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LA ORQUESTACIÓN: UN EJEMPLO PRÁCTICO.
Por Daniel
Mateos Moreno. Lee su Curriculum.
Durante la
historia, excepto en contados casos como los de Korsakov, Koechlin y
Berlioz, los más grandes compositores no se han detenido a dar
explicaciones sobre su forma de orquestar y componer. Incluso en la
actualidad podemos constatar cómo la mayoría de los compositores guardan
celosamente los secretos de orquestación, reservándoselos para sí
mismos y para sus composiciones. Muchas veces se trata de pequeños
trucos; otras, son conceptos elevados, fruto de un estudio minucioso. Tal
vez esta última sea la razón de tanto celo, o tal vez la propia
ignorancia.
Contemplando la escasez de artículos sobre análisis
orquestales, intentando llenar ese vacío, presentamos este artículo
rompiendo con ese pacto o juramento de silencio.
Hemos pretendido confeccionar un artículo muy
didáctico y a la vez muy técnico, y que puede suponer una interesante
iniciación en el mundo de la orquestación o composición sinfónica. Sin
embargo, gracias a su carácter didáctico, también será de utilidad
para aquellos lectores curiosos que, tal vez sin reunir todos los
conocimientos necesarios, quieran acercarse y comprender mejor la
mecánica de la orquestación contemporánea.
Como ejemplo práctico, hemos elegido la pieza d’Un
Cahier d’Esquisses de Debussy, perteneciente a sus Estampes
para piano. Asimismo, seleccionamos una distribución de orquesta
sinfónica a 2, pues nos ha parecido la más económica de recursos a la
vez que conveniente para orquestar esta pieza.
Si dos pintores tuviesen que retratar el mismo paisaje
desde la misma posición, seguro que habría multitud de diferencias en el
resultado final. De la misma manera, el arte de orquestar no es una
ciencia exacta, sino que admite muchos puntos de vista. Otras
orquestaciones diferentes a la aquí expuesta también podrían ser
válidas, mientras respeten las normas básicas de carácter, estilo y
matiz.
INTRODUCCIÓN A D’UN CAHIER D’ESQUISSES
D’un cahier d’esquisses está englobado dentro de
Estampes de Debussy para piano, junto con obras como Masques y L’isle
joyeuse. Éstas constituyen uno de los trípticos más sinfónicos de toda
la obra para piano de Debussy. Fue en enero de 1904 cuando Debussy
completó y dató la composición de d’Un Cahier d’Esquisses,
publicada por primera vez en el magazine Paris Illustré.
El título se traduce literalmente como "de un
libro de esbozos", lo cual podría ser indicativo de que se trata de
un trabajo sin retocar (sin revisar minuciosamente), siendo así una
composición a modo de improvisación. Esto explicaría la ausencia de
excesivos adornos y la existencia de un cuerpo básico armónico, a modo
de esbozo o de color de pincel.
Tal y como apunta Roy Howat, esta pieza supone una
introducción perfecta a L’isle joyeuse: el acorde final representa el
gorgojeo inicial y quasi cadenza de L’isle joyeuse, el ritmo de
barcarola anticipa la parte central de L’isle joyeuse, y su repetida
cadenza de fanfarria es retomada triunfalmente en la última parte de L’isle
joyeuse.
ORQUESTACIÓN
¿Qué es orquestar?
Orquestar es el paso siguiente a instrumentar. Mientras
que la instrumentación se refiere a la asignación de timbres a melodías
(respetando las tesituras instrumentales), la orquestación implica un
concepto mucho más amplio e íntimamente relacionado con la composición.
El orquestador cumple una misión tan importante como la del propio
compositor. Una buena orquestación puede convertir una pieza mediocre en
una obra de arte. Una mala orquestación puede provocar muchos quebraderos
de cabeza al director de orquesta, además de la necesidad de muchos
ensayos. Los ensayos cuestan dinero, por lo que una mala orquestación
implicará un mayor gasto económico y de tiempo, lo que puede llevar a la
no programación de una pieza mal orquestada.
Adoptamos, pues, como la mejor definición de
orquestación, la creada por Alan Belkin: "Orquestar es componer con
timbres".
ORQUESTACIÓN DE D’UN CAHIER D’ESQUISSES
Nota: La simbología CN se refiere
a Compás Enésimo.
Sugerimos se lea paralelamente la partitura de
orquesta que acompaña a estas explicaciones y la partitura
original para piano (que puede adquirirse en las tiendas de música).
