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EMI
ENCORE, BUENO Y BARATO (2)
Por Angel
Riego Cue. Lee su Curriculum.
El pasado mes de
febrero presentábamos en estas páginas la serie EMI
Encore, renuniendo en un solo artículo el comentario de
sus dos primeros lanzamientos. Decíamos entonces que era
una serie de precio muy económico (de vende por debajo
de los 6 euros el disco), lo que siempre está bien de
cara a las economías modestas, y donde podemos
grabaciones del fondo de catálogo EMI, alguna de ellas
justamente célebres.
Del tercer lanzamiento de "Encore" comentamos a
continuación los 5 títulos que nos han llegado. En
primer lugar nos encontramos con el Concierto para
violín de Beethoven tocado por el violinista que
muchos consideran el intérprete por excelencia de la
obra, Yehudi Menuhin, quien lo grabó para EMI en nada
menos que cinco ocasiones: dos con Furtwängler (1947 y
1953), la de Silvestri que es la que ahora se comenta
(1960), la de Klemperer (1966) y una postrera con Masur
(1981). De todas ellas la más celebrada ha sido siempre
la segunda con Furtwängler, de sonido muy aceptable pese
a ser grabación "mono" y que se puede
encontrar en la serie de EMI "Great Recordings of
the Century"; de elegir una versión como la de
referencia, las opiniones estarían divididas entre los
que prefieren esa y los que se inclinan por la de
Oistrakh con Cluytens, también en EMI.
En todas sus versiones, Menuhin no es que dé
precisamente lecciones de técnica, de la que nunca
anduvo muy sobrado a no ser en su juventud, pero en el
aspecto expresivo no tuvo rival, ofreciéndonos una
visión del Concierto de Beethoven que
podríamos calificar de "hipersensible", o de
un nerviosismo "a flor de piel" que cualquier
oyente encontrará de enorme atractivo. Ahora bien, a
partir de los años 60 su declive técnico fue cada vez
mayor y ya en la grabación de Klemperer apenas puede con
la obra (de la de Masur baste decir que la propia EMI
nunca la ha editado en CD); por tanto, la presente
versión que dirige el rumano Constantin Silvestri es la
última donde se puede escuchar a Menuhin en su plenitud
en esta obra.
Por desgracia, frente a la dirección inmensa,
monumental, que conseguiría Klemperer en 1966 (parece
muy difícil sacarle más partido a la obra), Silvestri
se queda en la superficie y nos entrega una parte
orquestal efectista y llena "trompazos"
bastante burdos, aunque el daño es menos grave si se
tiene delante a la Filarmónica de Viena. En fin, dado el
reducido precio del disco, al menos merece la pena
pagarlo por escuchar a Menuhin en su mejor intervención
en estéreo en este Concierto, y que en este CD
se publica en disco suelto por primera vez. El
complemento del disco es el mismo que lleva el de
Klemperer, las dos Romanzas para violín
grabadas en 1962 con dirección de Pritchard; aquí
tienen más sentido, pues Menuhin está también en buena
forma técnica y nos ofrece una versión que explota el
lado "lúdico" de estas piezas, a pesar de
romantizarlas en exceso, a lo que ayuda también la
dirección (artesanal, pero más que suficiente).
El
segundo disco comentado es una verdadera joya del
catálogo EMI, que se mantenía hasta ahora a precio
alto, dejando aparte un breve paso por la serie
económica de la EMI alemana "Meisterwerk". Se
trata de la grabación que hiciera en diciembre de 1976
André Previn, dirigiendo a la London Symphony, de la
música incidental de El Sueño de una Noche de
Verano de Mendelssohn. Desde su aparición, a la
hora de elegir una versión de referencia para esta obra,
la crítica ha estado dividida entre los partidarios de
esta de Previn y los que prefieren la firmada por Otto
Klemperer en 1960, también en EMI.
