|
|
BACH SEGÚN GUSTAV LEONHARDT, EN SEON. Por Angel Riego Cue. Aprovechando que estamos en el "año Bach", puede ser adecuado escoger las interpretaciones de sus obras que ha hecho el clavecinista, organista y director holandés Gustav Leonhardt (nacido en 1928) para presentar la serie "Seon", que viene publicando Sony Classical en sucesivas entregas, con una cuidada presentación y a precio muy barato. "Seon" fue un sello de música antigua que se creó a principios de los años 70, a iniciativa del productor Wolf Erichson (que actualmente lo es de Sony-Vivarte), tomando como nombre precisamente un acróstico de "Studio ErichsON". Algunos títulos estuvieron editados en España por RCA, pero hoy son ya inencontrables. La edición que publica Sony comprenderá todo el fondo de catálogo Seon, unos 60 CD's. Estas
grabaciones estuvieron entre las pioneras en hacer
música barroca con instrumentos originales de la época,
y gran parte de los músicos que colaboraron en ellas
siguen en la actualidad en primera línea: el propio
Leonhardt, Frans Brüggen, Anner Blysma, los hermanos
Kuijken... nombres todos ellos pertenecientes a la
llamada "escuela holandesa" de interpretar la
música del Barroco. Siempre se ha reconocido que Leonhardt no llega como director a las mismas cotas que como clavecinista, donde es para muchos el más grande de este siglo. En los propios Conciertos de Brandenburgo, los resultados nos parecen superiores cuando toca además de dirigir (o sea, los 4 últimos). Otra muestra del Leonhardt director la encontramos en el concierto para clave nº 1 BWV 1052, que encontramos en una toma de 1981 (ya DDD) acompañado por un concierto de C.P.E. Bach, el Wq. 23, en un disco que dura sólo 47 minutos. En 1968 Leonhardt grabó el ciclo completo de los conciertos para 1, 2, 3 y 4 claves de Bach, a excepción del BWV 1052, del que tenía una versión más antigua con el Collegium Aureum en el sello "Deutsche Harmonia Mundi", y que interpretó entonces Herbert Tachezi, dirigido por Harnoncourt. Aunque Leonhardt aventaja claramente a Tachezi como solista, este disco interesa sólo como complemento del ciclo completo. Por otra parte, la dirección de Harnoncourt sea más fluida que la del holandés, que tiende algo a la solemnidad; las mayores diferencias son en el tercer movimiento.
Otra muestra del maestro holandés haciendo música de cámara la tenemos en las Sonatas (y Partita) para flauta, que se anuncian como "completas", aunque no se incluyen las dos que sólo se conservan en autógrafo de Carl Philip Emanuel Bach, con lo que nos perdemos la BWV 1031 (con su maravilloso "Siciliano") y la 1033. A cambio se nos obsequia con "reconstrucciones" de la posible fuente de estas obras, pues se cree que no son originales para flauta: así, encontramos transcripciones de movimientos de la Partita para flauta sola tocados con viola, clave, violonchelo piccolo, flautín o violín. También se incluye un movimiento de concierto construido sobre el primero de la Sonata BWV 1030. En cuanto a las interpretaciones propiamente dichas, la probervial seriedad de Leonhardt se ve atemperada por la presencia de Frans Brüggen en la flauta (que, con todo, tiene un sonido más "estudiado" y menos "fresco" que Hazelzet con Musica Antiqua Köln) y, sobre todo, de Anner Blysma en las obras que incorporan al continuo el violonchelo piccolo, que son las que suenan más vivaces. Por su parte, Leonhardt vuelve a dar una lección de cómo se hace un continuo: su trabajo nos parece muy superior al de Henk Bouman, con Hazelzet. Ambas versiones podrían elegirse como las de referencia (la de MAK añade las obras "dudosas"). Mucho más raro que escuchar a Leonhardt al clave es hacerlo en el otro gran instrumento barroco de teclado, el órgano, donde su estilo "serio y doctoral" le sienta muy bien a esta música. En un doble CD titulado "Great Organ Works" encontramos, curiosamente, la popularísima "Toccata y fuga en Re menor" BWV 565, pero el resto del programa no son las otras obras más conocidas de Bach en este repertorio (Passacaglia, Corales Schübler) sino otras mucho menos divulgadas, entre las que podemos citar los preludios y fugas BWV 547 y 548, las Fantasías BWV 562 y 572, o las Variaciones sobre "Von Himmel hoch" BWV 769. Aunque el programa no sea "lo primero" que recomendaríamos para adentrarse en este repertorio, su calidad e interés están fuera de toda duda.
Seon nos ofrece también dos de las colecciones importantes de Bach para el clave, las Suites Francesas (grabación de 1975) y las Inglesas (1973), interpretadas con la habitual solemnidad de Leonhardt. En las Francesas (antes publicadas por RCA en 2 discos, cuando sólo duran 78 minutos; ahora, por fin, en un solo disco), de lo disponible en la actualidad, sólo le puede hacer sombra la grabación del también holandés Ton Koopman, más imaginativo, y que ornamenta de modo mucho más fantasioso. A veces, la imaginación de Koopman puede parecer excesiva (Allemande de la suite nº 1), casi tanto como la seriedad de Leonhardt (Aria de la nº 4). En todo caso, dos versiones muy recomendables, con ventaja de la grabación (DDD) para Koopman, y del precio para la presente, también muy bien grabada. En cuanto a las Inglesas, la principal competencia actual es del propio Leonhardt en EMI-Virgin, con su nueva grabación digital de 1984, pero resulta preferible esta de Sony-Seon porque el maestro está en general aún más centrado, se incluyen las repeticiones (no así en la nueva) y el precio, una vez más, no tiene competencia posible.
|