|
|
¡A DESCUBRIR EL MUNDO A TRAVÉS DE LA MÚSICA! "La música es el más elevado mensaje del sentimiento; es el arte que convierte la técnica en un regalo al espíritu para contribuir a que los seres humanos, al admirar la belleza, sean progresivamente mejores." -Don Pablo Casals- Por Ambar Lucero Stuart Logroño. El famoso violinista japonés Shinichi Suzuki decía que "todos los niños están especialmente dotados para el ritmo y la melodía." Para él, un pequeño puede comenzar a tocar un violín igual que aprende a hablar, siempre y cuando se dé el ambiente adecuado. Por esto, el acercarlo desde que tiene apenas unos días de nacido al mundo de la música es maravilloso para el enriquecimiento de su vida y de su espíritu. ¿Cómo desarrollar ese estímulo para que el niño comience su exploración musical a temprana edad? Es el propio niño quien se encarga de iniciar esta experiencia cuando comienza a probar sonidos con su voz mediante los balbuceos; todo por el simple hecho de que le gusta escucharse. A medida que va creciendo el niño, los padres pueden proporcionarle la oportunidad para que aprenda a cantar, escuchar o tocar algun instrumento para que así aflore todo ese arte que nace con espontaneidad. Segun expertos consultados el aprender música puede ser un juego fácil y divertido. En el Conservatorio de Música de Puerto Rico, fundado en 1959 por Don Pablo Casals, tienen las herramientas necesarias para que reciba la enseñanza adecuada y que ese aprendizaje lo beneficie en su crecimiento como ser humano. Este próximo verano se cumple un exitoso año en que comenzó el Programa Preescolar de Música del Conservatorio donde se ofrecen tres cursos a los pequñines: Kindermusik, Método Suzuki y Movimiento Creativo. Con las clases de Kindermusik se adentra al niño al maravilloso arte musical desde que tiene sólo días de nacido, pues dicho programa crea un medio ambiente en el cual el niño explora su mundo. Las clases se brindan en grupos desde recién nacidos, hasta siete años. El currículo se divide en cuatro etapas: la primera, desde recién nacidos a dieciocho meses, se llama kindermusik village; de dieciocho meses a tres años y medio, los beginnings; de tres años y medio a cuatro y medio, los growings; y de cuatro años y medio a siete años, los young child. Hoy nuestra entrevistada es a la Sra. Violeta Sánchez quien es Directora de Programas Especiales del Conservatorio. Nos expresa la señora Sánchez: "Todo el programa se ha diseñado basándonos en las etapas del desarrollo, educando a los papás que están buscando entender a sus hijos y cómo ayudarlos, ya que muchos de ellos desconocen que la música los favorece muchísimo. Es un reto bien grande, ya que usualmente a esas edades tienen otros intereses". En las clases los padres están junto a sus hijos; se les brindan ejercicios de movimientos para ayudarlos en la coordinación con la música. Se trabaja con el pulso, el ritmo y el acento. "Se hacen muchos bailes, se exploran los instrumentos que son preparados de acuerdo a su etapa. Por ejemplo, si son cascabeles, se les hace un brazalete con el cascabel dentro, para que no se lo traguen, y con esto exploran los diferentes sonidos desde los más fuertes, los lentos, hasta los más rápidos", indica Violeta. Mediante el Método Suzuki los niños pueden aprender violín, violoncelo, flauta y piano. Esta experiencia puede iniciarse desde que cumplen los dos años y medio hasta los siete y medio, excepto la flauta que la deben comenzar a los cuatro años. "Dicho Método está creado para desarrollar independencia, coordinación y desarrollo auditivo. El aprendizaje está diseñado para que el niño trabaje con la familia, por eso siempre debe estar acompañado por un adulto que le sea cercano. Esto es así porque las clases son una vez a la semana y queremos lograr una continuidad: cuando el pequeño esté en su casa pueda practicar bajo la supervisión de los padres; es una actividad que se extiende a la familia", señala la directora. Al ser tan pequeños, en los cursos, se trabaja con la memoria a través de la repetición y la imitación, pues no se pueden exponer a algo tan abstracto como es la lectura de partituras. Éste es el procedimiento que se lleva