Previn se implica totalmente con la música, su orquesta
se entrega al máximo y la interpretación en general
tiene una vitalidad como muy pocas veces se haya
escuchado, y que él mismo no llegó a igualar en una
grabación posterior. En cuanto a profundidad, está
"casi" al nivel de Klemperer, aunque sin los
posibles inconvenientes de este último que podrían
alejar a cierto tipo de oyente, como una lentitud quizás
excesiva; a cambio, la obra le suena a don Otto con una
coherencia insólita, descubre detalles no oídos en
otras versiones y, en los números vocales la
"magia" conseguida por sus solistas (Harper y
Baker) supera a las intervenciones de Watson y Wallis con
Previn.
La presente grabación de Previn, por su parte, ofrece
mejor sonido (como es lógico, por la fecha) y sobre todo
la partitura completa, 14 números en lugar de los 10 que
incluyó Klemperer quien, pese a ello, tampoco omitió
nada de especial importancia. En fin, que Klemperer y
Previn, Previn y Klemperer, son ambos imprescindibles
para El Sueño de una Noche de Verano y por eso
es un motivo de alegría que uno de ellos sea editado a
precio tan barato.
En
tercer lugar, destacamos un CD que contiene
interpretaciones del pianista británico John Ogdon
(1937-1989), cuya carrera puede compararse a la de su
compatriota Jacqueline Du Pré: tras llegar ambos a la
cima en plena juventud, una enfermedad (mental, en el
caso de Ogdon) les apartó de la interpretación musical.
Siempre es grato encontrarse con registros de este gran
artista, y el que nos presenta aquí EMI incluye tres
obras del siglo XX, una de sus grandes especialidades: el
Concierto nº 2 de Shostakovich, el Tercero
de Bartok y la Sonata para dos pianos y percusión
de este último autor, junto a su mujer Brenda Lucas y
los percusionistas Holland y Fry. Un programa de gran
interés pese a que "rompa" los ciclos de los
conciertos de Bartok y Shostakovich, que muchos
aficionados prefieren ver reunidos en un mismo disco.
En estas grabaciones, Ogdon se muestra como una verdadera
fuerza de la naturaleza: torrencial, arrebatado, pero sin
que ello se traduzca en el menor descontrol técnico; un
virtuosismo fuera de lo común donde en lo único en que
podría pedirse aún más sería en el aspecto poético o
lírico, en los movimientos lentos. Así, en el concierto
de Bartok, Ogdon no tiene las resonancias románticas,
pudiéramos decir para simplificar
"chopinianas", de un Ashkenazy, sino que su
línea es digamos más objetivista, recordando a la de un
Geza Anda en su grabación con Fricsay (aunque la
técnica de Ogdon es muy superior a la de Anda). También
la Sonata para dos pianos y percusión, donde se desata
una violencia extremada, está en las antípodas de una
visión más lírica y "nostálgica" como la de
Solti-Perahia. En cuanto a las direcciones, en
Shostakovich Foster cumple aunque peca de algo
superficial, y en Bartok, Sargent muestra una corrección
"muy británica". Por lo dicho, este es un
disco con motivos más que suficientes para ser
recomendado.
En
orden decreciente de interés, llega el turno ahora a
otro pianista muy famoso en su época, pero hoy día cada
vez menos valorado por los aficionados, el
húngaro-francés György (Georges) Cziffra, cuyo
virtuosismo, espectacular pero de poca profundidad
expresiva, es a veces denostado como
"circense". En los Valses de Chopin
que nos ofrece este disco podemos tener un compendio de
sus virtudes y defectos: en lo técnico da toda una
exhibición, pero en lo interpretativo muchas veces la
música le suena trivial, a veces parece estar escuchando
una de esas "cajitas de música" a las que se
le da cuerda en vez de a un ser humano en una expresando
sus emociones mediante una interpretación.
