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LA DIGITACIÓN PIANÍSTICA A lo largo de varios artículos nos encargaremos de exponer este tema, intentando que sea provechoso, y amplíe nuestro conocimiento de una de las partes integrantes dentro del estudio de una obra.
Por digitar
entendemos seleccionar el orden sucesivo o simultáneo de los dedos que
deben ejecutar una obra musical. Al conjunto de cifras resultante la
denominamos digitación. Ahora veremos la opinión
acerca del tema que tienen algunos de los más grandes compositores: · J.S. Bach: Es preciso poner el dedo conveniente, sobre la tecla exacta, en el momento preciso. ·
Hummel: Sin
una digitación justa y cómoda, es imposible mantener una ejecución
perfecta. · H. Neuhaus: La mejor digitación es la que permite interpretar lo más exactamente posible una y la que corresponde más exactamente a su sentido. Tras ver estas breves
opiniones acerca de algunos de los más grandes compositores, pasaremos a
tratar su evolución histórica: La evolución de la digitación está supeditada a varios factores interrelacionados entre sí: los instrumentos de tecla, la escritura compositiva, la técnica pianística. Durante la época
clavecinística no existían unas normas estables en cuanto a digitación
se refiere, lo que sí se observa, son unas series de pautas que seguían
de manera común los instrumentistas. Señalaremos algunas: Atacar
las teclas por su borde, junto a la poca longitud de los instrumentos
antiguos, hacía que los dedos más cortos quedasen excluidos (pulgar y meñique).
La poca resistencia que ofrecía por parte de las teclas favorecía la
digitación cruzada. La época posterior a
la clavecinística la podríamos dividir en dos grandes etapas: Ø
De mediados del siglo XVIII
a mediados del XIX. Destaca la figura de Czerny, por ser el primero en establecer unas normas estables en cuanto a digitación. Entre ellas destacan: - la utilización del pulgar como único pivote de la mano, - el mismo dedo no debe usarse en dos o más teclas seguidas, - el pulgar y el meñique no deben usarse sobre teclas negras, - el empleo de dedos diferentes en notas repetidas para favorecer la percusión en una nota, - la utilización de la sustitución muda para favorecer el legato... Todas estas normas iban acompañadas de la independencia absoluta de la mano, con respecto a la mano, muñeca y brazo. A esto se le denominó posición fija. Este período dentro de la digitación se conoce con el nombre de digitación racional. Ø
De mediados del siglo XIX
hasta nuestros días. Esta época se caracteriza por un mayor
desarrollo de la escritura, por lo que se produce un desarrollo en la
digitación. Asimismo, destaca la mayor integración
de la mano y el brazo dentro de la ejecución pianística; la mejora en la
técnica del pedal, lo cual favorece a la mayor libertad antes
mencionada... Al empuje de esta evolución influyen
sobre todo, los grandes compositores para piano del Romanticismo (que es
cuando se produce el apogeo de la escritura y técnica pianística), entre
los más destacados se sitúan Chopin, Liszt y Brahms. Ellos impulsan unas
series de normas que son las que constituyen la base o se podría decir,
la digitación tal y como la entendemos hoy día. Ahora
vamos a remitirnos a lo que más nos atañe: el papel que ocupa la
digitación en el
estudio de una obra. A
la hora de digitar, hemos de tener presente que la digitación
respete el contenido musical de la obra y que sea cómoda de
realizar. Además de ello, hay que contar con una serie de factores a
saber: previsión, simultaneidad y pedalización. Cuando
hablamos de respetar el contenido musical de una obra debemos saber que es
lo que abarca concretamente tal afirmación. Hemos
de distinguir varios puntos de articulación, tempo, dinámica, ritmo,
estilo y carácter. En
la articulación, si queremos hacer legato en grupos de dos notas, será
conveniente utilizar los mismos dedos para cada grupo; si bien lo que
queremos es separar grupos de legato, entonces evitaremos la digitación
repetitiva (aquella en la que los dedos se suceden de forma natural) para
sustituirla por la cruzada (aquella en la que se rompe la sucesión
natural de los dedos, dejando paso a que el pulgar se cruce por en cima o
debajo de éstos). En cambio,
dentro de un mismo legato, no se deberá utilizar la digitación
repetitiva, porque se rompería la unión entre un sonido y otro. Otro
de los recursos para la realización del legato, es el deslizamiento
(resbalar el dedo de tecla a tecla, generalmente de negra a
blanca). Si queremos conseguir un buen legato será conveniente la
utilización de la digitación repetitiva. Con
respecto al tempo, la primera observación lógica a la que todos llegamos
es que cuanto mayor sea la velocidad de la pieza, mayor número de dedos
habrá que emplear y a la inversa, ya que por medio de una digitación,
podremos controlar la velocidad de un determinado pasaje. En
referencia a la dinámica, podemos distinguir entre dedos fuertes (pulgar,
índice y anula) y dedos débiles (los restantes). De esta distinción
sacamos la conclusión que
para obtener un forttísimo, es
muy útil la utilización de los dedos fuertes. Si
queremos obtener un control dinámico en el legato, intentaremos no perder
el contacto de los dedos con las teclas, trasladando así el peso del
brazo de una tecla a otra. Con los grupos de valoración especial,
controlaremos mejor su dinámica en forte si utilizamos los dedos pulgar y
medio. Al
digitar, hemos de tener presente la época en la que vamos a tocar y, por
tanto, el estilo a respetar en lo que
a digitalización se refiere. Por ejemplo, el paso del pulgar sobre
el meñique es propio de Liszt, pero no de Mozart ni Beethoven, aunque en
el caso de éste último es excepcional porque su genialidad hace que su
escritura vaya muy por delante de las posibilidades que le ofrece el
instrumento con el que cuenta (el pianoforte); por tanto esto tiene una
clara repercusión sobre la digitación, no yendo esta a la par de su
escritura. Por
último, hablaremos un poco del carácter y lo haremos a través de un
ejemplo. En
la Sonata op.32 nº2, en el primer movimiento, observamos cómo el autor
lo que pone de manifiesto es el terrible estado interior de su psique,
donde destaca la lucha que hay por parte de la voluntad contra la
fatalidad. Esto lo podremos comprender mejor si utilizamos una digitación
global en la que entendamos que en los compases 2º, 3º, 4º y 5º, hay
tres frases globales, por tanto nos interesará una digitación que no
separe demasiado los grupos de dos, sino que vaya más enfocada a lo
anteriormente dicho, es decir, evitar una clara digitación repetitiva y
utilizar en su lugar una digitación correlativa, aunque se separe brevísimamente
entre los grupos de dos notas. En
nuestro próximo artículo seguiremos profundizando en la digitación,
encargándonos esta vez de analizar las características respecto a la
comodidad de realización. Bibliografía: - NIETO, A.: La digitación pianistica. Mira editores. Colección: Mater Música. Distribuido por Editorial Boileau. Tel-Fax 93 2155334 E-mail: boileau@cambrabcn.es Página web: http://www.cambrabcn.es/boileau Nota del editor: De especial interés es este libro que se cita (Albert Nieto) por su gran valor pedagógico y su amplia cantidad de ejemplos. Lo recomendamos como imprescindible en la biblioteca del pianista. Éste artículo se puede considerar una síntesis muy personal de éste magnífico libro.
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