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Número 10º - Noviembre 2000


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UN HOMENAJE A BARBARA HENDRICKS

Por Angel Riego Cue.

Cuando se publique este artículo, habrán pasado pocos días desde que la soprano norteamericana Barbara Hendricks haya recibido en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, con el cual se ha querido galardonar tanto su carrera artística, como su defensa de los refugiados de todo el mundo, y su oposición a "la xenofobia, el antisemitismo y la intolerancia". Nos ha parecido que era la ocasión adecuada para dedicarle uno de nuestros artículos, comentando algunos de sus últimos discos aparecidos en España, e incluyendo también alguno menos reciente, pero que sirve para dar una idea del perfil artístico y humano de la cantante.

Barbara Hendricks, nacida en 1948 en Stephens, en el estado norteamericano de Arkansas, es en la actualidad una de las cantantes más célebres de Estados Unidos entre las habitualmente denominadas "de color": las otras dos grandes son Kathleen Battle y la inmensa Jessye Norman. Estudió música en la Juilliard School de Nueva York, y en 1976 debutó en un teatro de ópera, el de San Francisco, con el papel de Amor en la "Coronación de Popea" de Monteverdi. Ese mismo año participaría en la primera grabación completa de "Porgy and Bess" de Gershwin, que registró Decca bajo la dirección de Lorin Maazel, y a partir de aquí su carrera en los escenarios y en disco ha sido fructífera, aunque en escena ha cantado relativamente pocos papeles: Mozart y Puccini son los que se llevan la palma en ese aspecto, y del último se pude recordar a Hendricks en el papel de "Mimí" en la "Boheme" que llevó al cine Luigi Comencini.

La Hendricks ha sido, como decimos, más una artista de recitales que de escenarios operísticos, aunque en disco haya grabado también óperas que nunca ha cantado en escena. En un repaso a su discografía operística encontraríamos colaboraciones con Karajan ("Liu" en "Turandot"; también grabó con él la parte de soprano solista en la "Gran Misa" de Mozart, o el "Requiem Alemán" de Brahms), Giulini ("Nanetta" en "Falstaff"), Haitink ("Sophie" en "El Caballero de la Rosa") o Marriner ("Susanna" en "Las Bodas de Fígaro"). Y por supuesto hay que añadir incontables discos de recitales, dedicados a Mozart, canción francesa, jazz, etc.

La voz de Barbara Hendricks parecería "a priori" poco indicada para repertorios como Mozart o el "Lied" alemán, pues es oscura y con una dicción no perfecta; a cambio, encontramos una voz carnosa, próxima, perfectamente afinada, y de gran dulzura. Cualidades más que suficientes para labrarse una carrera en estos difíciles campos, en los que la comparación con los grandes nombres del pasado es inevitable. Y entre los más difíciles está el que ha elegido la Hendricks para el último disco suyo que, hasta la fecha, ha aparecido en España: canciones de Hugo Wolf, concretamente de los ciclos sobre textos de Goethe y de Mörike.

Hugo Wolf es un autor que requiere las cualidades necesarias para cantar "lied" llevadas al límite: saber expresar múltiples matices en inflexiones de la voz, saber representar la intención de cada frase, de cada palabra... La maestra indiscutible en este repertorio ha sido, cómo no, Elisabeth Schwarzkopf, y las grabaciones que nos ha legado parecen una referencia insuperable. Es de destacar que Hendricks ha esperado a este momento, en la madurez de su carrera, para grabar su primer disco Wolf.

Los resultados han sido los esperables en una cantante de su categoría: en algunas canciones su interpretación es "casi tan buena" como la de la Schwarzkopf (más, parecería imposible), como en "Die Spröde", o la famosa "Kennst du das Land" (¿Conoces el país?), poema de Goethe al que tantos autores han puesto música, que se nota especialmente trabajada. Incluso su entonación recuerda a veces al tono "redicho" de doña Elisabeth. En cambio, en otras la comparación con Schwarzkopf deja a la Hendricks en desventaja, como en "Begegnung" (Reencuentro), que a la norteamericana le suena mucho más superficial. En resumen, un disco que sin ser de los mejores de la Hendricks tampoco defraudará, ni mucho menos, a sus seguidores. El acompañamiento de Roland Pöntinen es de calidad, aunque algo frío.


Mozart es uno de los autores a los que Barbara Hendricks ha dedicado mayor atención, pues antes del recital que comentamos a continuación han aparecido ya al menos otros tres en EMI: Lieder (con Maria Joao Pires, al piano), Arias (con Tate) y Arias sacras (con Marriner). El presente se titula "Arias de ópera y de concierto" y comprende célebres arias de concierto como "Bella mia fiamma", "Vado, ma dove?" o "Nehmt meinen dank", otras de óperas conocidas como "Idomeneo" (Zefiretti lusinghieri), "Bodas" (Porgi amor), "Don Giovanni" (las 2 arias de Donna Ana), "Così", etc. Como curiosidad, se incluye el aria alternativa "Voi avete un cor fedele", que reemplazó al "Deh vieni non tardar" del "Fígaro".

