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EL VIVALDI SACRO DE ALESSANDRINI
Por Ignacio
Deleyto Alcalá. Lee su
Curriculum.
La magna Edición Vivaldi de
Naïve tiene como punto de partida la Biblioteca Nacional de la Universidad
de Turín con los alrededor de 450 manuscritos alojados en su interior.
Bajo los auspicios del Instituto per i Beni Musicali de Piemonte dirigido
por el musicólogo Alberto Basso, este ingente repertorio estará disponible
al gran público mediante la grabación de la totalidad de los manuscritos,
un patrimonio que incluye más de trescientas obras entre conciertos,
piezas sacras y obras para la escena. Un total de más de 100 discos de
aquí al 2015 de los que una decena están ya en la calle.
Las Vísperas para la Asunción tratan de recrear las celebraciones
en Venecia en torno a una de las fiestas religiosas más importantes del
calendario mariano. No se trata de una reconstrucción de un evento
específico, más bien se busca reunir música compuesta por Vivaldi para las
Vísperas, agruparla según el orden litúrgico y presentar un marco
interpretativo coherente con lo que pudiera haber sonado en una iglesia de
Venecia. Por ello las grandes piezas corales están interpretadas, algunas
por primera vez, en versión para orquesta y coro dobles para lo cual
Alessandrini ha tenido que buscar un compromiso entre lo que realmente
escribió Vivaldi (algunas de las obras no fueron originalmente compuestas
para coro doble) y lo que era la norma interpretativa en las iglesias
venecianas de la época. El propio Alessandrini explica su proceder en el
libreto dejando constancia de su profusa documentación en el tema.
En colaboración con el profesor Frédéric Delaméa, que también aporta unas
descriptivas notas al libreto, Rinaldo Alessandrini nos ofrece un
impresionante programa constituido por el Dixit Dominus RV594, el
Laudate Pueri RV600, el Nisi Dominus RV608, una de las
varias versiones del Magnificat, en este caso la RV 610a, el
Salve Regina RV 616 además de un precioso motete para voz solista
Ascendae laeta RV635, el salmo Laetatus sum RV607, el festivo
responsorio Domine ad adiuvandum me festina RV593, varias antífonas
y dos conciertos instrumentales, el Concierto para dos violines y dos
órganos RV584 y el Concierto para violín y orquesta RV581. En
conjunto, toda una fiesta vivaldiana como pocas veces se habrá reunido en
un solo álbum. Hay que decir que Alessandrini no es el primero en
ofrecernos una reconstrucción vivaldiana en torno a festividades
religiosas. Aunque a menor escala Andrew Parrott (Virgin) realizó en los
noventa un precioso disco que incluía además del Gloria y varios
conciertos, el Laetatus sum y el Magnificat precedidos por
el himno Ave Maria Stella y el Salve Regina, todo ella
música compuesta para las Vísperas.
En los últimos tiempos hemos visto aparecer interesantes versiones de
estas obras que definitivamente han despojado a la música sacra vivaldiana
del adjetivo de terra ignota que algunos estudiosos le aplicaban
hace tan sólo unas décadas. Quizá el mayor esfuerzo hasta ahora lo haya
realizado Robert King para Hyperion con su importante y exhaustiva edición
Vivaldi. King es por ello uno de los principales competidores de
Alessandrini en este terreno aunque sus lecturas -procedentes de escuelas
opuestas- son tan diferentes en carácter que es difícil establecer puntos
en común. Más que rivales se las podría calificar de alternativas.
Nosotros nos inclinaremos por el Vivaldi del italiano no sólo por su
energía, carácter incisivo y atención al detalle sino por la elección de
un sólido elenco vocal íntegramente italiano. Todo ello salpicado por una
pasión desbordante hacia esta música y una reveladora comprensión del
idioma vivaldiano que Robert King, con todos sus aciertos, queda
irremisiblemente eclipsado.
Dejaremos de lado el comentario sobre las obras -todas ellas de
extraordinaria calidad- y glosaremos someramente la interpretación. El
inicio del Dixit Dominus es exuberante, robusto y auténticamente
contagioso, y resume idealmente el espíritu de las versiones de
Alessandrini que también sabe aportar gravedad y profundidad cuando la
ocasión lo requiere. Las sopranos Roberta Invernizzi y Gemma Bertagnolli
revelan voces frescas, contrastadas y expresivas. El "De torrente" de
Roberta Invernizzi es un mareo para los sentidos. Igual de impactante
resulta Bertagnolli, virtuosismo y expresividad a raudales, en el a veces
sobrenatural Laudate Pueri. El exultante "Virgam virtutis" del
Dixit Dominus es un buen ejemplo para disfrutar de ambas sopranos en
un mano a mano donde destacaremos su musicalidad e intencionalidad. Los
cantantes masculinos no se quedan atrás, especialmente el tenor Gianluca
Ferrarini de voz ágil, ligera y timbrada. Es justo mencionar también la
contribución de la angelical voz de Anna Simboli en las antífonas.
Y qué podemos
decir a estar alturas de la contralto Sara Mingardo, una voz de rara
belleza, misteriosa y única, capaz de desvelar claroscuros en un solo
golpe de voz. Hay que escuchar su "Cum dederit" del Nisi Dominus
para creerlo. El Alessandrini más tenebrista hace que la marmórea y
sombría voz surja como de las profundidades para quedar flotando en el
aire en un suave y oscilante ir y venir. Lectura complementaria a la
obsesiva de Daniels/Biondi (Virgin).
El Concerto Italiano sabe sonar con dulzura y robustez al mismo tiempo y
tiene multitud de ocasiones para demostrar su dominio del lenguaje
vivaldiano y su buena forma con violinistas de primer orden como Antonio
de Secondi, Francesca Vicari o Mauro Lopes Ferreira, algo que ya habíamos
apuntado en su reciente versión de Las Cuatro Estaciones.
En el debe
apuntaremos que el coro a pesar de sonar generalmente empastado no está a
la altura del brillante instrumento de Robert King y Alessandrini, por su
parte, muestra alguno de sus habituales e irrefrenables accesos
compulsivos de velocidad. Sin embargo, nada que empañe los extraordinarios
resultados de la grabación en su conjunto.
Ahora que se acerca el fin de año y es momento de repasar todos los discos
que hemos ido comentando pacientemente desde estas páginas, podemos
afirmar que estas Vísperas vivaldianas de Alessandrini es uno de
los mejores que nos han llegado y por ello firme candidato a disco del año
para este comentarista (junto al Giulio Cesare de Minkowski, la
Griselda de Jacobs o La Bella Molinera de Goerne/Schneider). No
lo duden, salgan a comprarlo y paguen lo que les pidan. Vivaldi se les
revelará.
REFERENCIAS:
VESPRI PER L'ASSUNZIONE DI MARIA VERGINE
(Reconstrucción de Fréderic Delaméa y Rinaldo Alessandrini). Domine ad
adiuvandum me festina RV593, Ascende laeta RV635, Dixit
Dominus RV594, Laudate Pueri RV600, Laetatus sum RV 607,
Nisi Dominus RV608, Lauda Jerusalem RV609, Magnificat
RV610a, Salve Regina RV616, Concerti Rv 584 & RV581. Gemma
Bertagnolli, Roberta Invernizzi & Anna Simboli, sopranos. Sara Mingardo,
contralto. Gianluca Ferrarini, tenor. Matteo Bellotto, barítono. Antonio
De Secondi, violín prinicipal. Coro y orquesta del Concerto Italiano.
Rinaldo Alessandrini, director. NAÏVE/OPUS 111. OP 30383. 2 CDs.
www.naiveclassique.com
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