de 54 villancicos (sólo 12 tienen tema navideño) procedentes de la música que se interpretaba en la Corte Valenciana del Duque de Calabria, Ferran de Aragón (1488-1550). Curiosamente el único compositor mencionado por su nombre es Nicolas Gombert, el flamenco discípulo de Josquin Desprez, que estuvo en España al servicio, como no, de Carlos V. El único ejemplar fue hallado en la biblioteca de la ciudad sueca de Uppsala, de ahí su curioso (y lejano) nombre. 

[5] La soprano catalana es también integrante del conjunto Música Ficta (que dirige Raúl Mallavibarrena) del que hace poco hemos comentado su Requiem de Victoria (Véase Filomúsica, Octubre 2002)

[6] En la carpetilla del disco se usa la terminología antigua española "vihuela de arco" en lugar de la italiana "viola da gamba", más conocida hoy día. Si se desea recuperar el uso de los antiguos nombres castellanos, es esencial que los músicos españoles "hagan campaña" y reivindiquen su uso en programas de conciertos y grabaciones como lo hace aquí la Capella de Ministrers.

[7] En la época en que se cantaba en monasterios y catedrales el niño encargado de entonar el Canto de la Sibila era uno de los niños del coro y la chica, una joven novicia.

[8] Jordi Savall ha grabado varias versiones del Canto de la Sibila. La última, El cant de la Sibil.la Mallorca - València 1400-1560 (Alia Vox AV 9806) incluye la versión recogida en este disco de Capella de Ministrers, versiones diferentes y complementarias. Lambert Climent es el tenor en ambos discos.

Obras:

Cinco villancicos anónimos de Navidad del Cancionero de la Colombina

1 Virgen dina de honor 
2 Reyna muy esclareçida 
3 Buenas nuevas de alegría 
4 Que bonito niño chiquito 
5 A los maytines era

6 Pastores dicite
7 Bien vengades pastores. Anónimo (El primer villancico de Navidad) 
8 Dínos, madre del donsel. Juan de Triana 
9 Canto de la Sibila: Juizio fuerte será dado 
10 La Negrina. Ensalada de Mateo Flecha

Dos villancicos anónimos de Navidad del Cançoner del Duc de Calàbria

11 Señores el qu’es nacido 
12 Yo me soy la morenica 
13 Cant de la Sibil.la: Al jorn del judici 

REFERENCIAS:

Iudicii Signum. Navidad renacentista en Castilla y Valencia. Ruth Rosique, soprano. Josep Hernández, contratenor. Lambert Climent, tenor. José Antonio López, barítono. Capella de Ministrers. Carles Magraner, vihuela de arco y director. LICANUS CDM 0203.

Distribuidor en España: DIVERDI. E-mail: diverdi@diverdi.com
Página web: www.diverdi.com