CONOCIENDO A RACHMANINOFF (III)
(tercera y última parte).

Por Cristina Isabel Gallego García. Lee su Curriculum.

Y si en octubre empezamos el camino juntos para conocer a Rachmaninoff, hoy dejo que tú lo continúes sólo... Al comienzo de estos artículos sobre él me propuse darte a conocer parte de su vida, ahora está en ti adentrarte en su música.

El artículo anterior finalizó con el estallido de la 1ª Guerra Mundial. La situación interna de Rusia se hacía cada vez más dificil... Rachmaninoff recibió una invitación para tocar en Estocolmo y a través de ella pudo salir con su familia. Él decía: "Todo lo que hay a mi alrededor hace imposible mi trabajo y estoy asustado de empezar a ser completamente apático". El 23 de diciembre de 1917 abandona para siempre su país, que estaba en plena efervescencia revolucionaria.

Pasó un tiempo entre Estocolmo y Copenhage, dando conciertos y preparando su repertorio... Tras diversas vicisitudes fijó su residencia en Estados Unidos, donde su carrera como pianista alcanzó cotas increibles. Empezó una agotadora gira por numerosas ciudades estadounidenses, donde ofreció medio centenar de recitales y conciertos con orquesta... Ésta fue la primera de las numerosas giras que dio hasta 1924, en que, cansado de tantos conciertos, decidió reducir su número.

En 1923 la compañía del Teatro de Arte de Moscú, visita Nueva York, con Stanislavsky al frente. Sintió una gran emoción tenía gran nostalgia de Rusia y, tanto en Estados Unidos como en Europa, tuvo siempre sirvientes rusos, los médicos que lo trataron también lo eran, al igual que la literatura que leía y las canciones que escuchaba cuando ofrecía fiestas o invitaba a los artistas de su país.

En 1924, fundó en París una editora de música cuya principal misión era publicar obras de compositores rusos.

Su carrera de concertista es realmente fulgurante. Actúa a veces con el gran violinista Fritz Kreisler. En 1927 estrenó el cuarto y último de sus conciertos para piano. De 1928 son las Tres canciones populares rusas para coro y orquesta, una muestra más de su nostalgia hacia su tierra amada. En esta época además de su carrera de virtuoso en las salas de concierto, hizo numerosas grabaciones discográficas.

Pese a sus triunfos artísticos y económicos, Rachmaninoff también pasaba épocas de depresión... En cierta ocasión declaró a un periodista: "Existe una carga que quizá la edad haya puesto sobre mis hombros. Más pesada que ninguna otra, me era desconocida en la juventud. Esta carga es que no tengo patria. Tuve que dejar la tierra donde había nacido, donde pasé mis años juveniles, donde luché y donde sufrí todos los dolores que supone tener que abrirse paso, y donde logré, por fin, el éxito. Todo el mundo está abierto para mí, y el éxito me aguarda en todas partes. Sólo un lugar permanece inaccesible, y ese lugar es mi propio país: Rusia."

En las primaveras se embarcaba rumbo a Europa y pasaba sus vacaciones en Alemania o en Francia, prefiriendo una villa próxima a Rambouillet, en un lugar llamado Clairefontaine, hasta que en 1930 construyó una casa (Senar), junto al lago Firwaldstadt (Suiza). De 1932 son las Variaciones sobre un tema de Corelli.

En 1933 sus hijas ya se han casado (Irina con Pedro Volkonsky y Tatiana con Boris Conus). La obra creativa de Rachmaninoff en estos años de exilio es mínima, quizá debido a su incesante actividad como intérprete, quizá a su quebrantada salud, que le hacía sentirse viejo antes de tiempo. "Cuando más envejecemos, más perdemos esa divina confianza en nosotros mismos, y menor es el número de esos momentos en que creemos que es bueno todo cuanto hemos hecho"...

En 1934 crea una de sus obras más celebradas: Rapsodia sobre un tema de Paganini. La última gran obra de Rachmaninoff, la Tercera Sinfonía nos vuelve a presentar a un pobre exiliado ruso que no puede, o no quiere, dejar apartado su origen eslavo y se aferra a él con tristeza.

En 1937 casi ha dejado de componer, aunque sus amigos insisten en que lo siga haciendo.

La Segunda Guerra Mundial le obligó a regresar a Estados Unidos. En 1940 compuso su última obra: Danzas Sinfónicas, estrenadas en 1941. Su música, mantenía el carácter ruso, incluso él se oponía al nuevo establecimiento del régimen comunista, anunciando públicamente sus críticas en el New York Times.

En el otoño de 1942 emprendió la que habría de ser su última gira. Estaba cansado y tenía artritis, pero continuó viajando y cumpliendo sus compromisos. El 17 de febrero dio el último concierto de su vida en Knoxville, Tennessee.

Su próxima etapa era Chicago, pero al llegar se sintió muy mal... Sufrió mucho durante los primeros meses de 1943... Le diagnosticaron un cáncer, y su mujer prefirió trasladarlo a su casa de Beverly Hills. Le acompañaban su hija Irina y su cuñada Sofía. Se sentía inquieto por el destino de su hija Tatiana, inmovilizada en la Europa que se destruía con la guerra... Murió el 28 de Marzo de 1943, unas semanas después de lograr su ciudadanía americana (sólo por el bien de sus hijas) y cuatro días antes de su setenta cumpleaños. Está enterrado en el cementerio de Kensico, en el estado de Nueva York, aunque su último deseo fue descansar en su patria.

Y quiero terminar esta serie de artículos con sus propias palabras: "... No soy un compositor que produce obras de acuerdo con las fórmulas de teorías preconcebidas. Siempre he sentido que la música debe ser la expresión de la compleja personalidad del compositor; no debe llegar a confeccionarse cerebralmente, con una medida exacta, hecha para adecuarse a ciertos moldes preestablecidos... En mis propias composiciones, no soy consciente del esfuerzo que se ha hecho para ser original, o Romántica, o Nacionalista, o cualquier cosa. Yo escribo en el papel la música que siento dentro de mí, tan natural como sea posible... Lo que yo intento hacer cuando estoy escribiendo mi música, es expresar simple y directamente lo que está en mi corazón."