Revista mensual de publicación en Internet
Número 29º - Junio 2.002


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Las canciones clave del verano

Por Antonio Pérez Vázquez. Lee su curriculum.


En estos días no se puede andar por la calle sin poder evitar oír determinadas canciones que nos acompañarán (tanto si queremos como si no) en el transcurso de la época estival.

Hay algo flotando en el ambiente que no sé lo que es. Mentira, sí que sé lo que es, o mejor dicho, lo que son. La gran horda de canción pegadiza que nos asola en esta época del año cuenta entre sus filas con innumerables cantantes y grupos que, al más puro estilo cigala, intentan salvar la temporada haciendo que su canción inunde la atmósfera las veinticuatro horas del día.

Es muy difícil huir de la audición de estos temas, vivir en mitad de un desierto parece la única vía de escape posible. Incluso cerrando puertas y ventanas (corriendo el riesgo de morirse de calor) llegan las vibraciones del exterior, porque los decibelios acompañan inseparablemente a las alegres frases de estas canciones.

Si te pones a sacar puntos en común siempre llegas a las mismas conclusiones: o estás en la playa, o bailando por la noche, o enamorando a una mulata (si es a dos mejor), o incluso en el mejor de los casos haciendo las tres cosas a la vez. He de reconocer que la última opción es sólo para los casos de recopilatorios.

Cuando pasen unas pocas semanas no sólo conoceremos los nombre de las canciones y sus intérpretes sino que también nos sabremos las letras de memoria y tendremos nuestras preferidas (enamorando a mulatas) frente a otras que no nos gustan tanto. La metamorfosis a tenido lugar en tan solo unos pocos días.

En casos extremos la canción viene acompañada de un baile extremadamente simple que provoca una diversión convulsiva en todos aquellos que la bailan. En un principio nos opondremos frontalmente a este tipo de manifestaciones, pero en el momento que lo probamos (junto a una mulata) ya no nos parece tan absurdo. Y el que esté libre de culpa que tire la primera piedra.

Si la suerte se alía con nosotros podemos hacer prácticas de baile con las bellezas que pueblan las pistas de baile, eso le da un valor añadido a la canción en cuestión que se esté bailando en ese momento que la catapulta hasta el primer lugar de nuestra clasificación personal. Ya no recordaremos la canción únicamente, recordaremos el buen momento que nos hizo pasar en compañía de..., bueno, de una agradable compañía.

Y lo más irónico de todo es que al final de los tres meses de verano nos costará trabajo dejar de oír estas canciones, estas canciones que contienes esas "palabras del verano" sin las que no sabríamos definir los buenos momentos que se viven en esa época del año.

Quizás, con un poco de suerte, en enero o febrero tenemos la suerte de escuchar en alguna emisora de radio un recordatorio de los éxitos del año entre los que se encuentra la canción del verano. Tras los primeros compases miraremos al cielo y suspiraremos para que la fiesta vuelva lo antes posible.