+ C1 a C3:
La madera entra sola en pianissimo. Reservamos la
entrada de la cuerda para el comienzo del tema principal (compás 11).
Introducimos un metal (la trompa) en bouché para
diferenciar el motivo del resto de las voces con ayuda del timbre.
Este motivo cobrará importancia más adelante, a lo largo de la
pieza.
+ C4 a C5:
Compacto armónico donde no debe predominar ninguna
voz. Por esta razón, utilizamos un grupo homogéneo de maderas
(clarinetes y fagots).
+ C6 a C10:
El metal (trombón y tuba) realizan la nota pedal
grave, aportando consistencia y profundidad.
El arpa en C7 da una nota cuyos armónicos se ven
reforzados por los bajos o notas pedales.
Al igual que en la melodía inicial interpretada
por la trompa de C1 a C3, este metal se encarga de realizar una
melodía de similares características que aparece en C9 y C10. En
este caso, la trompa toca "abierto", por cuestiones
dinámicas y de timbre.
En C10 el oboe realiza las notas altas,
consiguiéndose un sonido más sufrido y sin utilizar aún la
luminosidad de las flautas, reservada para la entrada del tema
principal en C11.
+ C11 y C12:
Entrada del tema principal. Mientras antes hemos
tenido una orquesta basada en el viento, ahora cambiamos radicalmente
de timbre, usando el pianissimo de las cuerdas. Este cambio de timbre
está justificado, dado el cambio de sección (hemos pasado de la
introducción a la exposición del tema más importante de la pieza).
Las flautas, con su luminosidad en el registro
alto, apoyan a los violines primeros en divisi. El divisi es
especialmente útil en este momento para dividir las fuerzas de los
violines primeros y conseguir así un mejor piano.
El arpa aporta acordes que completan la armonía y
se mantienen, imitando en cierto modo la resonancia que se
conseguiría usando el pedal derecho del piano.
El timbal redobla en molto pianissimo la nota
pedal, con lo que se consigue más profundidad y contundencia. Este
recurso lo utilizaremos más veces a lo largo de la pieza.
+ C13:
La madera ejecuta sola el pasaje, en
contraposición a la cuerda usada anteriormente y en el compás
siguiente, ayudada por un metal (tuba) que refuerza los bajos. Dado
que en un solo compás se resuelve armónicamente el acorde, queda
justificado el cambio súbito de timbre, que aporta originalidad,
sirve para diferenciar partes distintas de la obra, además de que
consideramos esta distribución la más indicada, para dejar el matiz
más pianissimo a la cuerda.
+ C14:
La cuerda toca sola, contrastante con la sonoridad
anterior (madera sola), con tres pés (molto pianissimo).
+ C15:
Repetición del C13. Esta vez usaremos cuerdas y
madera juntos para aportar una sonoridad más llena y variante
respecto a C13.
+ C16 a C19:
En C16 comienza una frase de desarrollo que tendrá
su culminación en C25; culminación que también va acompañada de un
crescendo, por lo que usaremos en un principio sólo la cuerda para
luego ir sumando más instrumentos y ayudar así al crescendo.
Ciertas notas se quedarán quietas sonando, aunque
no aparezcan así escritas, para imitar el clima armónico creado por
el pedal del piano (pedal impresionista). Usaremos más adelante este
recurso, muy común en la orquestación impresionista.
+ C20 a C26:
Como decíamos, poco a poco se van sumando
instrumentos para apoyar el crescendo, hasta llegar al compás 25
(primer clímax): primero el corno inglés, luego el clarinete, más
tarde el fagot, la tuba y el clarinete bajo, hasta utilizar la
práctica totalidad de las familias. En el compás 25 utilizamos una
orquestación llena (viento y cuerda), por ser un punto culminante.
Aunque en la partitura aparece como matiz máximo el mf, cumpliendo
con nuestro papel de orquestadores, lo interpretamos como f, dada la
densidad instrumental necesaria y la amplitud de la frase. Aún así,
lo notaremos como mf en todos los instrumentos, para que con la suma
obtengamos un forte. En los compases siguientes aún mantenemos una
orquestación llena, pero prescindiendo poco a poco de algunos
instrumentos.
+ C27 a C28:
Paulatina reducción instrumental por ser algunos
de los instrumentos complementarios en el pasaje (aquellos que
duplican), y, principalmente, para ayudar al diminuendo lógico que
desemboca en C29. Para ello, en C27 prescindimos del divisi y callamos
a los violines segundos en la segunda parte del compás.
