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ELENA SANZ: CONTRALTO ESPAÑOLA DEL SIGLO XIX.
Por
José Enrique Peláez
Malagón. Doctor en Historia del Arte (Universidad de
Valencia).
La
contralto nació en Castellón de la Plana el 15 de Diciembre de
1849. Al ser su padre
un funcionario, éste es trasladado a Madrid cuando Elena es sólo una niña,
por tal motivo ingresa en el colegio de niñas de Leganés, donde aprenderá
canto a la vez que realizará sus primeras actuaciones en el coro de su
Iglesia. Debido a las peculiaridades de su voz, sus padres y maestros
deciden que ingrese en el Real Conservatorio de la capital. Allí será
discípula de Baltasar Saldoni, quien le proporcionará una audición con
Enrico Tamberlick, éste, reconociendo la calidad de la contraldo la
recomienda para que vaya a París y en 1868 la inscribe como artista en el
Teatro Chambery, representando ese mismo año el papel de Azucena en El trovador.
Desde este momento, es reconocida en los grandes teatros del mundo.
Será una asidua en la Scala de Milán en donde compartirá cartel en
muchas ocasiones con Julián Gayarre. Justamente en la Scala cosechará
sus mejores éxitos, sobre todo en sus interpretaciones en La
favorita,Uun ballo di maschera y Carlos V de Halévy, de entre
todas las óperas que representó allí desde los años 1870 a 1876. Sin
abandonar sus representaciones en el afamado teatro milanés, Elena Sanz
realizará giras por todo el mundo, Gayarre la solicita para su gira
americana por Argentina y Brasil, y Adelina Patti para su gira en San
Petersburgo frente a los zares y otras capitales centro europeas.
En 1876 la contralto será contratada en la Ópera de París por
dos temporadas, sumando a su elenco de papeles los de Maddalena en Rigoletto
o Brangäne en Tristán und Isolda. Estos dos últimos años
también coincidirán con sus estrenos en España en El Teatro Real de
Madrid.
En el año 1878, la cantante, a los veintinueve años abandonará
la escena definitivamente por motivos personales. Morirá unos años después,
el 24 de Diciembre de 1898 en París a los cuarenta y nueve años de edad.
Referirnos a los motivos personales, es un poco hacer referencia a
la historia de España
del último tercio del siglo XIX. La artista conocerá a Alfonso de
Borbón (futuro Alfonso XII) en Viena en el año 1872, desde entonces
ambos fueron amantes. Esta relación no dejaría de ser algo coyuntural (y
un tanto de novela), el príncipe y la diva, si no fuese porque en el año
1875 Alfonso es coronado rey en España, y en vez de finalizar esta relación,
Elena, decide abandonar su ejercicio profesional para poder estar al lado
de su amante, ambos mantendrán su romance en Riofrío en una casa cercana
a la Sierra madrileña. Este romance era por todos conocidos, incluso
Isabel II hablaba de Elena como de “su nuera ante Dios” (la soberana
fue quien los presentó y fomentó la relación). Elena tendrá dos hijos
del monarca, uno, Alfonso, nacido en 1880 y otro Fernando, nacido en 1881.
De esta relación y de esta descendencia todo el mundo hablaba, máxime
cuando Alfonso XII no tenía hijos varones que le sucediesen en el trono.
Al morir el rey y enviudar la reina Maria Cristina (1885) Elena ha de
renunciar a cualquier pretensión por parte de sus hijos al trono,
negociando en este sentido unas especiales condiciones para su exilio y el
de su familia ayudada por Nicolás Salmerón, a la sazón uno de los
presidentes de la primera república española.
Las características de su voz eran las de una contralto: ancha y
sonora, de expresión considerable y predispuesta sobre todo a los fuertes
acentos dramáticos. Gravedad y dramatismo que la sitúan en una contralto
dramática en donde la profundidad de los sonidos graves prevalece sobre
los posibles ornamentos del canto.
Lamentablemente no existe ninguna grabación ni registro sonoro de
la cantante, por lo que sólo nos ha dejado las críticas musicales y
apreciaciones de los contemporáneos, aparecidas en la prensa en sus años
de ejercicio profesional |