Revista mensual de publicación en Internet
Número 20º - Septiembre 2.001


Secciones: 
Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
El lector opina
Crítica discos
Web del mes
Midi del mes 
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

OBJETIVO VERDI

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.

 


      En el año Verdi siguen sucediéndose todo tipo de homenajes, conciertos, galas y representaciones por todo el mundo. Como no podía ser menos, las casas discográficas también se suben al tren del centenario y publican, entre otros, recopilatorios por lo general orientados a un público no especializado. Este mes traemos a estas páginas dos novedades: Verdi que te quiero Verdi de EMI CLASSICS (74796 2) y Verdissimo de TELDEC (8573-86386 2). 

Independientemente del criterio que se pueda seguir, toda selección implica dejar cosas fuera; bien por repertorio o por versiones y por ello nunca llegará a satisfacer por completo. En el caso de Verdi hay arias o fragmentos imprescindibles que han de estar: coros como el “Va Pensiero “ de Nabucco o el “Libiamo” de Traviata, arias como “Celeste Aida” o “La donna è mobile” de Rigoletto, y partes que todo aficionado espera como la “Marcha Triunfal” de Aida. En este sentido ambos recopilatorios cumplen este objetivo aunque como veremos más adelante el de Teldec no llegue a ser tan representativo de la obra de Verdi.

EMI posee el que sea seguramente el mejor fondo de catálogo de ópera del mundo. Esto aplicado a Verdi significa disponer de grabaciones completas de todas sus obras importantes (con frecuencia varias versiones de una misma obra) así como incorporar a los más grandes artistas de la historia del disco. Así, difícil será no ofrecer un producto bien nutrido en cuanto a repertorio e intérpretes. 

En este doble recopilatorio encontramos sus once óperas más importantes (sólo falta Simon Boccanegra) ordenadas cronológicamente con un total de 34 fragmentos amén del Dies Irae de su Messa da Requiem. Todo el material procede de grabaciones completas y no de recitales. De aquellas óperas más conocidas como Traviata, Rigoletto, Don Carlo o Aida se nos ofrecen varias arias y escenas. El plantel de artistas es antológico aunque centrado en intérpretes del pasado y no de la nueva generación. Reunidos aquí encontramos figuras de la talla de Maria Callas, Elisabeth Schwarzkopf, Christa Ludwig, Mirella Freni, Victoria de los Ángeles, Giuseppe Di Stefano, Alfredo Kraus, José Carreras y Luciano Pavarotti, por sólo citar a unos pocos, aunque también hay ausencias que claman al cielo como la de Montserrat Caballé o Plácido Domingo. En cuanto a directores nombres legendarios como Victor de Sabata, Barbirolli, Karajan, o Muti. 

En cuanto a la selección de repertorio se observa algún que otro lunar. Por ejemplo, en la selección de Don Carlo no se incluye la famosa aria para soprano “Tu che le vanità” o el lamento de Felipe II “Ella giammai m’amò!”, ambas imprescindibles, para sí incluir la intranscendente “Canción del Velo”. De Macbeth se incluyen dos breves fragmentos de la versión de Callas/de Sabata pero incomprensiblemente se deja fuera la escena del sonambulismo, de lo mejor de la ópera, que pocas (por no decir ninguna) han hecho como Callas. 

Por el contrario, podemos disfrutar del famoso cuarteto “Bella figlia dell’ amore” de Rigoletto en la versión de Muti, la bellísima “O tu Palermo, terra adorata” de I Vespri Siciliani, otra de las grandes arias verdianas para bajo por Furlanetto o una de las mejores arias de Verdi para soprano “Pace, pace mio Dio” de La Forza del Destino en la intensa lectura de Maria Callas. Sin olvidar el bellísimo "Ave Maria" del Otello, resultado de una perfecta simbiosis entre el talento de la Freni y la exquisita dirección de Karajan.

Otro tema es lo inadecuado de algunas versiones elegidas para algunas títulos. Sin querer extendernos demasiado en esto en Il Trovatore, por ejemplo, se ha optado por la posterior versión de Karajan con una Leontyne Price ya en declive y peor acompañada por el tenor Franco Bonisolli en lugar de acudir a la excelente versión de Maria Callas también con Karajan en una de sus interpretaciones legendarias de los años cincuenta. 

En todo caso, un doble disco que se traduce en una buena muestra del más grande compositor para la escena de todos los tiempos con una presentación en español (artículo incluido) más que adecuada.

La selección del Verdissimo de Teldec es necesariamente más reducida pues es un único disco formado por 16 fragmentos. Teldec ha tenido que acudir a los fondos de otros sellos como en el caso del Rigoletto de DG para así poder presentar, imaginamos, a Luciano Pavarotti en la ficha del disco. Asimismo para poder tener a Maria Callas han echado mano de los archivos sonoros de Fonit Cetra que son ahora propiedad de Teldec. Otros artistas son habituales de la casa como Sumi Jo, Edita Gruberova, Neil Shicoff o el polémico José Cura que aparece en una aria de su reciente grabación de Traviata de París.

Para este disco no se ha seguido ningún tipo de orden en la presentación del material a la vez que el programa es más bien endeble pues ni por asomo está todo lo que debiera. Además en ocasiones se ha optado por momentos no demasiado representativos como el dúo “Quel est ton nom?” de Vísperas en la infrecuente versión francesa. 

De todos modos, hay arias y versiones de mucho interés como el “Caro nome” del Rigoletto por Sumi Jo o “La rivedrà nell’ estasi” de un Ballo in Maschera en la correcta versión de Richard Leech. Aunque ya no en sus mejores años, a Pavarotti lo tenemos en la archiconocida “Questa o quella” y en “ Ella mi fu rapita....parmi veder le lagrime”, ambas de Rigoletto. No podía faltar tampoco “la donna é mobile”en esta ocasión en la también tardía versión de José Carreras que a pesar de no estar ni de lejos en sus mejores días (la grabación es de 1993) demuestra su dominio del fraseo verdiano, su bello e inigualable timbre así como sus innegables dotes interpretativas. 

Plena de facultades estaba la Callas en 1953 cuando se registró esta Traviata de Turín de la que aquí se recoge el “E strano!”. A pesar de que no goza de la fama de otras versiones posteriores, ésta es la única Traviata en estudio con la Callas. Estos pocos minutos son suficientes para entender (si aún hace falta) la fascinación que producía la Callas en el oyente y/o espectador. Giuseppe Di Stefano, que durante tanto tiempo compartiera escenario con ella, está magnífico en “Oh tu, che in seno agli angeli” de La Forza del Destino

Otro de los puntos fuertes del disco es poder disfrutar de un jovencísimo y pletórico Plácido Domingo en su primer recital grabado en 1968 cuando contaba 27 años y acababa de firmar por el Met. De ese recital publicado en CD por Teldec se han incluido aquí dos arias (Aida y Rigoletto). Destaquemos el “Celeste Aida” con una voz bien timbrada, siempre en su sitio, luminosa y sin el menor atisbo de esfuerzo en los agudos. Por su parte, José Cura del que tanto se ha hablado últimamente, demuestra aquí estilo, color y musicalidad aunque revela una preocupante desmotivación en la parte.

En definitiva, disco irregular pero que posee momentos de gran interés. Las grabaciones históricas aquí incluidas son de una excelente calidad sonora. Suficiente como botón de muestra aunque para quien busque una selección más completa mejor sea acudir al doble de EMI.