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CHERUBINI
Y MUTI
Por Angel
Riego Cue. Lee su
Curriculum.
Las misas de
Luigi Cherubini, recordado hoy casi exclusivamente por su
ópera Medea, son obras citadas muchas veces en
las historias de la música (como influyentes en las de
Beethoven) pero poco llevadas al disco, único medio en
el que las puede conocer un amplio sector de público.
Entre los directores "históricos", sólo nos
vienen a la memoria Toscanini o Markevitch, quienes han
dejado grabado alguno de sus Requiem, y en
tiempos más modernos, el campeón indiscutible de la
causa del Cherubini sacro ha sido sin duda Riccardo Muti,
pues ha grabado hasta ahora las siguientes obras: Requiem
en re menor, Misa para la coronación de Luis
XVIII, otra Misa de la Coronación (esta
vez para Carlos X), otro Requiem (en do menor,
este dedicado a la memoria del guillotinado Luis XVI), y
finalmente el presente disco, la Misa Solemne para el
príncipe Esterhazy.
La obra fue compuesta por Cherubini en 1811 como homenaje
al noble húngaro que había sido el
"protector" de Haydn, y que había ofrecido a
Cherubini ocupar el puesto del célebre compositor como
su maestro de capilla; por desgracia, la crisis
económica derivada de las guerras napoleónicas hizo que
el príncipe se volviera atrás, pero ahí quedó esta
obra, la más larga y monumental de las obras sacras de
su autor, con una duración (al menos en esta versión)
de 77 minutos, lo que nos muestra que el caso de la Missa
Solemnis de Beethoven, de duración similar, no es
un ejemplo aislado. Las similitudes con la obra de
Beethoven son muchas y, sin pretender compararlas en
cuanto a genialidad, es evidente que estamos ante una
obra importante, que contiene momentos muy bellos y
refleja la maestría de su autor (aunque deba ceñirse,
por supuesto, a las convenciones del género) y que
cualquier interesado en el repertorio sacro debería
conocer.
Si para sus otras grabaciones de Cherubini, Muti empleó
siempre orquestas inglesas (generalmente la Philharmonia,
de la que fue titular, excepto en la Misa para Luis
XVIII, donde interviene la London Philharmonic), en
esta ocasión se ha ido a Munich para grabar "en
vivo" con la Orquesta Sinfónica de la Radio de
Baviera; por encima de algunas inseguridades propias del
directo, o de que los cantantes (todos desconocidos para
este comentarista) cumplan dignamente pero no tengan
intervenciones señeras, queda ante todo el interés de
conocer la propia obra, de la que solamente existe en el
mercado, aparte de esta, la versión grabada por Helmut
Rilling.
CHERUBINI: Misa solemne para el príncipe Esterhazy/
Tilling, Fulgoni, Streit, Tomasson/ Coro y Orquesta
Sinfónica de la Radio de Baviera/ Dir. Riccardo Muti
EMI 7243 5 57166 2 0
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