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ENTREVISTA A DAVID LIVELY
Por Daniel Mateos
Moreno, Anuska Requena
Gazvoda .
David Lively.
Entrevista
realizada al finalizar un concierto ofrecido por Lively en Málaga.
¿Cuál es
su opinión sobre la orquesta Ciudad de Málaga?
Muchas gracias por su pregunta, ya que me gustaría decir que aunque se
trata de una orquesta joven (creo que tiene sólo 10 años), descubrí una
orquesta que trabaja con gran seriedad y que realmente suena a orquesta.
Esto se ha conseguido sólo con 10 años de trabajo y creo que con Rahbari
continuará la marcha ascendente de esta orquesta.
¿Qué
compositor prefiere tocar, cuál es su especialidad?
Son dos preguntas diferentes. El compositor que más me gusta trabajar es
el compositor que trabajo en ese momento. Antes de ayer fue Ravel y hoy es
Furtwangler ya que tengo que tocar su concierto en Alemania dentro de una
semana. Esta pieza nunca se ha hecho y es fantástica, de una hora de
duración. Es una pieza que suena como una mezcla entre Bruckner y Mahler.
La pieza que toco es la que más me interesa, sin embargo, intento
apartarme de especialidad, ya que me gusta descubrir nuevos compositores y
desarrollarme musicalmente trabajando cuanto más piezas mejor. Mi
repertorio es muy completo: desde el renacimiento con piezas para
virginal, hasta la actualidad de Elliott Carter o piezas que me dedican
algunos compositores.
Fui a Francia estudiar porque estaba atraído por la música francesa en
aquel momento, pero actualmente no es así.
¿Qué
orquesta y qué director recuerda con más cariño?
La orquesta de Cleveland porque pueden hacer cualquier cosa: estábamos
tocando el concierto de Tchaikowsky, y en los pizzicatos en la primera
línea antes de la entrada del piano, me sorprendió muchísimo el sonido
de esta orquesta ya que parecían un sólo instrumento tocando. Casi
olvidé lo que tenía que hacer, ya que me quedé expectante
escuchándoles.
El director que más se compenetró conmigo fue Erich Leinsdorf. Había
total coincidencia de criterios entre los dos. Precisamente hubo un
concierto que nunca olvidaré porque su batuta estaba
"danzando", y estábamos totalmente improvisando juntos con la
orquesta. Esto fue una sensación increíble que nunca había tenido.
¿Qué
pianista admira especialmente?
Debo decir que Claudio Arrau, ya que, además, he estudiado con él. Su
objetivo era una continua búsqueda de la verdad. Incluso ahora cuanto
más lo escucho, más lo entiendo y entiendo qué intentaba hacer. Él era
totalmente sincero, intentando expresarse él mismo y a la vez al
compositor. Es un magnífico ejemplo para todos nosotros: no podemos dejar
que las cosas transcurran solas sin intentar una búsqueda constante de la
verdad.
Gracias a Arrau comprendí el respeto que debemos procesar a la partitura
y a los símbolos que escribe el compositor, ya que según cada
compositor, esos símbolos tienen un significado particular. Hay que leer
y entender la partitura y preguntarnos por qué el compositor escribió
eso y no algo diferente, y a la vez imprimir nuestro propio carácter
personal.
¿Qué es
música para usted?
Música es una necesidad para mí. No puedo decir qué es música porque
es algo exterior a mí. Yo empecé a tocar el piano con 5 años, no
recuerdo nada anterior a eso. Para mí es una manera de expresarme, una
manera de escapar de la realidad, un modo de comunicación... son muchas
cosas a la vez.
¿Cuál es
su opinión sobre la interpretación actual? ¿Existen en la actualidad
intérpretes de la talla y el carácter de los antiguos Rubinstein,
Horowitz, Rachmaninoff, etc.?
Una buena pregunta. Hay grandes pianistas en la actualidad, pero creo que
cada gran artista pertenece a un tiempo, a una época o contexto necesario
para comprenderlo. Los pianistas que me nombra eran también compositores
y pianistas. Creo que cada pianista, cada persona, tiene su propio mensaje
que transmitir. No hay que intentar comunicar un mensaje, sino hacerlo
simplemente. Cada personalidad se vuelve real en la sala de conciertos. Me
preguntaría llegado a este punto... ¿existe una manera más
estandarizada en la actualidad? Es posible que ahora no haya tantas
escuelas como hace algunos años debido a los avances continuos y las
mezclas. Las orquestas actuales tienen un sonido parecido, mientras que
antiguamente cada orquesta tenía su propio sonido característico: un
sonido italiano, ruso, americano, inglés, etc. Todos los músicos viajan
tanto que hay un mestizaje musical. ¿Es bueno o malo? Aún con todo lo
anterior, creo que la individualidad sale a la luz en cualquier caso.
¿Qué
escuela de piano consideraría la mejor en la actualidad?
Yo estuve de jurado en el concurso Reina Elisabeth hace un año y medio, y
estuve realmente sorprendido de comprobar de que aún existe una gran y
fuerte escuela: la escuela rusa. Las otras escuelas que existen en la
actualidad no son escuelas para mí, ya que no exigen al intérprete un color
estándar específico. La escuela rusa sí lo hace. La verdad es que me
sorprendió muchísimo este hecho ya que pensaba que en la actualidad no
sería posible conservar ninguna escuela; de hecho, aparte de la escuela
rusa, no creo en la existencia de ninguna otra que sobreviva.
¿Cuál es
su opinión sobre los compositores actuales? ¿Por qué el público
prefiere los conciertos con música de otros siglos?
Porque esa música es más fácil.
¿Más fácil de comprender?
