|
UN
CETRO PARA HEPPNER
Por Pedro
Coco
El universo
tenoril carece últimamente de grandes y verdaderas
estrellas, por lo que no es extraño que acojamos con
reservas las nuevas propuestas de las casas
discográficas, que anuncian una y otra vez la llegada de
nuevos mesías. Sin embargo, el tenor canadiense Ben
Heppner ha dado ya muchas y muy buenas muestras de una
profesionalidad y un quehacer irreprochables a lo largo y
ancho del planeta en esta última década, y por lo
tanto, esta nueva grabación debe ser doblemente
celebrada: además de permitirnos disfrutar de su arte en
un CD de generosa duración y cuidada presentación,
Heppner nos presenta un repertorio que carece de grandes
exponentes en la historia de la discografía
recitalística.
Como bien explican las notas interiores del disco, este
repertorio era terreno de tenores de la escena francesa
del XIX, que eran tratados como auténticos reyes, o
dioses, y que iban perdiendo su cetro a medida que sus
facultades disminuían. En la actualidad, estas exigentes
partituras escritas por Berlioz, Meyerbeer o Massenet se
adaptan perfectamente a los medios de Heppner que afronta
estas páginas heroicas con gran dignidad. A estos medios
se suman la elegancia en el decir y la intención
dramática justa en cada momento.
Las escenas estrella del disco son para quien esto
escribe las del Cellini de Berlioz y la de La
Juive de Hálevy, que además son las de mayor
duración. En ellas Heppner se luce con maestría,
mostrando una gran luminosidad en el registro agudo, y
nos presenta unas caracterizaciones estudiadas al detalle
que nos hacen soñar con futuras interpretaciones
completas. El Met de Nueva York, donde es y será
habitual su presencia, prepara precisamente para la
temporada 2003-2004 estas dos óperas, y es una pena
que-según los avances de programación-no se haya
contado con el tenor en ninguna de las dos. En la única
página más ligera-dramáticamente hablando-del recital
(y no por ello menos exigente) nos muestra una voz que
corre sin problemas y un gran dominio del fiato. Como
apoteosis final, una monumental Marsellesa de Rouget de
Lisle.
Chung nos ofrece lecturas de las páginas muy bien
definidas, llenas de rotundidad a veces y otras llenas de
intimismo. Buen conocedor de la música francesa, sabe
sacar partido de una London Symphony Orchestra en estado
de gracia, que se muestra sólida y excelente
acompañante del tenor solista. En sus intervenciones
también las London Voices muestran una impecable tarea.
Como aquí y en su reciente grabación completa de Les
Troyens ha demostrado, el repertorio heroico
francés es un terreno que junto con el alemán de
heldentenor, puede dar numerosas satisfacciones a
Heppner, olvidándose de sus poco felices incursiones en
un territorio italiano, con Otello o Calaf por ejemplo,
que presenta escollos más difíciles de combatir.
REFERENCIAS:
Airs français. Arias de ópera de Berlioz,
Halévy, Massenet, Meyerbeer y Rouget de Lisle.
Ben Heppner, tenor. London Voices. London Symphony
Orchestra. Myung-Whun Chung, director.
Deutsche Grammophon. 471 372-2.
|