FROM GERSHWIN'S TIME

Por Carlos Infante 

En reiteradas ocasiones he comentado la colección MASTERWORKS HERITAGE de Sony Classical (inconclusa a día de hoy). Es, o más bien era, una delicia de edición que nunca ha tenido la difusión que se merece, al menos en este país. Pero hoy quiero centrarme en la recuperación de una de sus últimas ediciones, posiblemente en la más importante edición en el mercado discográfico del año 1999. Me estoy refiriendo a FROM GERSHWIN'S TIME (The Original Sounds of George Gershwin) pieza fundamental para los aficionados a la música, al género musical y una joya indescriptible para el coleccionista.

Originalmente esta edición era un homenaje al mítico autor de ‘Rapsodia in blue’ en el centenario de su nacimiento, en 1998. Por motivos que no vienen al caso, en España no pudo ver la luz hasta casi dos años más tarde, pero felizmente los aficionados han podido disfrutar de este FROM GERSHWIN'S TIME, lo que siempre he agradecido a Sony Classical España, que incluye una cuidadísima selección de las grabaciones realizadas en vida de George Gershwin. Sería conveniente que este tipo de ediciones no se abandonase.

Hablar hoy en día de la importancia capital de Gershwin en el desarrollo de la música de este siglo resulta de todo punto ocioso por lo que me limitaré a recordarles que se trata, posiblemente, del más importante compositor americano del siglo, tanto en lo referido a la ‘música popular’ como en lo que a ataña a la ‘música seria’, aunque estas etiquetas nunca han sido de mi agrado precisamente.

El álbum comienza con el legendario SWANEE interpretado por Al Jolson, en la grabación de 1920. Gershwin acababa de publicar la canción y el celebérrimo interprete del musical no lo dudó un momento, incluso le dijo la famosa frase de ‘chico yo te haré famoso’. Así fue desde ese momento, una carrera imparable, plagada de éxitos hasta su temprana desaparición en 1937.

Naturalmente volveremos sobre este FROM GERSHWIN'S TIME, con un análisis mucho más extenso y detallado, pero mientras tanto les reseño alguna de las joyas incluidas en este CD, comenzando por los musicales: THE YANKEE DOODLE BLUES de "Spice Of 1922" interpretado por Gus Van y Joe Schenck, sencillamente fascinante; SOMEBODY LOVES ME de "George White's Scandals Of 1924", el musical que posteriormente en los años treinta daría lugar a la serie de musicales realizados por la Fox; FASCINATING RHYTHM de "Lady Be Good!", interpretado por el mismísimo Ukelele Ike en 1924; S'WONDERFUL de "Funny Face" en la versión de 1927; I GOT RHYTHM de "Girl Crazy" interpretada en 1930 por Kate Smith; y un largo etcétera cuyo interés resulta prácticamente ilimitado.

En lo referente a la aportación de Gershwin al cine musical encontramos en esta edición tres películas representadas: SHALL WE DANCE, A DAMSEL IN DISTRESS (SEÑORITA EN DESGRACIA) y la maravilla THE GOLDWYN FOLLIES, titulada en España como ASI NACE UNA FANTASIA, que a la postre sería la última composición de Gerswhin. Tres joyas del género que no necesitan mayor comentario.

Mención especial se merecen las piezas interpretadas por Gerswhin al piano que incluyen cuatro temas de la versión de 1926 OH, KAY! (Do-Do-Do De, Someone To Watch Over Me, Clap Yo' Hands y Maybe), los Preludios para Piano número 1, 2 y 3; y naturalmente el Andante de Rhapsody In Blue. Todo un documento histórico que ahora puede ser conocido por todos los aficionados, ya que hasta la fecha sólo se encontraba disponible para los coleccionistas iniciados.

Finalmente encontramos otra maravilla, el CONCIERTO EN FA, grabado en 1929 con Roy Bargy al piano e interpretado por la orquesta de Paul Whiteman, para terminar con PORGY AND BESS en su primera grabación mundial realizada en 1945 por Fritz Reiner dirigiendo la Pittsburgh Symphony Orchestra.

Con todo lo expuesto creo que no es necesario realizar más comentarios. El material enumerado habla por si mismo, más de 150 minutos aprovechados y aprovechables como pocas veces se ha visto en un álbum doble. Evidentemente les recomiendo a todos ustedes este FROM GERSHWIN'S TIME, como una pieza imprescindible y necesaria que no puede faltar en ninguna discoteca que se precie.