En C28 por fin tenemos el matiz piano, corolario de
todo lo anterior, y que conlleva el cambio de instrumentación
preparado anteriormente con la paulatina eliminación de instrumentos:
dejamos a la madera sola, apoyada por el metal, durante este compás.
+ C29 a C30:
Re-exposición del tema. Pianissimo que será
realizado por la cuerda sola, contrastando con la instrumentación del
compás anterior (viento). En C30 introducimos la orquesta completa
para llegar al Forte (clímax de la obra). Los timbales apoyaran la
llegada del clímax con un redoble continuado y acelerado (primero
fusas y luego semifusas).
Optamos por usar el Oboe en un registro más bajo,
y dejar los registros más altos para el clarinete, buscando con este
efecto una sonoridad específica, más compacta.
+ C31 a C32:
Pequeño puente de dos compases que une la
re-exposición con un breve desarrollo.
Piano súbito en C31, por lo que reducimos la
instrumentación al metal bouché (en piano) y las flautas.
En C32, añadimos un corno inglés que realiza una breve melodía
destacadamente.
+ C33:
Comienza un pequeño desarrollo basado en el
elemento rítmico (observar similitudes rítmicas entre C33 y C11).
Para diferenciar la sección, usamos una instrumentación diferente a
C31 y C32. En este caso, la instrumentación estará basada en la
cuerda, al igual que en la exposición y re-exposición del tema.
Además, dado que el pasaje es aún más piano (hay un diminuendo
justo antes del C33), la cuerda hará el pianissimo de manera ideal
por su dulzura.
+ C34 a C37:
Pequeño juego con el motivo principal para llegar
a clímax en C37. En C34 y C35, al igual que en C33, usamos la cuerda
piano y en divisi, contrastando con el viento de C31 y C32. El arpa
apoyará las notas denominadas como "en dehors".
El crescendo será sustentado por la suma de
algunos instrumentos, hasta llegar al clímax en el compás 37. Se
dejan algunas notas quietas, para simular la sonoridad del pedal del
piano.
+ C38 a C42:
Puente similar a C13, C14 y C15. Usamos la misma
instrumentación, con la salvedad de la percusión, que la incluimos
(timbales y triángulo, C39) en molto pianissimo, lo que aporta un
toque más misterioso y lo diferencia de C14. Hacemos notar la nota
final (si bemol), que es la misma con la que empezaba la obra, lo cual
podría indicar que aquí se encuentra el final de la obra, y lo que
viene a continuación (a partir de C45, tras el puente de C43 a C44),
es un guiño o una sutileza modal, provocando la sorpresa de un final
con nota pedal incluida en Re bemol mayor.
+ C43 a C44:
Tenemos aquí una célula musical ad libitum
que se repite dos veces, basada en la muy utilizada escala de tonos
enteros, típica del impresionismo. Atribuiremos la mayor parte del
peso musical de esta parte al arpa, como solista, dadas las notas
rápidas y la indicación ad libitum. La nota pedal (Fa # muy
grave) será realizada en pianissimo por el contrabajo.
El arpa se ve interrumpida por la trompa en primer
lugar, y posteriormente por una parte de la sección de maderas, que
tocan un trozo de la melodía significativamente diferente a la parte
de arpa. Hemos seleccionado la trompa solista por ser un instrumento
ideal para realizar grandes matices sobre notas tenidas.
+ C45 a C53:
La célula anterior ha dado paso a una pedal sobre
el acorde de re bemol mayor, lo que implica un cambio modal destacable
y justificado por la exposición del tema principal (en C11 y C12) que
también estaba en re bemol mayor.
Usaremos los Violoncellos para realizar los
tresillos sobre re y la, apoyados por los contrabajos, estos últimos
mucho más piano, ejecutando re y la a la vez, para imitar el pedal
del piano.
En los acordes armónicos, se utilizarán como base
las trompas, dada la capacidad de este instrumento para empastar.
El arpa ejecutará las rápidas notas de adorno
(C48 y C49), ayudada en C49 por unos toques de triángulo que aportan
una bonita tímbrica al acorde.
El acorde final será realizado por los violines en
armónicos y en pianissimo, lo cual producirá un sonido muy
característico, más misterioso.
BIBLIOGRAFÍA:
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HOWAT, Roy (1995): "En route for L'isle
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HOWAT, Roy (1999): Œuvres Complètes de Claude
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Norton & Co. Inc. Nueva York, U.S.A.
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