La comparación con la Schwarzkopf vuelve a ser inevitable, pues la soprano alemana está considerada también referencia en este repertorio. En general, si en las arias de concierto Hendricks resiste bien la comparación, en las de ópera a veces queda algo plana, echándose en falta más "acción" (por ejemplo en "Or sai chi l'onore", quizás lo menos bueno del disco). Parte de la responsabilidad podría achacarse a la dirección de Ion Marin al frente de la English Chamber, que es exquisita y "preciosista" pero cae a veces en lo estático. Con todo, en las arias de ópera hay que distinguir entre lo mejor ("Non mi dir" del "Don Giovanni", "Come scoglio" del "Cosí") y lo menos bueno, donde la ventaja de la Schwarzkopf es clara, como en "Idomeneo" o el "Per pietá" del "Cosí". De todos modos, esto son reparos mínimos frente a un disco en el que los seguidores de la soprano hallarán una nueva ocasión de goce, con su voz cálida perfectamente recogida por la grabación.


Entre los recientes discos recital de Barbara Hendricks hay uno que nos parece especialmente interesante, y es el que tituló "Homenaje a Jennie Tourel", dedicado a la mezzo de origen ruso que fuera su maestra, y a quien hoy recordamos por sus grabaciones con Leonard Bernstein. Para la Hendricks, toda la música elegida para este disco le recuerda a su maestra por uno u otro motivo: las "Canciones de Bilitis" de Debussy, porque la primera vez que conoció a Tourel fue en un curso de verano, donde le introdujo en la música de este compositor; las canciones de Liszt (entre ellas una sobre el mismo texto de Goethe, "¿Conoces el país?" que encontramos en el disco de Wolf) porque a quien primero se las escuchó cantar fue a ella. Como representación del origen ruso de Tourel, tenemos canciones de Rachmaninov, y como muestra de la devoción de su maestra por Rossini, tres piezas de la "Regata veneziana". Por último, se incluyen las 7 Canciones Gitanas de Dvorak porque en una de ellas (la más famosa, y la única que se canta a menudo) empieza diciendo "Cuando mi vieja madre me enseñó a cantar..." (es la que se conoce en alemán, idioma en que se canta aquí, como "Als die alte Mutter"). Sólo por conocer esta última obra, tan raramente grabada en su integridad, ya merecería la pena el disco, cuyo programa por sí solo es ya del máximo interés.


Incluimos en esta reseña dos discos no pertenecientes estrictamente al repertorio "clásico" y que tienen ya algún tiempo en el mercado, pero que corresponden a facetas de la personalidad de la cantante que no queríamos dejar pasar. El primero demuestra su familiaridad con el repertorio de los espirituales negros, un género del que la Hendricks hace una interpretación sentida, con autenticidad, y a la vez hecha con tanta elegancia, que a veces nos parece estar escuchando polifonía del Renacimiento. El acompañamiento de la cantante es de coro "a capella" (el de Moses Hogan), sin instrumentos, y en el programa están algunas de las piezas más conocidas de este repertorio: "Give me, Jesus", "Old Time Religion", "Study War no more", y otros. No está el que le escuchamos interpretar ante el público de Oviedo, "Sometimes I feel like a motherless child", pues este ya es el segundo CD de espirituales que graba para EMI, y esa pieza ya estaba incluida en el primero (747026 2), donde el acompañante era el pianista Dmitri Alexeev.

Por último, como representación del interés que siempre ha mostrado nuestra cantante por el mundo de la infancia, puede interesar la curiosidad de un disco con canciones de películas de la factoría Disney, desde "Blancanieves" o "La Cenicienta" hasta las más modernas "La Sirenita", "La Bella y la Bestia" o "El Rey León". Canciones muy tópicas, si se quiere, y muy parecidas entre sí, pero en las que no por ello dejamos de encontrar la habitual dulzura y elegancia de la voz de Barbara Hendricks, y de las que, de destacar alguna, nos quedaríamos con la que da título al disco ("When you wish upon a star", de "Pinocho"), el "Chim Chim Cher-ee" de "Mary Poppins", "La Bella y la Bestia" o la famosa "Silbando al trabajar" de "Blancanieves".



REFERENCIAS:


WOLF: Lieder sobre textos de Mörike y Goethe/ Barbra Hendricks, soprano/ Roland Pöntinen, piano
EMI 7243 5 56988 2 7


MOZART: Arias de Opera y de Concierto/ Barbara Hendricks/ Orq. de Cámara Inglesa/dir. Ion Marin
EMI 7243 56568 2 7


BARBARA HENDRICKS: Recital: Homenaje a Jennie Tourel: Rossini, Liszt, Debussy, Dvorak, Rachmaninov/ Staffan Scheja, piano
EMI 7243 5 56457 2 2


BARBARA HENDRICKS: "Give me Jesus". Espirituales./ The Moses Hogan Singers
EMI 7243 5 56788 2 9


"When you wish upon a star". Barbara Hendricks sings Disney./ Arreglos y dirección de Jonathan Turnick
EMI 7243 5 56177 2 9