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OPERA PROHIBIDA
Por
Rubén Flórez
Bande
En la primera
década del siglo XVIII, cuando el poder papal estaba en manos de Clemente
XI, la ópera fue censurada en la ciudad de Roma, aunque esta censura ya se
remontaba a los tiempos de Inocencio XII, por entenderla "inmoral". Hubo,
claro, personajes relevantes que se saltaron esta prohibición, como fueron
los cardenales Pamphili y Ottoboni. Estos "siervos de la Iglesia"
permitían las representaciones públicas de oratorios, en teoría de
carácter religioso, pero que en realidad, utilizando textos de temática
religiosa, no dejaban de ser piezas de ópera, una buena forma de saltarse
esta censura.
El nuevo registro para Decca de la mezzosoprano romana Cecilia Bartoli
rescata arias de esos "oratorios". La selección es de tres compositores
aunque bien representados cada uno de ellos, Georg Friedrich Haendel,
Alessandro Scarlatti y Antonio Caldara.
Por este último, y por el aria de Santa Eugenia "Vanne pentita a piangere"
de Il Trionfo dell´Innocenza bien valdría la pena comprar este
disco: un aria de un estatismo y una delicadeza impresionantes, donde uno
descubre, poco a poco, las cualidades de este compositor, desconocido para
muchos oídos. Impecable la delicadeza de la Bartoli, esas notas tenidas,
esa mezza voce, ese fiato... toda una recreación. Y el mimo con el que la
secundan Minkowski y sus músicos. Contrasta escuchar a Caldara en un "aria
de bravura" como el aria de Flavia "Sparga il senso lascivo veleno" de
La Castità al Cimento, donde la Bartoli se transforma, y se mueve en
su salsa, una "metralleta" en estado puro, solventando las agilidades con
una facilidad envidiable, además de unos cambios de coloratura
sorprendentes. Minkowski y ella se encuentran a gusto en este repertorio;
es una lástima que no hayan colaborado fonográficamente antes, ya que este
de Minkowski creo que es uno de los mejores, si no el mejor,
acompañamiento que ha tenido la Bartoli en su carrera discográfica.
Caldara termina su representación con dos arias del Oratorio per Santa
Francesca Romana ("Sì piangete pupille dolente") muy delicada, e
intimista y otra de Il Martirio di Santa Caterina ("Ahi quanto
cieca... Come foco alla sua sfera") más parecida a una "canción popular"
con cierto toque "bailable"... curioso que esto se introdujera en un
oratorio.
Alessandro Scarlatti es el autor más representado en esta selección, desde
el primer número del disco, con esa aria "jubilosa" de la Cantata per
la Notte del SS.mo Natale muy impetuosa en la voz de la Bartoli y
fogosa en la dirección, pasando por la doliente y en cierto modo resignada
lectura del "Aria de Ismael" ("Caldo sangue") del Sedicia, Re di
Gerusalemme que contrasta con la "optimista" "Ah! Qual cordoglio...
Doppio affetto" del mismo oratorio, con una interesante intervención del
oboe. Muy delicada y casi susurrada, la "Mentre io godo in dolce oblio" de
Il giardino in rose donde la Bartoli, en media voz, consigue
convencer plenamente, alargando las sílabas. Es otra de las arias más
conseguidas del disco, con un acompañamiento de Les Musicens du Louvre muy
recogido. Más bucólica y del mismo oratorio es "Che dolce simpatia",
también con una interesante aportación del "piccolo". Más virtuosística, y
en cierto modo, propagandista, suena "Qui resta... L´alta Roma" con unos
solos de trompeta muy interesantes, en duelo con la cantante.
De Georg Friedrich Haendel se incluyen "Lascia la spina, cogli la rosa" de
Il Trionfo del Tempo e del Disinganno, una de las músicas más
conocidas del compositor sajón (incluida también en Rinaldo, y
Agrippina) y que la mezzo romana ya había registrado en su "Live
in Italy" (DECCA) de 1998, con los "Suonatori della Gioiosa Marca". El
acompañamiento en esta ocasión está más conseguido, y la Bartoli se
encuentra más mórbida aún. También de Il Trionfo son las vivaces
y acrobáticas "Come nembo che fugge col vento" y "Un pensiero nemico di
pace", con una repetición del primer tema verdaderamente trepidante.
Con gran aplomo, y seguridad, sobre todo en la coloratura, puro fuego, se
muestra la Bartoli, en "Desserratevi, o porte d´Averno" del Oratorio
per la Resurrezione di Nostro Signor Gesù Cristo que contrasta con el
recitativo y aria "Notte funesta... Ferma l´ali" mucho más lúgubre y
estática.
En resumen, la Bartoli sigue en cierto modo "rescatando" repertorio
olvidado, con su forma habitual de abordarlo, con su "expresionismo" no
muy del agrado de muchos, y para otros su mayor virtud. Eso sí, aquí algo
más comedida que en otras ocasiones, y con un timbre algo más oscurecido.
Versión, recomendable, ya no sólo por la cantante, sino por las obras
escogidas, y por este "nuevo" e interesante acompañamiento. Espero que se
vuelvan a juntar. El único "pero", aparte de la presentación muy a lo
Dolce vita de Fellini, puede ser el sonido: no es malo, todo lo
contrario, la voz de la solista muchas veces parece superpuesta a los
instrumentistas, demasiado presente. Aun así, no se arruina el resultado
final.
REFERENCIAS:
"OPERA PROIBITA" Obras de: Georg Friedrich Haendel, Alessandro
Scarlatti y Antonio Caldara.
Cecilia Bartoli, mezzo soprano.
Les Musiciens du Louvre-Grenoble. Dir: Marc Minkowski.
DECCA 475 6924.
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