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UTE LEMPER EN GIJÓN
Gijón, Teatro Jovellanos. 31 de
julio de 2002. Recital de Ute Lemper. Con: Bruno Fontaine (piano, dirección
musical y arreglos), Dan Cooper (contrabajo), Todd Turkisher (batería).
El recital de Ute Lemper en Gijón había sido profusamente anunciado en
los días e incluso semanas previos a su actuación, era difícil pasear
por alguna zona de la ciudad sin encontrarse con un cartel con su foto. A
la artista, la indiscutible número uno de la actualiad en eso que se ha
dado en llamar "repertorio de cabaret", se la presentaba en la
información promocional del recital como "la reencarnación moderna
de Marlene Dietrich"; una posible forma de explicar al gran público
"de qué iba" su repertorio, aunque con el riesgo de que algún
espectador creyera que iba a escuchar Lili Marleen o canciones
similares.
Siendo el repertorio "de cabaret" algo intermedio entre la música
clásica y el "pop", más cerca incluso de esto último, no es
de extrañar que el recital no siguiera las pautas de una actuación
"clásica" al uso: no hubo programa, ni separación de los
distintos números para aplaudir, la actuación era un todo continuo que
mezclaba canciones, monólogos de la cantante y excentricidades variadas.
Los comentarios con que salpicaba todas sus intervenciones no pudieron ser
captados en su mayor parte por el público, debido a la barrera del
idioma; más de una vez Ute se excusó por no hablar español, y se dirigió
a su público en inglés, francés y alemán. Debido a esto la respuesta
del público fue mucho menos participativa de lo que habría sido en otras
latitudes, pese a que Ute llegó a salir del escenario para sentarse al
lado de un espectador.
En cuanto a la parte musical propiamente dicha, también siguió la pauta
de las actuaciones, no de un cantante "clásico", sino de lo que
en inglés se conoce como "personalities", intérpretes que
"versionean" las canciones dándoles así un sello propio.
Dentro de esta línea, pueden mencionarse las obras de Kurt Weill sobre
textos de Brecht, que son las piezas más famosas que ha dado este
repertorio "de cabaret": pudimos escuchar versiones libres de la
"Bilbao Song" de Happy End, del "O Moon of
Alabama" de Mahagonny y, cómo no, de la "Balada de
Mackie Messer" de La ópera de tres peniques que cerró la
actuación, propina aparte. También dentro de esa época (el Berlín de
los años 20-30, inmediatamente anterior a la llegada de Hitler al poder)
se encuadra el Jonny de Friedrich Hollaender, famoso precisamente
porque lo cantaba Marlene Dietrich en la película que la lanzó al
estrellato, El ángel azul.
Por supuesto, su actuación no se quedó en este repertorio, sino que
incorporó canciones de autores franceses (L'accordeoniste de
Michel Ermer, famoso por su interpretación por Edith Piaf; o Ne me
quite pas y Amsterdam de Jacques Brel) y otras de autores
anglosajones, que nos recuerdan el repertorio de su disco titulado Punishing
Kiss, con nombres que van desde el compositor "rock" inglés
Elvis Costello (autor de la canción que le da título, y cuyas
composiciones han llegado a interesar a intérpretes "clásicos"
como Anne Sofie von Otter), hasta el "rockero de culto"
australiano Nick Cave (Little Water Song) o el mismísimo
minimalista norteamericano Philip Glass (Streets of Berlin, de la
película Bent).
En resumen, una actuación que, si bien no consiguió una comunicación
total con el público debido a las diferencias de idioma, sí volvió a
demostrar que la Lemper no tiene actualmente rival en este repertorio,
tanto por voz como por personalidad interpretativa. Hagamos al menos una
mención a la profesionalidad de sus acompañantes (piano, contrabajo y
batería), inevitablemente oscurecidos al lado de la cantante.
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