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Número 48º - Enero 2.004


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Un Requiem de vanguardia

Por Ismael González Cabral. Periodista y Crítico Musical.


Con la llegada al mercado del cuarto volumen de la edición Ligeti de Teldec, se alcanza una de las entregas más esperadas por los aficionados al genial músico. Y el entusiasmo no es para menos. Tras muchos años con el Requiem de Michael Gielen (Wergo) como única referencia, al fin se dispone de esta nueva visión, de la que acaso sea una de las mayores obras religiosas escrita en plena eclosión de la vanguardia, allá por 1963/65.

Del Requiem tradicional de la liturgia latina, Ligeti sólo va a utilizar el Introitus, el Kyrie, el Dies Irae y el Lacrimosa. Con ellos conjuga una obra solemne y en donde coinciden dos de las inquietudes más apreciables en la música del autor húngaro: esto es los dramáticos contrastes entre homofonía y polifonía. Así, este Requiem coincide en espíritu con piezas como Lontano y Lux Aeterna, pero va más allá, constituyendo en su último episodio un atormentado y expresionista discurso que nos lleva a pensar en posteriores obras como Melodien o San Francisco Polyphony.

La versión de la Orquesta Filarmónica de Berlín acompañada por las London Voices y con la dirección de Jonathan Nott se nos revela formidable. Cierto es que la soprano Caroline Stein no tiene el timbre descarnado de Liliana Poli en la anterior grabación de la obra, pero el nuevo conjunto sobresale en la capacidad de profundización en la pieza, en la casi puntillista descripción de los matices de la partitura y en la sonoridad de tintes místicos desplegada por los filarmónicos.

Como introducción al Requiem escuchamos, Ramifications (1968/69) para doce instrumentos de cuerda. Aquí Ligeti trabaja mediante cuartos de tono edificando una estructura resbaladiza y en donde planea la sombra del error pretendido. Es una pieza de una seriedad casi teatral a la que Reinbert de Leeuw le aporta la claridad estructural que no conoció en la histórica grabación del siempre reivindicable Ernest Bour (Wergo).

El Doble Concierto para flauta, oboe y orquesta (1972) cuenta en este registro con dos solistas de excepción, Heinz Holliger y Jacques Zoom, ambos enormemente acreditados en el repertorio actual. La idea de la fluctuación y la antítesis instrumental actúan como eje en una de las composiciones menos difundidas de Ligeti, y cuyo lenguaje aparece más despegado que nunca del clima de suspensión de anteriores obras.

Cierra el comentario pero inaugura el disco la pieza más reciente de cuantas se incluyen. El Hamburg Concerto para trompa solista, cuatro trompas naturales y orquesta de 1998/99 revisada en 2003. Se trata de una composición fragmentada en siete breves movimientos donde Ligeti experimenta con diferentes timbres y tratamientos armónicos, derivados del protagonismo de las trompas naturales. Aunque su interés es relativo en función de la portentosa maestría del resto de obras aquí escuchadas, hay no obstante momentos de auténtica genialidad en el quinto movimiento, Spectra y en el espeluznante Hymnus conclusivo. Las fuerzas del Asko Ensemble y del Schönberg Ensemble bajo la dirección de Leeuw y con solistas de excepción rubrican un disco antológico en la cada vez más cercana a su fin, Edición Ligeti.

REFERENCIAS:

LIGETI: Hamburg Concerto. Double Concerto. Ramifications. Requiem.
Marie Luise Neunecker, trompa. Sybille Mahni, Simon Breyer, Thomas Bernstein,
Ozan Çakar, trompas naturales. Heinz Holliger, oboe. Jacques Zoom, flauta. Asko
Ensemble. Schönberg Ensemble. Reinbert de Leeuw director.
Caroline Stein, soprano. Margriet van Reisen, mezzo-soprano. London Voices. Terry
Edwards, director. Orquesta Filarmónica de Berlín. Jonathan Nott, director (Requiem).
TELDEC CLASSICS 8573-88263-2