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DISNEY TOMA EL PELO A LOS ESPAÑOLES Por Carlos Infante.
Si tengo que ser absolutamente sincero, y miren por dónde suelo serlo siempre, por mucho que les pese a algunos, tengo que reconocer que cada día me asquea más el mercado videográfico español. No quiero culpar a los profesionales que salvo excepciones me consta su capacitación profesional y su conocimiento del sector. Pero en cualquier caso los hechos son inapelables. Les cuento la última. Durante meses Buena Vista, los de Disney para entendernos, anunció una edición ‘platino’ de LA CENICIENTA en dos discos. Cuál sería mi sorpresa cuando me avisan que para España finalmente solo se presentaría una edición de un único disco que limitaba sustancialmente los contenidos de la edición. La pregunta que se me ocurre es ¿Nos toman por idiotas? ¿Pensarán que estamos dispuestos a tragar con cualquier cosa? ¿No creerán que estamos suficientemente informados como para conocer el mercado exterior? Dispongo de la edición americana y la española (no cedidas precisamente por Buena Vista) y me encuentro que la edición española incluye la mitad de los documentales de la edición original, pero además estos documentales duran menos, han sido aligerados en su metraje, ignoro con qué criterio. Otro ejemplo: la edición original incluye dos video clips y un Making Off sobre uno de los clips musicales, tres piezas en total. La versión española sólo incluye uno de los video-clips, el resto ha desaparecido. Es hora de decir ¡Basta Ya! Es hora de no aceptar tomaduras de pelo de este tipo. No vale que nos digan que con poner Disney venden como rosquillas (hasta que dejan de vender naturalmente). Debemos exigir calidad, debemos y podemos exigir un trato no discriminatorio en relación a otros clientes que no pagan más que nosotros, más bien menos. Está muy bien que traiga la banda de sonido en ‘neutro’ y la redoblada en castellano, pero ese detalle no justifica el atropello. La versión americana incluye la banda de sonido de la película en inglés, francés y castellano neutro. Sus hijos no van a apreciar la diferencia con la española, salvo que los ‘extras’ están en inglés sin subtítulos, por lo que les recomiendo la adquisición de la edición anglosajona. Disfrutarán de este magnífico musical de animación, no perderán ninguno de los contenidos adicionales que completan la obra y de paso darán una lección a los chicos de la Disney. A lo mejor a la próxima no nos toman por imbéciles porque no lo somos.
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