Para entenderla realmente, no es en absoluto más fácil. Es más fácil
de escuchar. La audiencia actual está muy atraída por una manera pasiva
de escuchar: no quieren hacer ningún esfuerzo. Esto ocurre en todos los
campos: en ópera, en teatro, etc. El público quiere que las cosas sean
fáciles, y la música no es nunca fácil. Escuchar a Vivaldi es en
cualquier caso más fácil que escuchar a Luciano Berio, porque Berio te
obliga a formar parte de la obra; sin embargo, Vivaldi ya es parte de
nosotros: en cualquier supermercado escuchamos la música de Vivaldi. El
arte verdadera demanda una participación del expectador, es esencial. El
arte o la belleza que se presenta inmediatamente y sin necesidad de
esfuerzo para el expectador es arte superficial, no contiene un mensaje
profundo. El arte profundo también puede ser atrayente de manera
inmediata, pero no suele ocurrir siempre. Nosotros estamos constantemente
escuchando música; por ejemplo, ahora mismo -en el momento de realizar la
entrevista- suena música de fondo que ni escuchamos (pero sí oímos).
Cuando el público va a escuchar un concierto después de un día de
trabajo, no quiere hacer un esfuerzo, quiere recibir algo fácil. Esa es
para mí la mejor explicación.
¿Qué
importante objetivo trata de transmitir a sus alumnos?
Hay tantas cosas importantes... tengo que empezar con todos mis
estudiantes en el "cómo" hacer un sonido. Desde ahí, paso a
paso, llegamos a cómo interpretar una pieza. Cada paso necesita muchas
cosas que comprender. Desde la producción del sonido a la interpretación
también hay cosas de las que no hemos hablado: la comunicación de
nuestra relación con la pieza, lo que la pieza nos dice a nosotros. No es
suficiente ser un buen estudiante; se debe, y quizás sea esto lo más
importante, captar a la audiencia y convencerla de lo que tú consideras
más importantes en la pieza y por qué la pieza te hace sentir esos
sentimientos.
¿Entonces...
el pianista debe tocar para la audiencia o por la belleza del arte?
-Lively bromea: ¿traíais escrita esa pregunta?- Ambas cosas. No estás
tocando en tu cuarto, estás tocando en público, así que eso es
comunicación: estás recibiendo y transmitiendo cosas a la audiencia.
Debes intentar crear magia, magia que recibes de la música, y hacer
sentir al público esa magia.
¿No cree
que de esa manera podríamos dejarnos llevar y hacer concesiones al
público?
Es tu propia responsabilidad ser correcto musicalmente. Puede que haya
gente que no tenga este sentido de responsabilidad, y si a la audiencia le
gusta, es su propia decisión. Personalmente no puedo sentirme como una
estrella del Pop, dándole a la audiencia todo lo que pide... pero, de
todas formas, esto es una opinión individual.
¿Por qué
cree usted que la música de compositores norteamericanos tiene tanta
aceptación en la actualidad?
No creo que la escuela de composición americana sea la mejor. Al
contrario, diría que más bien existe una especie de alienación de la
audiencia. Gente como Eliott Carter tiene el coraje de producir música
interesante para la actualidad y el futuro; otros muchos compositores
norteamericanos componen música para que sea fácil de escuchar. Esta
consideración de hacer las cosas fáciles para la audiencia, la orquesta
o el intérprete, no debería existir bajo mi opinión.
¿A la hora
de tocar una pieza que nunca ha oído, qué pasos sigue?
Toco de la primera nota a la última para intentar adquirir un sentido de
la dirección de la pieza y entender por qué la pieza ha sido escrita,
por qué el compositor ha hecho un esfuerzo para crear esta pieza.
Entonces, intento asimilar la pieza y ver qué efecto debo producir.
¿De cuál
de todas sus grabaciones está más satisfecho?
Estoy muy contento con mi tercer concierto grabado con el maestro Rahbari.
Sin embargo, no suelo escuchar mis propias grabaciones. Cuando lo hago, me
doy más cuenta de lo que no he alcanzado que de lo ya conseguido: es como
mirarse en un espejo. No es la ocupación más convincente. Nunca estoy
muy contento con las grabaciones, porque pienso que la música debe ser un
hecho espontáneo, y eso quiere decir tener una audiencia y una comunión
entre el intérprete, el compositor y la audiencia. Cuando usamos el CD, o
un archivo por internet, o una cinta de casette, estamos bloqueando la
comunicación que realmente podría existir.
¿Qué le
recomendaría a un joven pianista?
Si su familia no tiene grandes relaciones en el mundo de la música, o si
su familia no es muy rica y no puede permitirse el pagar un concierto en
el Carnegie Hall, creo que los concursos son una buena posibilidad de
establecer contacto con gente del mundo de la música: agentes,
organizadores de conciertos, directores de orquesta... y de esa manera
hacerte conocido.
¿Cuáles
son sus futuras grabaciones o conciertos?
Tal y como dije antes, el concierto de Furtwangler. Voy a tocar y
profundizar en el arte de la fuga de Bach, incluyendo un recital
que voy a dar en Las Palmas en un par de meses. Enseñar también es un
gran objetivo personal.
¿Por qué
decidió dar clases de piano en Europa siendo usted americano?
Simplemente porque fui invitado a dar clases en Europa y no en américa.
Pero estoy muy contento de estar en Viena ya que es una capital muy rica
en todos los sentidos -se sonríe y arguye que no habla pecunariamente-.
Allí hay muchas posibilidades y una gran diversidad... se trata de una
capital mundial de la música. Gente de todo el mundo y especialmente de
centro europa tienen muchos deseos de mejorar y estudiar y eso hace que mi
trabajo sea muy satisfactorio.
Gracias por
todo, ha sido un placer realizar esta entrevista.
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