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EL PIANISTA CIRCENSE
Por
Rubén Flórez
Bande
Primero vino
Cziffra, luego vino Graffman, más tarde vino la Argerich... y así un
considerable etcétera hasta el día de hoy, que le ha tocado el turno (o el
sambenito según se mire) a Arcadi Volodos. De todos ellos se ha dicho que
eran los herederos y sucesores del saber pianístico de Vladimir Horowitz.
Seguramente al maestro ruso le disgustarían estas comparaciones, todos las
comparaciones son odiosas... incluso cuando son para medir magnitudes, y
es que aquí, comparados con "el maestro", todos salen perdiendo, en
especial el que nos ocupa: Vladimir Horowitz sólo ha habido uno, y se
rompió el molde.
Arcadi Volodos lleva una corta, pero bien planificada (en cuanto a
marketing se refiere) carrera pianística, y todo lo que ha dicho hasta
ahora es bien poco, y ya se nos quiere vender como una gran estrella:
mucha propaganda pero pocos resultados.
Ahora le toca el turno enfrentarse con el "architocado" Primer
Concierto de Tchaikovsky (antes ya le había tocado el turno al
Tercero de Rachmaninov ) grabado en vivo en la Philarmonie berlinesa, y
como es de suponer su "modelo" Horowitz le da mil vueltas al "novel"
pianista.
Volodos hace una lectura superficial, interpretativamente hablando; no
digo nada de su técnica, que es soberbia, una "máquina" de dar notas, en
esto se asemeja a todos los "imitadores" de Don Vladimir, sucesiones de
notas, pero sin expresión, sin entrega, sin entusiasmo... como si se
tratase de una secretaria escribiendo en un ordenador. Así resulta un
primer movimiento sólo interesante en los momentos de bravura, mientras
que la desidia, y la dejadez planean sobre el resto. El segundo movimiento
tiene su cierto interés, sobre todo en la parte central, la del "Prestissimo",
donde el pianista realiza algún que otro juego agógico que tiene su
gracia, pero de ahí no pasa, volviendo a caer en la lectura plana. Y en el
tercer movimiento aparece el rasgo más característico de este pianista
ruso, que son las piruetas, los triples saltos mortales con tirabuzón,
piano arriba y abajo, pero sin decir nada, sin nada de profundidad, sin
nada de bravura, simplemente dando las notas lo más rápido que se pueda.
Al menos se evita el aburrimiento, pero esto no sé si es válido para
recomendar esta versión.
La dirección de Ozawa frente a la Filarmónica de Berlín es algo "marciana"
inventándose matices de ejecución que no aparecen en la partitura,
arremetiendo en los tutti con muchos decibelios, demasiado sofisticado en
las partes lentas (especialmente en el Andante), "machacón" en los
finales... una dirección bien anodina.
Versión esta que comparada con las de Horowitz se queda a años luz; cierto
es que a Horowitz también le gustaba lucir -nunca lo ocultó- sus alardes
técnicos, pero también era músico e interpretaba, no se limitaba a
intentar imitar, él creo su propio lenguaje, su saber decir, su color; en
definitiva, su personalidad. Volodos, en cambio, intenta "plagiar", no
consiguiéndolo, sin preocuparse de buscar un lenguaje propio, o un matiz
personal.
El resto del disco está dedicado a pequeñas piezas para piano solo de
Rachmaninov. Dos Preludios del Op.23 y del Op.32, la Melodía
Nº3 del Op.3, el Sketch Oriental, Daisies y el
Momento Musical Nº2 del Op.16. En estas obras Volodos se muestra rico
en sutilezas, con algún que otro juego dinámico, pero sin conseguir
ninguna ensoñación: aquí, claro está, vuelve a triunfar "el maestro", o
incluso el sofisticado Askhenazy. Obras que se dejan escuchar, pero sin
magia.
La última pieza que incluye el disco es una Paráfrasis del propio
Volodos sobre la Polca Italiana de Rachmaninov, emulando, claro
está, otra vez más a su ídolo, que tan propenso era también a esto de las
paráfrasis. Una pieza esta que no va más alla de lo puramente circense,
para darnos a escuchar su sobrada técnica. Está bien como frivolidad y
lucimiento.
No acepten imitaciones.
REFERENCIAS:
TCHAIKOVSKY: Concierto para piano y orquesta Nº1
RACHMANINOV: Obras para piano solo.
Arcadi Volodos: piano.
Orquesta Filarmónica de Berlín. Dir: Seiji Ozawa. (en Tchaikovsky)
SONY SH 93067. (SACD híbrido, compatible con lectores de CD)
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