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PORQUE YO LO VALGO
Por Ignacio
Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.
Nuevo recital a cargo de la soprano rumana Angela Gheorghiu grabado en
vivo el pasado 8 de Junio de 2001 en la Royal Opera House, Covent
Garden. Como ya se ha apuntado en estas páginas, Covent Garden la
catapultó a la fama con una Traviata dirigida por Georg Solti
en 1994. El remodelado teatro, enclavado en el corazón de Londres,
alberga a un público fiel a la Gheorghiu que no olvida aquella
producción de Richard Eyre que la BBC -en un acto de extraordinaria
visión cultural- retransmitió en directo a todo el país.
Angela Gheorghiu está considerada como una de las divas más divas de
la actualidad, una especie de Callas a todo color y calidad digital
aunque sin su tormentosa vida privada. Y la verdad es que le sienta
bien el papel de diva; desde el primer momento que sale a escena y
saluda al público se rodea de una especie de aureola que sólo las
grandes divas han tenido. Su capacidad para estar en escena de manera
convincente, su absoluta concentración, sus miradas perdidas al
infinito, sus callasianos gestos con las manos, su indiscutible
autoridad cuando comienza a cantar como si fuera la única en el
mundo, etc, etc. Todo ello la convierte en un interesante espectáculo
vocal y visual.
No hay que dejar de lado su matrimonio con Roberto Alagna pues ambos
han sabido aprovechar el filón. Pocos artistas en la actualidad gozan
del trato que las discográficas les otorgan. Son ya innumerables los
recitales juntos o por separado que han aparecido en los últimos años
sin contar las grabaciones completas que han hecho juntos, más de la
media docena. Y suma y sigue...EMI acaba de sacar otro recital con
Alagna (como no, también participa Gheorghiu) y es inminente la
publicación de un Trovatore. Entre los dos se puede decir que
casi copan el mercado discográfico de la ópera. Todo ello hace que
sus nombres estén constantemente en boca de todos y que sus
actuaciones en vivo (como la de este verano en Salzburgo, en Romeo
y Julieta!!) se coticen muy alto.
Su
divismo también se ve alimentado por polémicas como la motivada por
el reciente encontronazo con su manager justo antes del estreno de La
Rondine en Londres. Según trascendió a la prensa, Lévon Sayan,
también agente de Alagna, la llamó horas antes del estreno para
anunciarle que la despedía porque no podía soportar sus manías y
porque no era normal. Según se cuenta, la soprano no se podía creer
lo que estaba oyendo, que alguien se atreviera a hablarle así. Sea
como fuere, lo que más importa al aficionado es si la artista está a
la altura de las circunstancias cuando sale a escena y encara un
repertorio variado y complicado como el que presenta este último
recital de EMI CLASSICS (CDC 57264 2).
El concierto empieza con el famoso lamento “Lascia ch’io panga”
del Rinaldo de Handel, un repertorio infrecuente en la soprano
como para esperar mucho de ella. Que no se busque aquí historicismo
alguno porque Gheorghiu acomete el aria desde la perspectiva romántica
y romantizada. Su voz se pliega bien a las exigencias de la partitura
con una interpretación sentida, muy lenta, aunque sin llegar a
convencer demasiado a lo que hay que culpar también a la dirección,
prácticamente inexistente.
En la siguiente aria de Mozart,
“Porgi Amor”, la soprano muestra una expresión elegante y sobria
a pesar de no ser una estilista en Mozart, un autor que apenas ha
cantado. “Porgi Amor” se interpreta generalmente con una exagerada
tristeza o melancolía aunque está en modo mayor. Gheorghiu es
partidaria también de esta visión pero el aria le sirve para mostrar
su bello instrumento, su buen legato y su capacidad para los
claroscuros. Hace un delicado comienzo en piano aunque esa exquisitez
no se mantenga a lo largo de la pieza. Intenso y resplandeciente el La
bemol en la palabra “morir” y bello ascenso en semicorcheas al Sol
natural.
Las cosas mejoran mucho en las dos arias francesas donde la soprano
hace lecturas que aúnan exquisitez y expresividad. En el aria de Manon,
Gheorghiu recuerda mucho a la Callas especialmente en el cierre de
aria con ese teatral “Adieu” que corona con un diminuendo muy
superior al de la griega. Y cuando llegamos a las arias veristas,
Gheorghiu se encuentra en un terreno que domina a la perfección y que
le ha valido numerosos elogios. Todas están interpretadas con gusto,
fino uso del portamento y correcta dosis de expresividad sin
exageraciones gratuitas. En “Un bel di vedremo” la soprano
participa del juego entre ingenuo e inocente de la quinceañera
japonesa (“un po’per ciela”) aunque su caracterización de
Butterfly pueda sonar un tanto inflada. Suena algo fatigada justo
antes de encarar el final, no muestra un fiato de libro precisamente
pero en general cumple con dignidad. Excelente en el aria de Adriana
Lecouvreur, ¡con qué delicadeza resuelve el final!. También
destacaremos sus graves servidos con más desahogo que en otras
ocasiones lo cual es digno de mención toda vez que el registro es en
vivo.
Sigue “Casta Diva” de Norma, una de las grandes arias del
repertorio que supone toda una prueba de fuego para cualquier
cantante. Angela Gheorghiu empieza con suavidad y dulzura en ese
ambiente de nocturnidad, de plegaria a la diosa de la luna, con un
expresivo “inargenti” en piano. Hace un interesante contraste
forte-piano y consigue que su voz sea una variada paleta de colores.
Corona con una buena fermata y una escala cromática descendente bien
resuelta. Hay que agradecer el detalle de incluir la cabaletta
posterior en la que, sin embargo, se le nota algo incómoda en la
coloratura.
Tres propinas con desigual resultado cierran el recital: un “O mio
babbino caro” de categoría, una pieza del compositor rumano Tiberiu
Brediceanu de aires zíngaros, que no deja de ser una curiosidad, y
otra del musical My Fair Lady que aunque entusiasme al público
del Covent Garden resulta ser una interpretación poco idiomática y
con una voz claramente fatigada. Decepción en las propinas que deben
servir para rematar un concierto y no para desinflar una buena
interpretación.
En resumen, recital obligatorio para los seguidores de la soprano y
recomendación general de hacerse con el DVD que se publica al mismo
tiempo que el disco. Y es que a la Gheorghiu además de oírla, si se
puede, hay que verla.
1.
HANDEL Rinaldo: Lascia ch'io pianga (Acto II)
2. MOZART Le Nozze di Figaro: Porgi, amor (Acto II)
3. MASSENET Manon: Allons!.. Adieu, notre petite table (Acto
II)
4. CHARPENTIER Louise: Depuis le jour (Acto III)
5. PUCCINI Turandot: Tu, che di gel sei cinta (Acto III)
6. Madama Butterfly: Un bel dì, vedremo (Acto II)
7. CILEA Adriana Lecouvreur: Ecco... Io son I'umile ancella
(Acto I)
8. BELLINI Norma: Casta Diva. Ah! Bello a me ritorna (Acto I)
9. PUCCINI Gianni Schicchi: O mio babbino caro
10. BREDICEANU La seceris: Câte flori pe deal în sus
11. LOEWE My Fair Lady : I could have danced all night (Acto I)
ANGELA GHEORGHIU, soprano
Orchestra of the Royal Opera House, Covent Garden
ION MARIN, director
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