a cabo en el Método Suzuki. "Por ejemplo, en el taller de piano Suzuki las maestras dibujan en el piso el teclado y los niños se disfrazan de las notas musicales y de figuras rítmicas (las blancas, las negras, las corcheas). Todo es a través del juego, dándoles cosas concretas. El inicio de la lectura lo vamos a trabajar vivencialmente: se les construye la nota para que la toque y se le dice ésta vale dos tiempos . ¿Qué es eso? Pues brincamos dos veces, damos dos palmadas o cantamos dos veces, llevándolo a que "sienta". Todo esto son cosas nuevas y aquí lo estamos trabajando por la influencia montessoriana", explica Violeta, quien realizó estudios postgraduados en dicho método. Las clases de Movimiento Creativo consisten en bailes donde se selecciona un tema y se improvisa sobre éste, dándole técnicas para trabajar y conocer su cuerpo. "Aquí nos concentramos en el balance, la coordinación, la concentración , aprender a seguir instrucciones y en técnicas de cómo conocer su cuerpo para que pueda controlarlo. Es un currículo que se preparó para niños de dos años y medio, a siete años". señala Violeta, para añadir que éstos programas están disponibles para todos los niños, incluso para aquellos que tengan problemas físicos y de salud como el "síndrome de Down". Sobre los instrumentos: están hechos a su justa medida, adaptados a su pequeña estatura...¡es verdaderamente increíble ver a una niña de sólo tres años con su violincito a cuestas! Una experiencia única para mí. Violeta explica que cuando se matriculan se les muestran los instrumentos para que los puedan ver y seleccionar cuál les gusta más, y ese día también se les toman las medidas. "Todo bajo la supervisión de un adulto que los guíe. También les damos la oportunidad de cambiar si luego de probar un tiempo con el que escogieron no les gusta, pues realmente se están enfrentando a algo que desconocen, y nosotros los vamos a dirigir y a exponer a las diferentes alternativas para que ellos mismos en un momento dado puedan determinar". En lo que se refiere al currículo, éste se ha diseñado para que cuando el infante llegue a los siete años ya esté tocando el instrumento de su preferencia y lea las partituras. Del Programa Preescolar de Música salen preparados para formar parte de una orquesta preelemental. "Nosotros aquí somos los únicos en Puerto Rico que tenemos la oportunidad de que cuando terminen con Kindermusik puedan continuar en el Programa de Cuerdas para niños que comienza a los siete años. Este Programa, idea de Don Pablo Casals, tiene veinte años en el Conservatorio y su propósito es crear músicos para la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico; y lo hemos cumplido. Para éste se escogen niños de siete años que no saben música, solo se les hace una prueba de aptitud para ver sus inclinaciones. Sobre los beneficios: son muchos los que reciben los niños que participan encaminándolos dentro de la educación musical desde que nacen. La música es un arte que los ayuda en el desarrollo del celebro y la inteligencia. Estudios consultados demostraron que cuando se exponen a temprana edad a los niños, aprenden a resolver problemas con más facilidad, tienen más éxito en las matemáticas y en todo lo relacionado con la ciencia; todo lo que tenga que ver con exactitud y precisión lo van a desarrollar plenamente; "se crían niños más sensibles, tranquilos, estables y centrados. La música es una herramienta en donde ellos pueden canalizar sus frustraciones del diario vivir", añade Violeta Sánchez. Aunque el propósito del Programa es crear músicos, éste va más allá. Su meta es desarrollar personas sensibles al arte y que puedan utilizarlo para mejorar como seres humanos. Violeta asegura que si se obtiene eso, se ha logrado todo. "Si aparte salen músicos, ¡mejor! Si los padres dirigen éste tipo de actividad, definitivamente serán adolescentes no violentos, estarán encaminados a cosas positivas. Para esto hay que iniciarlos desde que nacen y, por supuesto, que cuenten siempre con el apoyo de sus padres. A ellos les fascina esta experiencia". De eso estoy segura. Me bastó con observar una clase para darme cuenta de que los niños lo disfrutan realmente. |