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Número 2º - Marzo 2000


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FABIO BIONDI RECALA EN VIRGIN CLASSICS.

Por Ignacio Deleyto Alcalá.

Tras su paso por un sello independiente Fabio Biondi y su conjunto Europa Galante han firmado un contrato en exclusiva con Virgin Classics fruto del cual son las dos referencias que comentamos a continuación: L'estro Armonico de Vivaldi (VMD 5 45315) y recientemente, Conciertos de J.S. Bach (VC 5 45361) .

Fabio Biondi ya era conocido mucho antes de fundar la Europa Galante como primer violín de Le Concert des Nations de Jordi Savall. Su virtuosismo e imaginación con el arco le granjearon una muy buena reputación en aquellos tiempos. A comienzos de los 90 y con el apoyo del sello de Yolanta Skura (fundadora de Opus 111 tras 16 años como productora de lujo del sello Erato) creó el conjunto Europa Galante y empezó su andadura como director.

También por entonces es cuando empiezan a surgir conjuntos italianos que tratan de convertirse en verdaderos adalides del repertorio renacentista y barroco italianos que había estado dominado por los conjuntos ingleses. Ciertamente los italianos llegaron tarde a los instrumentos originales pero en su favor hay que decir que recuperaron el tiempo perdido muy pronto. Hoy día, conjuntos como Concerto Italiano de Alessandrini, Europa Galante de Biondi o Il Giardino Armonico son de sobra conocidos por los aficionados y reconocidos por la crítica internacional.

Por desgracia en España no hemos sido capaces de hacer lo mismo o, al menos, no hemos tenido el mismo éxito y aceptación (excepciones aparte) y todavía mucho de nuestro repertorio renacentista y barroco es mayoritariamente interpretado y grabado, como no, por ingleses. No es casualidad. Si pensamos, por ejemplo, en términos de polifonía renacentista (Victoria, Guerrero, Morales, etc.) hay que decir que esta música ha formado parte activa de las celebraciones litúrgicas de sus catedrales desde hace mucho tiempo. Curiosamente, allí han crecido y se han formado escuchando a nuestros maestros. La tradición es siempre un dato muy a tener en cuenta.

Pero vamos a centrarnos ya en el primero de los discos de Europa Galante. L'estro armonico es una obra de 12 conciertos que incluye conciertos para uno, dos y cuatro violines, cinco de ellos con violoncelo obligado. Fue la primera colección de conciertos publicada por el autor y es de una riqueza temática extraordinaria. Una buena muestra de su calidad y popularidad en su tiempo fue el interés y admiración que despertó en Bach, el cual transcribió varios de los conciertos: dos para órgano solo, tres para clave solo y uno para cuatro claves y orquesta (el famoso Op 3 nº 10 convertido en el BWV 1065). También ha sido el primer trabajo de Biondi para Virgin y el resultado no ha podido ser mejor. Este es un disco que supera todo lo escuchado antes en esta obra.

Biondi ha conseguido realizar una lectura fresca y de un vitalismo contagioso. Nada aquí suena monótono o rutinario (como en tantas grabaciones de Vivaldi); al contrario, cada compás sorprende y engancha. Con Biondi Vivaldi no es el compositor de conciertos bonitos y amables sino un músico revolucionario que experimenta con el sonido y la armonía.

Los tempi elegidos son adecuados, la cuerda no tiene el sonido avinagrado de otros historicistas y Biondi hace un bajo continuo con clave, órgano, archilaúd y guitarra barroca lo cual ayuda mucho al éxito de la versión por la riqueza en color que esto supone. Pinnock, la otra versión de referencia, sólo usa clave que, en vista de los resultados de Biondi, es un demérito. De todos modos, la de Pinnock sigue siendo una clara recomendación para esta obra.

Fabio Biondi, además de dirigir, es por supuesto el primer violín del conjunto. Su arco está lleno de fantasía e imaginación. El sonido del instrumento es dulce y carnoso al mismo tiempo y es en los movimientos lentos donde da lo mejor de sí mismo. Escúchese, por ejemplo, el largo del concierto nº 6 o el bellísimo larghetto del nº 9. Por hacer una comparación, Biondi es a Vivaldi lo que en su día Goebel fue a Bach. Ha sido capaz de "reinventar" estas partituras.

Puede ser que algunas de sus acrobacias puedan parecer excesivas o que en ciertos pasajes la afinación pueda plantear problemas. Todo ello carece de importancia cuando estamos ante un derroche tal de talento e imaginación interpretativas. Disco, por tanto, que recomendamos sin reservas.

El último trabajo de Biondi para Virgin Classics es un disco con versiones originales y transcripciones de conciertos de Bach hechas por el mismo. El programa es variado: Concierto para Violín y Oboe BWV 1060 reconstruido a partir del Concierto para dos claves; Conciertos para violín BWV 1056 & 1052 a partir de sus respectivas versiones para clave y Concierto para Clave BWV 1054 reconstruido a partir del concierto para violín BWV 1042.

Bach fue seguramente el primer compositor en escribir o arreglar conciertos específicos para clave bien a partir de sus conciertos para violín o de conciertos de otros compositores. Por ejemplo, la versión original del famoso concierto para clave BWV 1052, ahora perdida, es con casi total seguridad para violín. De ahí, la reconstrucción que oímos en este disco.

Sorprende lo bien que funciona la trascripción para violín. De esta manera parece una obra de mayor envergadura y aliento. Aquí la asociación del violín con la cuerda es mucho más presente, aspecto éste muy importante para Bach ya que buscaba una mayor identificación del concertino (violín solo en este caso) con el ripieno. Con Biondi los pasajes solistas adquieren una fuerza que en el clave sólo se puede sugerir. Siempre tuve la sensación de que en el adagio, el clave trataba de imitar al violín tanto en la articulación como en esa intensa melancolía que invade la partitura. Tras oír esta versión esa sensación ha quedado confirmada. Este concierto es probablemente lo mejor del disco y su allegro final es una maravilla de principio a fin.

El resto está prácticamente a la misma altura. Biondi busca resaltar lo italianizante en la música de Bach y ofrece lecturas más mediterráneas sin que por ello uno se olvide de que Bach en las manos del italiano sigue siendo Bach. Es enérgico en los movimientos rápidos y lírico en los lentos. Una vez más quedan patentes su virtuosismo y gran técnica. Hace unas cadencias que tienen la fuerza y la tensión que encontramos en las Sonatas y Partitas para violín del mismo compositor.

Su violín tiene un sonido amplio y penetrante. Usa más vibrato de lo que es habitual en intérpretes con instrumentos originales y creo que este aspecto habla en su favor pues pone la interpretación por encima de normas estilísticas. Destaquemos el Largo del BWV 1056 en el cual al bellísimo lamento de la voz solista, que se eleva por encima del pizzicato en la cuerda, se une la peculiar atmósfera creada por el acompañamiento del archilaúd. También en el BWV 1054 Biondi y su Europa Galante consiguen una gran versión. Su clavecinista, Sergio Ciomei, es excelente aunque no llegue a superar la creatividad y fantasía de un Ton Koopman.

En definitiva, otro buen disco de Biondi que aunque más moderado en Bach, y sin la pasión que caracteriza sus aproximaciones a Vivaldi, es capaz de sorprender y entretener por un igual.