Entre los valses menos logrados en la versión de Cziffra
están el 1º (con un rubato inicial de dudoso gusto), el
5º (qué poca poesía) o el 9º "del adiós"
(con uno de sus defectos habituales, una pulsación
demasiado rotunda en músicas que requieren más
delicadeza). Otros valses, sin embargo, le quedan
bastante dignos, dentro de una línea
"estándar", como el nº 6 o Vals del
minuto y, en general, a lo que es mero virtuosismo
no se le puede poner ningún reproche. Esta colección de
Valses queda muy por detrás de las grabadas por Arrau,
Rubinstein o Lipatti, aunque todos ellos grabaron
solamente los 14 primeros, los que se tocan siempre, y
Cziffra nos ofrece la colección completa de 19 Valses;
por la posibilidad de oírlos completos y por el bajo
precio del CD, la presente grabación puede tener su
interés. Se le añaden como complemento los 4 Impromptus
de Chopin, con lo que su duración sobrepasa los 79
minutos, aunque estas obras son más profundas que los Valses
y por ello Cziffra puede ser un intérprete aún menos
adecuado, como lo demuestra su trivial comienzo del Impromptu
nº 1.
Por
último, lo menos interesante de esta colección suelen
ser los discos de selecciones o "Highlights",
extraídos de grabaciones completas de óperas u
oratorios, y no son una excepción los presentes
extractos de Las Estaciones de Haydn,
procedentes de la grabación completa que realizara
Karajan en noviembre de 1972, cuando el director estaba
en su mejor momento en cuanto a lo técnico (el mes
anterior había llegado a la cima con su histórica Bohème
para Decca). Tal como se podría esperar, la orquesta
está sensacional y Karajan defiende magníficamente su
concepto de la obra; por desgracia, dicho concepto es
difícil de aceptar, pues nos encontramos con una visión
grandiosa, colosalista, con una orquesta demasiado
nutrida, un refinamiento excesivo para una historia de
campesinos com esta (por muy idealizados que sean estos
campesinos) y una gama dinámica también excesiva (un
ejemplo, el coro "Ach, das Ungewitter naht",
del Verano).
Los solistas se pliegan al concepto del director, y entre
ellos Hollweg queda algo por debajo de sus dos
compañeros, Berry (el mejor) y Janowitz (quien ya lo
había grabado antes con Böhm, versión esta última, si
no modélica, al menos con reparto mucho más
interesante). Como curiosidad, el disco acaba (tras el Invierno)
con un coro de la Primavera. En resumen, para Las
Estaciones mejor comprarse la obra entera y mejor
aún si no es por Karajan; como grabación moderna pueden
recomendarse antes otras, como la excelente que dirigió
Sir Georg Solti.
REFERENCIAS:
BEETHOVEN: Concierto para violín y orquesta,
Romanzas para violín y orquesta.
Yehudi Menuhin, violín/ Orquesta Filarmónica de Viena,
dir. Constantin Silvestri (Concierto) ; Orquesta
Philharmonia, dir. John Pritchard (Romanzas)
EMI Encore 7243 5 74972 2 0
MENDELSSOHN: El Sueño de una Noche de Verano
(Música incidental completa).
Lilian Watson, soprano ; Delia Wallis, mezzo/ Agrupación
Musical de Niños Finchley (dir. Colin Howard)/ Orquesta
Sinfónica de Londres, dir. André Previn
EMI Encore 7243 5 74980 2 9
SHOSTAKOVICH: Concierto para piano nº 2 ;
BARTOK: Concierto para piano nº 3, Sonata
para dos pianos y percusión.
John Ogdon, piano ; Brenda Lucas, piano (Sonata) ; James
Holland y Tristan Fry, percusión (Sonata) ; Royal
Philharmonic Orchestra, dir. Lawrence Foster (Concierto
de Bartok) ; New Philharmonia Orchestra, dir. Sir Malcolm
Sargent (Concierto de Shostakovich)
EMI Encore 7243 5 74990 2 6
CHOPIN: 19 Valses, 4 Impromptus.
Georges Cziffra, piano
EMI Encore 7243 5 74974 2 8
HAYDN: Las Estaciones (selección).
Janowitz, Hollweg, Berry/ Coro de la Ópera Alemana de
Berlín, Orquesta Filarmónica de Berlín/ dir. Herbert
von Karajan
EMI Encore 7243 5 74976 2 6
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