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Número 29º - Junio 2.002


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EMI ENCORE, BUENO Y BARATO (2)

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.

          

El pasado mes de febrero presentábamos en estas páginas la serie EMI Encore, renuniendo en un solo artículo el comentario de sus dos primeros lanzamientos. Decíamos entonces que era una serie de precio muy económico (de vende por debajo de los 6 euros el disco), lo que siempre está bien de cara a las economías modestas, y donde podemos grabaciones del fondo de catálogo EMI, alguna de ellas justamente célebres.

Del tercer lanzamiento de "Encore" comentamos a continuación los 5 títulos que nos han llegado. En primer lugar nos encontramos con el Concierto para violín de Beethoven tocado por el violinista que muchos consideran el intérprete por excelencia de la obra, Yehudi Menuhin, quien lo grabó para EMI en nada menos que cinco ocasiones: dos con Furtwängler (1947 y 1953), la de Silvestri que es la que ahora se comenta (1960), la de Klemperer (1966) y una postrera con Masur (1981). De todas ellas la más celebrada ha sido siempre la segunda con Furtwängler, de sonido muy aceptable pese a ser grabación "mono" y que se puede encontrar en la serie de EMI "Great Recordings of the Century"; de elegir una versión como la de referencia, las opiniones estarían divididas entre los que prefieren esa y los que se inclinan por la de Oistrakh con Cluytens, también en EMI.

En todas sus versiones, Menuhin no es que dé precisamente lecciones de técnica, de la que nunca anduvo muy sobrado a no ser en su juventud, pero en el aspecto expresivo no tuvo rival, ofreciéndonos una visión del Concierto de Beethoven que podríamos calificar de "hipersensible", o de un nerviosismo "a flor de piel" que cualquier oyente encontrará de enorme atractivo. Ahora bien, a partir de los años 60 su declive técnico fue cada vez mayor y ya en la grabación de Klemperer apenas puede con la obra (de la de Masur baste decir que la propia EMI nunca la ha editado en CD); por tanto, la presente versión que dirige el rumano Constantin Silvestri es la última donde se puede escuchar a Menuhin en su plenitud en esta obra.

Por desgracia, frente a la dirección inmensa, monumental, que conseguiría Klemperer en 1966 (parece muy difícil sacarle más partido a la obra), Silvestri se queda en la superficie y nos entrega una parte orquestal efectista y llena "trompazos" bastante burdos, aunque el daño es menos grave si se tiene delante a la Filarmónica de Viena. En fin, dado el reducido precio del disco, al menos merece la pena pagarlo por escuchar a Menuhin en su mejor intervención en estéreo en este Concierto, y que en este CD se publica en disco suelto por primera vez. El complemento del disco es el mismo que lleva el de Klemperer, las dos Romanzas para violín grabadas en 1962 con dirección de Pritchard; aquí tienen más sentido, pues Menuhin está también en buena forma técnica y nos ofrece una versión que explota el lado "lúdico" de estas piezas, a pesar de romantizarlas en exceso, a lo que ayuda también la dirección (artesanal, pero más que suficiente).



El segundo disco comentado es una verdadera joya del catálogo EMI, que se mantenía hasta ahora a precio alto, dejando aparte un breve paso por la serie económica de la EMI alemana "Meisterwerk". Se trata de la grabación que hiciera en diciembre de 1976 André Previn, dirigiendo a la London Symphony, de la música incidental de El Sueño de una Noche de Verano de Mendelssohn. Desde su aparición, a la hora de elegir una versión de referencia para esta obra, la crítica ha estado dividida entre los partidarios de esta de Previn y los que prefieren la firmada por Otto Klemperer en 1960, también en EMI.

Previn se implica totalmente con la música, su orquesta se entrega al máximo y la interpretación en general tiene una vitalidad como muy pocas veces se haya escuchado, y que él mismo no llegó a igualar en una grabación posterior. En cuanto a profundidad, está "casi" al nivel de Klemperer, aunque sin los posibles inconvenientes de este último que podrían alejar a cierto tipo de oyente, como una lentitud quizás excesiva; a cambio, la obra le suena a don Otto con una coherencia insólita, descubre detalles no oídos en otras versiones y, en los números vocales la "magia" conseguida por sus solistas (Harper y Baker) supera a las intervenciones de Watson y Wallis con Previn.

La presente grabación de Previn, por su parte, ofrece mejor sonido (como es lógico, por la fecha) y sobre todo la partitura completa, 14 números en lugar de los 10 que incluyó Klemperer quien, pese a ello, tampoco omitió nada de especial importancia. En fin, que Klemperer y Previn, Previn y Klemperer, son ambos imprescindibles para El Sueño de una Noche de Verano y por eso es un motivo de alegría que uno de ellos sea editado a precio tan barato.



En tercer lugar, destacamos un CD que contiene interpretaciones del pianista británico John Ogdon (1937-1989), cuya carrera puede compararse a la de su compatriota Jacqueline Du Pré: tras llegar ambos a la cima en plena juventud, una enfermedad (mental, en el caso de Ogdon) les apartó de la interpretación musical. Siempre es grato encontrarse con registros de este gran artista, y el que nos presenta aquí EMI incluye tres obras del siglo XX, una de sus grandes especialidades: el Concierto nº 2 de Shostakovich, el Tercero de Bartok y la Sonata para dos pianos y percusión de este último autor, junto a su mujer Brenda Lucas y los percusionistas Holland y Fry. Un programa de gran interés pese a que "rompa" los ciclos de los conciertos de Bartok y Shostakovich, que muchos aficionados prefieren ver reunidos en un mismo disco.

