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Número 37º - Febrero 2.003


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EL ESPERADO SATIE DE THIBAUDET

Por Fernando López Vargas-Machuca. Lee su curriculum.

 

Estaba cantado que Jean-Yves Thibaudet daría lo mejor de sí mismo en Satie, pues el peculiar universo del autor de las Gymnopédies casa a la perfección con la personalidad del pianista galo. Por otra parte, éste no deja de señalar la influencia que en su carrera ha ejercido el gran Aldo Ciccolini, precisamente quien ha grabado más discos dedicados al citado compositor. Aquí está, finalmente, el esperado compacto, que cuenta con la soberbia toma sonora esperable en Decca y con una sofisticada presentación muy acorde con la propia presencia de Thibaudet en las tablas del escenario.

Si Ciccolini, fresco y espontáneo, no duda en jugar con los tempi y permitirse alguna que otra licencia digamos "romántica", su discípulo se mantiene en un perpetuo distanciamiento que le viene muy bien a estas partituras que apelan más a los sentidos que a los sentimientos: no hay mucha emoción aquí, pero sí bastante de misteriosa elucubración. En este sentido, el mundo del impresionismo es revolucionario precisamente por romper con "la expresión" e indagar en las posibilidades que ofrece la pura combinación de formas y colores, sea sobre el lienzo o en la partitura, sin que esto signifique caer en la frialdad o en la mera investigación de laboratorio.

Por descontado, las páginas del Satie más cabaretero y desenfadado cuentan en las manos y el cerebro de Thibaudet con la suficiente dosis de chispa e ironía, pero es sin duda en las más "misteriosas", como las Gnossiennes o Gymnopédies (entre ellas la archiconocida nº 1) donde obtiene los mejores resultados, superando abiertamente a Ciccolini en ellas. Sin duda en logro semejante tienen mucho que ver la impresionante concentración interior del pianista y su elevada sensibilidad para matizar casi imperceptiblemente unas piezas fáciles y simplonas sólo en apariencia. A destacar la inclusión de varias primicias mundiales, que hará más atractivo este magnífico compacto a quienes ya tengan en su discoteca buenas grabaciones de Satie.

En fin, gran logro de un pianista que graba mucho, quizá demasiado, y no siempre con tan estupendos resultados como en el presente caso. En su reciente recital de Sevilla, que comentamos en este mismo número, nos confesó que pronto va a registrar obras de Messiaen. Teniendo en cuenta lo extraordinariamente bien que interpreta al autor de la Turangalila, sólo podemos desear que lo haga cuanto antes. Estas cosas sí que interesan en el actual mercado discográfico.

 

REFERENCIAS

SATIE: Trois Gymnopédies, Gnossiennes, Versets laïques & somptueux, Je te veux, Jack-in-the-box, The Dreamy Fish, Le Piccadilly, The Angora Ox, L'Enfance de Ko-Quo, Sonatine bureaucratique, La Diva de l'Empire, La Belle Excentrique, Cinq Grimaces pour 'Le Songe d'une nuit d'été
Jean Yves Thibaudet, piano. 78'.

Decca 470 290-2.