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Número 10º - Noviembre 2000


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CONOCIENDO A RACHMANINOFF (II).

Por Cristina Isabel Gallego García.

"Fue ésta la hora más angustiosa de mi vida" recordaría Rachmaninoff. Tras la audición huyó hacia la calle y anduvo deambulando desesperado por las desiertas avenidas de San Petersburgo. La crítica se mostró dura con él...

Si nos remontamos al artículo anterior, recordaremos que el estreno de su Primera Sinfonía, bajo la dirección de Glazunov, fue un desastre, siguiendo a éste un periodo muy duro. Se agravó su estado de ánimo, que intentó curar bebiendo en demasía, y se manifestaron en él los primeros síntomas de una fuerte crisis depresiva... Pero gracias al doctor Nikolai Dahl (especializado en hipnoterapia y gran amante de la música), pudo salir de ésta.

Hay especulaciones de que Rachmaninoff fue hipnotizado para recobrar su confianza, pero es mucho más probable que hablaran de música y artes. Esas conversaciones y su íntima amistad, proporcionaron a Rachmaninoff confianza y paz mental.

Totalmente recuperado de su depresión, volvió a componer regularmente. Escribió una amplia sonata para violonchelo y piano, la Op.19, la Suite nº2 para dos pianos, varios de los preludios del Op.23, la cantata Primavera para barítono, coro y orquesta...

En 1902 tuvo lugar un importante acontecimiento en su vida privada, su boda con su prima Natalia Alexandrovna Satin. El hogar de los Satin había sido su refugio en los momentos difíciles y la amistad de sus dos primas, era el mayor consuelo en su soledad. Natalia era también pianista. Surgieron dificultades porque la Iglesia Ortodoxa había prohibido las bodas entre primos, pero afortunadamente los problemas se solventaron y la boda se pudo celebrar. Al año siguiente nacía Irina, la primera de las dos hijas de la pareja.

Con gran entusiasmo, Rachmaninoff continuó escribiendo música y componiendo. El caballero avaro (ópera basada en una historia de Pushkin) y Francesca da Rimini (inspirada en la historia de amor de Paolo y Francesca que aparece en el Infierno de la Divina Comedia de Dante, y con libreto de Modest Tchaikovsky) se estrenaron conjuntamente en el Teatro Bolshoi de Moscú el 24 de enero de 1906. Simultáneamente a la composición de estas óperas, le ofrecieron el puesto de director de orquesta de este teatro y estuvo al frente de él desde 1904 a 1908.

En esta época, los acontecimientos políticos estaban enturbiando la vida pública en Rusia... por eso Rachmaninoff decidió marcharse de Moscú y, tras una visita a Italia, decidió establecerse con su familia en Dresde, ciudad que le había impresionado cuando estuvo en Alemania, por su ambiente musical. Por entonces compuso: la Primera Sonata de piano, el poema sinfónico "La isla de los muertos", numerosos pasajes de una ópera que nunca llegaría a terminar sobre "Mona Vanna" de Maeterlinck...

Pasaba mucho tiempo en casa, asistiendo únicamente a los conciertos interesantes. "Es mucho mejor sentarse tranquilamente en el propio hogar que ir a visitar a quienes nos son extraños"...

 

En 1907 toca en París, en la Temporada Rusa de Sergio Diaghilev, su Segundo Concierto. En este mismo año, nace su segunda hija, Tatiana. Desarrolló una amplia actividad musical como pianista, compositor y director que se extendió en numerosas giras por el occidente europeo.

En 1909 hizo su primera gran gira por Estados Unidos, llevando consigo la partitura de su Tercer Concierto para piano y orquesta, que se estrenó en Nueva York. Tocó también en Filadelfia, Boston y Chicago, entre otras muchas ciudades, dando a conocer sus composiciones pianísticas y dirigiendo sus obras sinfónicas, singularmente la Segunda Sinfonía. El éxito fue extraordinario y los empresarios le ofrecieron nuevas giras durante los años siguientes...

De nuevo en Rusia, mantiene una prolongada amistad con una muchacha intelectual, la escritora Marietta Shaginian. Ella siguió a Sergei en la elección de los textos poéticos para sus canciones, lo exaltó en algún artículo y trató de acercarle, sin éxito, a los círculos intelectuales y artísticos de la capital moscovita...

Es en esa época cuando Prokofieff, irrumpe en la música, haciendo perder peso a los conservadores. Rachmaninoff se repliega en sí mismo, en su piano, y vierte en él sus confidencias, indiferente a lo que puedan decir de él. Nacen los trece últimos Preludios de la Opus 32, completando la colección de 24.

Rachmaninoff salió para Suiza con toda su familia el año 1914. Desde allí se trasladaron a Italia. En Roma, compuso su sinfonía coral "Las Campanas", inspirada en un poema de Edgar Allan Poe. En esta ciudad, sus dos hijas contrajeron la fiebre tifoidea. El matrimonio tuvo que partir precipitadamente hacia Berlín, pues confiaban más en los médicos alemanes. Una vez curadas las niñas, regresaron a su hogar en Moscú.

La muerte repentina del pianista francés Raoul Pougno, y la de Alejandro Scriabin, le afectaron enormemente. Retirado a la finca de Ivanovka, Rachmaninoff continúa componiendo, aferrado cada vez más a la tierra rusa y a los campesinos que aprendió a querer desde niño. Allí siguen brotando canciones de su alma; nacieron las bellísimas series de la Op. 34 y de la Op. 38. "Soy un compositor ruso, y mi país de nacimiento ha influido inevitablemente sobre mi temperamento y mi actitud. Mi música es el producto de mi naturaleza y, por tanto, es música rusa; nunca trato conscientemente de escribir música rusa, o cualquier otra clase de música".

Cuando en 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, Rachmaninoff ofreció varios conciertos benéficos para ayudar a su país en la contienda. La situación interna de Rusia se hacía cada vez más dificil...

Los acontecimientos revolucionarios de 1917 vinieron a poner punto final a un período de creación regular, aunque no demasiado intensa. Termina los nueve Estudios Cuadro de la Op. 39. Viendo la marcha de los hechos que en febrero desenvocaron en la revolución soviética, trató de salir de Rusia, pero no obtuvo visado...

"Las impresiones que recibí de mi contacto con los campesinos, que se sentían dueños de la situación, fueron desagradables. Hubiera preferido salir de Rusia guardando de ella un recuerdo más amable" recordaría años después. Con estas palabras, sabemos que pudo salir, pero será en el próximo artículo cuando nos adentremos en esta última etapa de su vida.