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UN HOMENAJE A BARBARA
HENDRICKS
Por Angel
Riego Cue.
Cuando se publique este artículo, habrán pasado
pocos días desde que la soprano norteamericana Barbara
Hendricks haya recibido en Oviedo el Premio Príncipe de
Asturias de las Artes, con el cual se ha querido
galardonar tanto su carrera artística, como su defensa
de los refugiados de todo el mundo, y su oposición a
"la xenofobia, el antisemitismo y la
intolerancia". Nos ha parecido que era la ocasión
adecuada para dedicarle uno de nuestros artículos,
comentando algunos de sus últimos discos aparecidos en
España, e incluyendo también alguno menos reciente,
pero que sirve para dar una idea del perfil artístico y
humano de la cantante.
Barbara Hendricks, nacida en 1948 en Stephens, en el
estado norteamericano de Arkansas, es en la actualidad
una de las cantantes más célebres de Estados Unidos
entre las habitualmente denominadas "de color":
las otras dos grandes son Kathleen Battle y la inmensa
Jessye Norman. Estudió música en la Juilliard School de
Nueva York, y en 1976 debutó en un teatro de ópera, el
de San Francisco, con el papel de Amor en la
"Coronación de Popea" de Monteverdi. Ese mismo
año participaría en la primera grabación completa de
"Porgy and Bess" de Gershwin, que registró
Decca bajo la dirección de Lorin Maazel, y a partir de
aquí su carrera en los escenarios y en disco ha sido
fructífera, aunque en escena ha cantado relativamente
pocos papeles: Mozart y Puccini son los que se llevan la
palma en ese aspecto, y del último se pude recordar a
Hendricks en el papel de "Mimí" en la
"Boheme" que llevó al cine Luigi Comencini.
La Hendricks ha sido, como decimos, más una artista de
recitales que de escenarios operísticos, aunque en disco
haya grabado también óperas que nunca ha cantado en
escena. En un repaso a su discografía operística
encontraríamos colaboraciones con Karajan
("Liu" en "Turandot"; también grabó
con él la parte de soprano solista en la "Gran
Misa" de Mozart, o el "Requiem Alemán" de
Brahms), Giulini ("Nanetta" en
"Falstaff"), Haitink ("Sophie" en
"El Caballero de la Rosa") o Marriner
("Susanna" en "Las Bodas de
Fígaro"). Y por supuesto hay que añadir
incontables discos de recitales, dedicados a Mozart,
canción francesa, jazz, etc.
La voz de Barbara Hendricks parecería "a
priori" poco indicada para repertorios como Mozart o
el "Lied" alemán, pues es oscura y con una
dicción no perfecta; a cambio, encontramos una voz
carnosa, próxima, perfectamente afinada, y de gran
dulzura. Cualidades más que suficientes para labrarse
una carrera en estos difíciles campos, en los que la
comparación con los grandes nombres del pasado es
inevitable. Y entre los más difíciles está el que ha
elegido la Hendricks para el último disco suyo que,
hasta la fecha, ha aparecido en España: canciones de
Hugo Wolf, concretamente de los ciclos sobre textos de
Goethe y de Mörike.
Hugo Wolf es un autor que requiere las cualidades
necesarias para cantar "lied" llevadas al
límite: saber expresar múltiples matices en inflexiones
de la voz, saber representar la intención de cada frase,
de cada palabra... La maestra indiscutible en este
repertorio ha sido, cómo no, Elisabeth Schwarzkopf, y
las grabaciones que nos ha legado parecen una referencia
insuperable. Es de destacar que Hendricks ha esperado a
este momento, en la madurez de su carrera, para grabar su
primer disco Wolf.
Los
resultados han sido los esperables en una cantante de su
categoría: en algunas canciones su interpretación es
"casi tan buena" como la de la Schwarzkopf
(más, parecería imposible), como en "Die
Spröde", o la famosa "Kennst du das Land"
(¿Conoces el país?), poema de Goethe al que tantos
autores han puesto música, que se nota especialmente
trabajada. Incluso su entonación recuerda a veces al
tono "redicho" de doña Elisabeth. En cambio,
en otras la comparación con Schwarzkopf deja a la
Hendricks en desventaja, como en "Begegnung"
(Reencuentro), que a la norteamericana le suena mucho
más superficial. En resumen, un disco que sin ser de los
mejores de la Hendricks tampoco defraudará, ni mucho
menos, a sus seguidores. El acompañamiento de Roland
Pöntinen es de calidad, aunque algo frío.
Mozart
es uno de los autores a los que Barbara Hendricks ha
dedicado mayor atención, pues antes del recital que
comentamos a continuación han aparecido ya al menos
otros tres en EMI: Lieder (con Maria Joao Pires, al
piano), Arias (con Tate) y Arias sacras (con Marriner).
El presente se titula "Arias de ópera y de
concierto" y comprende célebres arias de concierto
como "Bella mia fiamma", "Vado, ma
dove?" o "Nehmt meinen dank", otras de
óperas conocidas como "Idomeneo" (Zefiretti
lusinghieri), "Bodas" (Porgi amor), "Don
Giovanni" (las 2 arias de Donna Ana),
"Così", etc. Como curiosidad, se incluye el
aria alternativa "Voi avete un cor fedele", que
reemplazó al "Deh vieni non tardar" del
"Fígaro".