En estas grabaciones, Ogdon se muestra como una verdadera fuerza de la naturaleza: torrencial, arrebatado, pero sin que ello se traduzca en el menor descontrol técnico; un virtuosismo fuera de lo común donde en lo único en que podría pedirse aún más sería en el aspecto poético o lírico, en los movimientos lentos. Así, en el concierto de Bartok, Ogdon no tiene las resonancias románticas, pudiéramos decir para simplificar "chopinianas", de un Ashkenazy, sino que su línea es digamos más objetivista, recordando a la de un Geza Anda en su grabación con Fricsay (aunque la técnica de Ogdon es muy superior a la de Anda). También la Sonata para dos pianos y percusión, donde se desata una violencia extremada, está en las antípodas de una visión más lírica y "nostálgica" como la de Solti-Perahia. En cuanto a las direcciones, en Shostakovich Foster cumple aunque peca de algo superficial, y en Bartok, Sargent muestra una corrección "muy británica". Por lo dicho, este es un disco con motivos más que suficientes para ser recomendado.


En orden decreciente de interés, llega el turno ahora a otro pianista muy famoso en su época, pero hoy día cada vez menos valorado por los aficionados, el húngaro-francés György (Georges) Cziffra, cuyo virtuosismo, espectacular pero de poca profundidad expresiva, es a veces denostado como "circense". En los Valses de Chopin que nos ofrece este disco podemos tener un compendio de sus virtudes y defectos: en lo técnico da toda una exhibición, pero en lo interpretativo muchas veces la música le suena trivial, a veces parece estar escuchando una de esas "cajitas de música" a las que se le da cuerda en vez de a un ser humano en una expresando sus emociones mediante una interpretación.

Entre los valses menos logrados en la versión de Cziffra están el 1º (con un rubato inicial de dudoso gusto), el 5º (qué poca poesía) o el 9º "del adiós" (con uno de sus defectos habituales, una pulsación demasiado rotunda en músicas que requieren más delicadeza). Otros valses, sin embargo, le quedan bastante dignos, dentro de una línea "estándar", como el nº 6 o Vals del minuto y, en general, a lo que es mero virtuosismo no se le puede poner ningún reproche. Esta colección de Valses queda muy por detrás de las grabadas por Arrau, Rubinstein o Lipatti, aunque todos ellos grabaron solamente los 14 primeros, los que se tocan siempre, y Cziffra nos ofrece la colección completa de 19 Valses; por la posibilidad de oírlos completos y por el bajo precio del CD, la presente grabación puede tener su interés. Se le añaden como complemento los 4 Impromptus de Chopin, con lo que su duración sobrepasa los 79 minutos, aunque estas obras son más profundas que los Valses y por ello Cziffra puede ser un intérprete aún menos adecuado, como lo demuestra su trivial comienzo del Impromptu nº 1.


Por último, lo menos interesante de esta colección suelen ser los discos de selecciones o "Highlights", extraídos de grabaciones completas de óperas u oratorios, y no son una excepción los presentes extractos de Las Estaciones de Haydn, procedentes de la grabación completa que realizara Karajan en noviembre de 1972, cuando el director estaba en su mejor momento en cuanto a lo técnico (el mes anterior había llegado a la cima con su histórica Bohème para Decca). Tal como se podría esperar, la orquesta está sensacional y Karajan defiende magníficamente su concepto de la obra; por desgracia, dicho concepto es difícil de aceptar, pues nos encontramos con una visión grandiosa, colosalista, con una orquesta demasiado nutrida, un refinamiento excesivo para una historia de campesinos com esta (por muy idealizados que sean estos campesinos) y una gama dinámica también excesiva (un ejemplo, el coro "Ach, das Ungewitter naht", del Verano).

Los solistas se pliegan al concepto del director, y entre ellos Hollweg queda algo por debajo de sus dos compañeros, Berry (el mejor) y Janowitz (quien ya lo había grabado antes con Böhm, versión esta última, si no modélica, al menos con reparto mucho más interesante). Como curiosidad, el disco acaba (tras el Invierno) con un coro de la Primavera. En resumen, para Las Estaciones mejor comprarse la obra entera y mejor aún si no es por Karajan; como grabación moderna pueden recomendarse antes otras, como la excelente que dirigió Sir Georg Solti.



REFERENCIAS:

BEETHOVEN: Concierto para violín y orquesta, Romanzas para violín y orquesta.
Yehudi Menuhin, violín/ Orquesta Filarmónica de Viena, dir. Constantin Silvestri (Concierto) ; Orquesta Philharmonia, dir. John Pritchard (Romanzas)
EMI Encore 7243 5 74972 2 0

MENDELSSOHN: El Sueño de una Noche de Verano (Música incidental completa).
Lilian Watson, soprano ; Delia Wallis, mezzo/ Agrupación Musical de Niños Finchley (dir. Colin Howard)/ Orquesta Sinfónica de Londres, dir. André Previn
EMI Encore 7243 5 74980 2 9

SHOSTAKOVICH: Concierto para piano nº 2 ; BARTOK: Concierto para piano nº 3, Sonata para dos pianos y percusión.
John Ogdon, piano ; Brenda Lucas, piano (Sonata) ; James Holland y Tristan Fry, percusión (Sonata) ; Royal Philharmonic Orchestra, dir. Lawrence Foster (Concierto de Bartok) ; New Philharmonia Orchestra, dir. Sir Malcolm Sargent (Concierto de Shostakovich)
EMI Encore 7243 5 74990 2 6

CHOPIN: 19 Valses, 4 Impromptus.
Georges Cziffra, piano
EMI Encore 7243 5 74974 2 8

HAYDN: Las Estaciones (selección).
Janowitz, Hollweg, Berry/ Coro de la Ópera Alemana de Berlín, Orquesta Filarmónica de Berlín/ dir. Herbert von Karajan
EMI Encore 7243 5 74976 2 6