Revista mensual de publicación en Internet
Número 17º - Junio de 2.001


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GLOSSA:
LA VETERANÍA ES UN GRADO

Por "Don Profondo".

En los últimos tiempos están apareciendo en el mercado, para regocijo del buen aficionado, diferentes sellos -Cantus y Alia Vox primero, Enchiriadis y Verso más recientemente- que responde al mismo admirable patrón: infrecuente repertorio centrado por lo general en la música antigua, interpretaciones de primerísima categoría realizadas por artistas directamente relacionados con la productora, y presentación sumamente cuidada tanto en lo puramente estético como en el contenido literario, abundante y completo. El modelo, como es bien sabido, lo creó Glossa hace ya un buen puñado de años, y el que -por fortuna y para beneficio de todos- surjan seguidores no hace sino corroborar su tan portentoso como justificado éxito.

Como la veteranía es un grado, Glossa se halla mucho más desarrollada que sus “rivales”, y aunque estos puedan ofrecer productos igualmente logrados, el sello de San Lorenzo del Escorial cuenta con un catálogo de música antigua que no tiene parangón en el mundo entero. Y es que, aparte de realizar las siempre esperadas grabaciones del fabuloso tañedor José Miguel Moreno y sus amigos -pues así empezó la cosa-, el incremento de las ventas le ha permitido colaborar con artistas digamos más internacionales, incluidas figuras de la talla de Emma Kirkby o Frans Brüggen. El repertorio, por su parte, se ha ido ampliando de manera notable, de tal modo que lo mismo nos encontramos con la primera grabación de interesantísimas páginas hasta ahora ocultas, que con una nueva y sorprendente versión de una obra de repertorio grabada hasta la saciedad. Presentamos ahora cuatro nuevas referencias.

Empezamos por el sexto disco de La Venexiana en Glossa, y octavo de su director, el contratenor Claudio Cavina. Por cierto, estos artistas le fueron paradójicamente arrancados a su “imitadora” Cantus, que fundara precisamente quien estuvo en los orígenes de aquella junto a José Miguel Moreno y que luego tuvo que salir corriendo, el crítico José Carlos Cabello. ¡Cosas de la vida! A lo que vamos. Se trata del Primer Libro de Madrigales de Sigismondo D’India, publicado en 1606, siendo buen representante de lo que se ha venido en llamar “manierismo musical”: subversión de la forma clásica -las famosas disonancias- a partir del pleno conocimiento de las reglas, hasta llevar el lenguaje a un punto sin retorno que permita la irrupción de un estilo enteramente nuevo, esto es, el Barroco. Precisamente, como afirma el propio Cavina en sus notas (que el lector interesado se puede bajar en formato PDF desde la página dedicada a este disco), “en todas las composiciones de este libro, podemos apreciar una especial atención al texto y a la palabra, señal inequívoca de la profunda influencia que tuvieron la seconda pratica y las enseñanzas monteverdianas sobre el joven Sigismondo”. Interpretaciones fascinantes, como no podía ser menos, en ese cálido y sensual estilo mediterráneo con el que ya nos hemos olvidado de las maneras de hacer británicas que hasta no hace mucho imperaban en este repertorio.

Vuelve a la carga el clarinetista Eric Hoeprich, esta vez no con su Mozart  habitual, pero sin salirse de los límites del clasicismo vienés. Al frente de su grupo Natchmusique (es también líder del Stadler Trio), ofrece una preciosa selección de páginas del compositor bohemio Franz Krommer (1759-1831), que respondió con su gran oficio y notable inspiración a la gran demanda de composiciones para grupos de vientos que se daba en la Viena de finales del XVIII, todo ello a raíz de la creación de un octeto por parte del emperador José II. Recordemos, sin ir más lejos, la portentosa Gran Partita de Mozart. La música aquí contenida no alcanza semejante calidad, pero su escucha resulta sumamente placentera, a lo que contribuyen las magníficas interpretaciones y el precioso sonido de los instrumentos originales. A destacar la colaboración del violista Emilio Moreno, hermano de José Miguel y uno de los responsables del sello. Como siempre, amplia información en la web de Glossa sobre estos Bohemian Winds.

Finalizamos con los dos primeros discos para el sello de su más reciente y espectacular fichaje en exclusiva: Hervé Niquet y su grupo Le Concert Spirituel, que tanto prestigio han alcanzado gracias a sus abundantes grabaciones para Naxos. A partir de ahora habrá que pagar tres veces más por sus discos, pero a cambio tenemos una presentación aplastantemente superior y un repertorio quizá más arriesgado aún. No es precisamente el colmo de la comercialidad registrar páginas para órgano de François D’Agincourt, compositor del que apenas se había grabado nada y que en los libros se nos presenta como representante de la transición del estilo barroco francés del seiscientos, clásico y solemne, al grácil y amable Rococó de Luis XV. El resultado presenta un elevado interés musicológico, pero el astuto Niquet ha sabido ofrecer un compacto al mismo tiempo ameno y sugestivo insertando las piezas en la reconstrucción de una supuesta misa conventual de Pentecostés, incluyendo el canto llano, obra de un tal Guillaume-Gabril Nivers. Magnífica su labor en el teclado de un fantástico órgano de la época e irreprochable el coro.

El lanzamiento estrella es, sin embargo, el Dido y Eneas que nos ofrecen Niquet y su grupo. Ahí es nada, realizar una nueva grabación de una de las óperas barrocas más justamente famosas... y grabadas. No es aquí menor el riesgo que corre, dada la competencia. Sus aportaciones: un sonido muy francés, excelentes hallazgos en la instrumentación (tiorbas en el bajo continuo) y un coro excelente, pues no en vano Niquet empezó su trayectoria como director del de la Ópera Nacional de París. Pero quien esto suscribe quiere ser del todo sincero y no puede dejar de señalar que ha encontrado cierta falta de profundidad y poso dramático en la batuta. Tampoco le termina de convencer Laura Pudwell, de voz mate, en su doble cometido de Dido y la Hechicera, resultando algo sosa en lo interpretativo. Fabulosa presentación. Próximas grabaciones: páginas para clave de D’Agincourt, el Te Deum de Charpentier, y ¡la Música para los fuegos artificiales!

 

Sigismondo D’India: Primer Libro de Madrigales.
La Venexiana, Claudio Cavina.
49’.
Glossa GDC 920908
.

Bohemian Winds: Música de Franz Krommer.
Natchmusique, Eric Hoeprich. 64’.
Glossa GCD 920604.

François D’Agincourt: páginas para órgano.
Les Dames de Saint Jean, canto llano.
Hervé Niquet, órgano. 75’.
Glossa CDC 921701.

Henry Purcell: Dido y Eneas.
L. Pudwell, P. Harcey, S. Haller.
Le Concert Spirituel, Hervé Niquet. 49’.
Glossa GCD 921601.