La comparación con la Schwarzkopf vuelve a ser
inevitable, pues la soprano alemana está considerada
también referencia en este repertorio. En general, si en
las arias de concierto Hendricks resiste bien la
comparación, en las de ópera a veces queda algo plana,
echándose en falta más "acción" (por ejemplo
en "Or sai chi l'onore", quizás lo menos bueno
del disco). Parte de la responsabilidad podría achacarse
a la dirección de Ion Marin al frente de la English
Chamber, que es exquisita y "preciosista" pero
cae a veces en lo estático. Con todo, en las arias de
ópera hay que distinguir entre lo mejor ("Non mi
dir" del "Don Giovanni", "Come
scoglio" del "Cosí") y lo menos bueno,
donde la ventaja de la Schwarzkopf es clara, como en
"Idomeneo" o el "Per pietá" del
"Cosí". De todos modos, esto son reparos
mínimos frente a un disco en el que los seguidores de la
soprano hallarán una nueva ocasión de goce, con su voz
cálida perfectamente recogida por la grabación.
Entre los recientes discos recital de Barbara Hendricks
hay uno que nos parece especialmente interesante, y es el
que tituló "Homenaje a Jennie Tourel",
dedicado a la mezzo de origen ruso que fuera su maestra,
y a quien hoy recordamos por sus grabaciones con Leonard
Bernstein. Para la Hendricks, toda la música elegida
para este disco le recuerda a su maestra por uno u otro
motivo: las "Canciones de Bilitis" de Debussy,
porque la primera vez que conoció a Tourel fue en un
curso de verano, donde le introdujo en la música de este
compositor; las canciones de Liszt (entre ellas una sobre
el mismo texto de Goethe, "¿Conoces el país?"
que encontramos en el disco de Wolf) porque a quien
primero se las escuchó cantar fue a ella. Como
representación del origen ruso de Tourel, tenemos
canciones de Rachmaninov, y como muestra de la devoción
de su maestra por Rossini, tres piezas de la "Regata
veneziana". Por último, se incluyen las 7 Canciones
Gitanas de Dvorak porque en una de ellas (la más famosa,
y la única que se canta a menudo) empieza diciendo
"Cuando mi vieja madre me enseñó a cantar..."
(es la que se conoce en alemán, idioma en que se canta
aquí, como "Als die alte Mutter"). Sólo por
conocer esta última obra, tan raramente grabada en su
integridad, ya merecería la pena el disco, cuyo programa
por sí solo es ya del máximo interés.
Incluimos
en esta reseña dos discos no pertenecientes
estrictamente al repertorio "clásico" y que
tienen ya algún tiempo en el mercado, pero que
corresponden a facetas de la personalidad de la cantante
que no queríamos dejar pasar. El primero demuestra su
familiaridad con el repertorio de los espirituales
negros, un género del que la Hendricks hace una
interpretación sentida, con autenticidad, y a la vez
hecha con tanta elegancia, que a veces nos parece estar
escuchando polifonía del Renacimiento. El
acompañamiento de la cantante es de coro "a
capella" (el de Moses Hogan), sin instrumentos, y en
el programa están algunas de las piezas más conocidas
de este repertorio: "Give me, Jesus", "Old
Time Religion", "Study War no more", y
otros. No está el que le escuchamos interpretar ante el
público de Oviedo, "Sometimes I feel like a
motherless child", pues este ya es el segundo CD de
espirituales que graba para EMI, y esa pieza ya estaba
incluida en el primero (747026 2), donde el acompañante
era el pianista Dmitri Alexeev.
Por
último, como representación del interés que siempre ha
mostrado nuestra cantante por el mundo de la infancia,
puede interesar la curiosidad de un disco con canciones
de películas de la factoría Disney, desde
"Blancanieves" o "La Cenicienta"
hasta las más modernas "La Sirenita", "La
Bella y la Bestia" o "El Rey León".
Canciones muy tópicas, si se quiere, y muy parecidas
entre sí, pero en las que no por ello dejamos de
encontrar la habitual dulzura y elegancia de la voz de
Barbara Hendricks, y de las que, de destacar alguna, nos
quedaríamos con la que da título al disco ("When
you wish upon a star", de "Pinocho"), el
"Chim Chim Cher-ee" de "Mary Poppins",
"La Bella y la Bestia" o la famosa
"Silbando al trabajar" de
"Blancanieves".
REFERENCIAS:
WOLF: Lieder sobre textos de Mörike y Goethe/ Barbra
Hendricks, soprano/ Roland Pöntinen, piano
EMI 7243 5 56988 2 7
MOZART: Arias de Opera y de Concierto/ Barbara Hendricks/
Orq. de Cámara Inglesa/dir. Ion Marin
EMI 7243 56568 2 7
BARBARA HENDRICKS: Recital: Homenaje a Jennie Tourel:
Rossini, Liszt, Debussy, Dvorak, Rachmaninov/ Staffan
Scheja, piano
EMI 7243 5 56457 2 2
BARBARA HENDRICKS: "Give me Jesus".
Espirituales./ The Moses Hogan Singers
EMI 7243 5 56788 2 9
"When you wish upon a star". Barbara Hendricks
sings Disney./ Arreglos y dirección de Jonathan Turnick
EMI 7243 5 56177 2 9
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