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LA DIGITACIÓN PIANÍSTICA (IV). Por Rocío
Cuenca Antón. Lee su curriculum. La visión que del mismo nos ofrece Denis Levaillant (El Piano) nos viene a reflejar cómo hay que obtener un máximo de equilibrio ante las diversas circunstancias que se nos presenten. Como tónica se nos propone que trabajemos en nuestras propias digitaciones y no a partir de algo ya impuesto. En este sentido observamos como Debussy en sus estudios para piano nos expone algo similar: "...la ausencia de digitación es un excelente ejercicio (...) nunca se esta mejor servido que por uno mismo (...) busquemos pues nuestras propias digitaciones.". A la hora de elegir una digitación definitiva, debemos tener desde el primer momento una idea acerca de la velocidad y el fraseo que vamos a realizar, y luego decantarnos por una u otra digitación. Otros autores, tal es el caso de Pere Vallribera (Manual de ejecución pianística y expresión) cita que el mencionado principio tiene especial importancia para la ejecución de las obras ya que reduce considerablemente la dificultad de las mismas. En principio propone que debemos respetar las digitaciones ya que éstas adquieren especial importancia para nuestra formación, siempre y cuando no estemos lo suficientemente formados en este sentido. Así mismo, como algo novedoso (hasta ahora), nos propone tocar un determinado pasaje en sentido invertido y directo. De igual forma ,a la hora de decantarnos por una digitación en un pasaje que va a gran velocidad debemos tener presente que la que elijamos mientras toquemos lento debe luego ser factible para su velocidad final, lo que en determinados casos nos llevará a decantarnos definitivamente por uno u otro digitado en el momento en que tengamos el pasaje a su velocidad final. En el caso de Heinrich Neuhaus (El arte del piano) nos habla de cómo la digitación está sujeta a varios principios: por un lado nos centraríamos en destacar el tipo de digitación que atiende a la comodidad, a la organización de las frases, al estilo en el que se esté interpretando al autor; por otro lado observamos como puede que estas exigencias no coincidan con la comodidad física de la mano. En cualquier caso, la digitación debe estar condicionada principalmente por lo primeramente expuesto. Como consecuencia de ello, Neuhaus nos comenta que no interpretaría de la misma forma una escala cromática en Beethoven que en Liszt: mientras que en el primero no utilizaría la sucesión de los cinco dedos en el segundo sí lo haría por evocarle al espíritu del autor. Volviendo al principio referido a la comodidad de la mano, es evidente que no se adaptaran de la misma forma una mano pequeña que una de grandes dimensiones. De lo que sí podemos estar seguros es de que a pesar de tener una mano pequeña un pianista con una suficiente formación intentará adaptarse al primer principio en función de sus capacidades. De igual forma nos dice que hay que ser conscientes de las individualidades de cada dedo. Entre sus muchas sugerencias a la hora de una determinada digitación podemos destacar aquella que nos hace a la hora de tocar un pasaje no demasiado rápido y con gran fuerza, en la que sugiere emplear el pulgar lo más posible para dar una mayor agilidad al movimiento giratorio. Es curioso pero observamos cómo llega a la misma conclusión que relata Debussy en sus estudios, diciéndonos que la mejor digitación es aquella que no se encuentra en la partitura, dando, por tanto, rienda suelta a la experiencia y talento que cada uno tenga. Andor Foldes (Claves del teclado) cuando habla acerca de la digitación, nos informa sobre la necesidad de poder tocar cualquier escala con la digitación de Do mayor. De igual forma nos anima a la utilización de cualquier dedo sobre cualquier nota (haciendo caso omiso de cualquier tabú como los relativos a que no se debe utilizar el pulgar sobre una tecla negra). De igual forma recomienda que una vez que el alumno tiene ya aprendida una obra con una determinada digitación no pruebe a cambiarla, porque nos encontramos ante la existencia de una memoria de carácter muscular, visual y musical que se opone. De hecho, por todos es sabido que la corrección de determinados malos hábitos lleva una cantidad de tiempo considerablemente mayor que la empleada para aprender los correctos y buenos. Con este artículo damos por terminada nuestra andadura por este tema, esperando que hayan sido provechosos éste y todos los anteriores. Espero veros el próximo mes. Hasta entonces FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERA ENTRADA DEL AÑO 2.001. Para la realización de este artículo y los anteriores hemos utilizado como bibliografía referencial: - NIETO, A.: La digitación pianistica. Mira editores. Colección: Mater Música. Distribuido por Editorial Boileau. Tel-Fax 93 2155334 E-mail: boileau@cambrabcn.es Página web: http://www.cambrabcn.es/boileau - FOLDES, A.: Claves del teclado. Ricordi. - NEUHAUS, H.: El arte del piano. Real musical. - VALLRIBERA, P.: Manual de ejecución pianística y expresión. Quiroga. - LEVAILLANT, D.: El piano. Labor. Nota del editor: De especial interés es el primer libro que se cita (Albert Nieto) por su gran valor pedagógico y su amplia cantidad de ejemplos. Lo recomendamos como imprescindible en la biblioteca del pianista. Los artículos anteriores a éste, publicados por Rocío sobre digitación en esta revista, se pueden considerar una síntesis muy personal de éste magnífico libro.
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