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Número 9º - Octubre 2000


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LA DIGITACIÓN PIANÍSTICA (III).

Por Rocío Cuenca Antón.
 

Nota: La mano de la imagen es la del editor.

       

       En nuestro último artículo estuvimos viendo algunos de los factores más importantes que entran en juego a la hora de digitar y parte de la estructura física que nos permite tocar el piano, es decir, estuvimos viendo parte de la mano. En este artículo nos propondremos como objetivo terminar de analizar la mano, profundizar en las características de cada dedo...

Las articulaciones que nos encontramos en la mano son de dos tipos:

-        Metacarpofalángicas: las que unen el metacarpo (la palma de la mano) con la primera falange.

-        Interfalángicas: que se dividen en próximas (unen la primera con la segunda falange) y distales (unen la segunda con la tercera falange).

 La flexión de los dedos y por tanto, el hundimiento de las teclas es producido por los músculos flexores superficiales y profundos; la extensión, por los músculos extensores. A parte de esos músculos, el índice y el meñique, cuentan con su músculo extensor propio. Es importante destacar la cintilla intertendinosa, que une los tendones de los dedos 3º, 4º y 5º; ella facilita que, a la hora de llevar a cabo la consecución de estos dedos, nos sea dificultoso y no poseamos la misma independencia, agilidad... que con el índice (por ejemplo).

 A continuación vamos a definir lo que se entiende por posición de función de mano y muñeca: es la posición que permite cumplir con la máxima eficacia y el menor esfuerzo, la ejecución pianística. Esta posición sería la paralela a la posición de función pianística, caracterizada por:

-      Muñeca en pronación; cuyo ángulo de extensión con respecto al eje del brazo extendido es de 20º.

-      Muñeca en ligera aducción de aproximadamente 10-15º.

-      Dedos flexionados en sus tres articulaciones, aumentando el grado de flexión de forma regular desde el índice hasta el meñique.

-      Pulgar en semiposición por delante del plano palmar y con sus articulaciones ligeramente flexionadas.

 Aparte de la posición de base con la que cuenta la mano, no menos importante es la articulación del hombro, ya que hace posible los movimientos de traslación. Con la abducción se traslada la mano derecha hacia el agudo y la mano izquierda hacia el grave, mientras que con la aducción, se nos permite llevar a cabo el movimiento contrario.

 Con estas palabras damos por concluida la visión con respecto a la anatomía de la mano. Ahora pasaremos a ver las características sonoras, físicas... de cada dedo.

 El pulgar, que proviene del latín, viene a significar algo relacionado con tener poder y a lo largo de la historia encontramos numerosos ejemplos populares de ello, como es el caso de la antigüedad, que para conceder la vida o dar la muerte, levantaban o bajaban el pulgar.

 Ya hemos visto cómo con su estructura anatómica, sirve de pivote a la mano. El acento que se obtiene con el pulgar es el más potente, seguro y el menos seco. Nos sirve de igual forma para obtener un mejor control rítmico haciéndolo coincidir con el acento métrico, pero ello no quita que tenga gran delicadeza especialmente a la hora de deslizarse de una tecla a otra. De igual forma, destaca la gran variedad de gama melódica de que consta. Esto es destacable en estudio de concierto nº3 de Listz.

 El índice, que viene a significar en latín “indicador”, es después del pulgar el que tiene mayor amplitud de movimiento en sentido lateral, lo que junto con sus otros movimientos, le proporciona la capacidad de movimientos llamaba de circunducción. Esta gran facilidad de movimiento le permite obtener una sonoridad más  dulce. La gran abertura existente entre el pulgar y el índice, es propia para abarcar intervalos de gran amplitud. La dulzura del índice se debe a que es el dedo más sensible, siendo por tanto, junto con el medio, los más indicados para dibujar la línea melódica.

 El medio es el dedo más fuerte después del pulgar, ya que al encontrarse en el centro hace las veces de centro de gravedad, donde convergen todas las fuerzas yendo desde la de los músculos de la espalda hasta la de la mano, y todo esto a pesar de no ser independiente (recordemos que es uno de los dedos que forma la cintilla intertendinosa). En aquellos pasajes que requieran una mayor fuerza, se empleará en mayor medida con el pulgar, y en menor, con el índice. A estos tres dedos se les denomina dedos fuertes de la mano. Pero con el pulgar su relación es aún mayor, ya que son muy parecidos a efectos de sonoridad, por lo que se suelen agrupar si quieren conseguir una gran sonoridad, siendo además esta muy particular. Debido a sus características anatómicas (centro de gravedad, dedo más largo...) es el más apropiado para realizar los glissandi, no obstante para los que se tengan que realizar en corte es aconsejable la unión con el anular.

 En el caso del anular es distinto ya que es el dedo que tiene menor libertad de movimiento (recordemos que esto es debido a la cintilla intertendinosa). A modo de curiosidad se le ha asignado a este dedo el anillo nupcial como símbolo de dependencia, siendo además el dedo que dicen está directamente unido con el corazón.

 Las interconexiones  ligamentosas son el motivo de la desesperación de muchos pianistas, y del trabajo constante que tenemos que llevar a cabo sobre este dedo. De la limitación de su extensión resultan dos particularidades:

        -      La lentitud con la que sale de la tecla.

-      La menor fuerza sonora, ya que su distancia de ataque es más corta.

 Como resultado, por tanto debemos evitar su uso en aquellos pasajes que se requiera una mayor capacidad rítmica o sonora. Eso no quita que sea el poseedor de otras importantes particularidades, entre otras, es el dedo más expresivo, convenciéndonos especialmente su uso en los siguientes casos:

         -      El deslizamiento de una tecla blanca a otra blanca, de una negra a otra blanca, o viceversa... En este sentido cabe destacar a Chopin, Listz...

          -      En aquellos pasajes en los que se requiera un carácter ligero y expresivo... para darle especial sentido o hincapié a una nota en su expresión.

 En último lugar pero no por ellos menos importante, tenemos el meñique. Este dedo a pesar de contar con la cintilla intertendinosa, tiene a su servicio un músculo extensor propio, junto con los músculos de la eminencia hipotenar. Debido a esto, es fuente de unión con el pulgar en la realización de octava, quinta... De igual forma, también es habilidosa para ser sacado por encima de los otros dedos,  para conseguir sonoridades delicadas y ligeras, para deslizarse entre teclas contiguas, lo cual hace que favorezca el legato... Aunque observamos que es bastante dificultoso su manejo en combinación con el anular.

 En el próximo artículo ya podremos observar como resolver distintos problemas de la ejecución pianística, basándonos en el ejercicio de la digitación.

Bibliografía:

- NIETO, A.: La digitación pianistica. Mira editores. Colección: Mater Música. Distribuido por Editorial Boileau. Tel-Fax 93 2155334 E-mail: boileau@cambrabcn.es Página web: http://www.cambrabcn.es/boileau

Nota del editor: De especial interés es este libro que se cita (Albert Nieto) por su gran valor pedagógico y su amplia cantidad de ejemplos. Lo recomendamos como imprescindible en la biblioteca del pianista. Éste artículo y los anteriores a éste, publicados por Rocío sobre digitación en esta revista, se pueden considerar una síntesis muy personal de éste magnífico libro.