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MINORITY
REPORT - John Williams Por
Joaquín R. Fernández. Gracias en parte a la fogosidad cinematográfica de Steven
Spielberg, John Williams no ha dejado de trabajar durante los últimos años.
Si bien las temáticas de las cintas en las que ha participado no le han
permitido alejarse de sus habituales estilos musicales, en ningún momento
se ha dejado llevar por la rutina y ha regalado a sus aficionados un
conjunto de obras de, cuando menos, inusitada eficacia. Quizás "Atrápame
Si Puedes", la película que su amigo Spielberg estrenará en
diciembre, le permita explorar nuevos mundos a través de sus
composiciones, pero al menos el oyente puede sentirse satisfecho por la
calidad de unas partituras que tal vez otros afrontarían desde una apática
desidia. La banda sonora de "Minority Report" se podría
dividir en tres bloques que, si bien en ocasiones interactúan unos con
los otros, durante gran parte de su desarrollo se presentan por separado,
de acuerdo, pues, con la propia evolución de la historia. Por un lado,
encontramos una música de ambientación que, si bien funciona
perfectamente en el filme, se hará cruda de escuchar únicamente en el
compacto. En segundo lugar hallamos los vibrantes pasajes orquestales por
los que Williams es tan conocido entre el gran público y, finalmente, las
muestras del más delicado intimismo inundan el resto del minutaje de la
partitura. «Minority Report», pista que abre el disco, es buen ejemplo
de todo ello. Los cortes oscuros, fríos e incluso átonos se adueñan
de un relato en principio distante y futurista, donde la gente parece
olvidar sus sentimientos en aras del progreso tecnológico. Ésa es una
idea que capta muy bien el autor de "Parque Jurásico" y que
expone en algunos de sus temas («Can You See?»; «The Greenhouse Effect»),
mezclándolos en ocasiones con una creciente opresión orquestal,
utilizada sobre todo para describir las acciones que se suceden en la
pantalla («Pre-Crime to the Rescue»). «Spyders» es un tema angustiante
en el que, sin embargo, no convence el exclusivo uso de la percusión que
lleva a cabo el compositor en algunos de sus fragmentos. Sin duda, las pistas más orquestales de la obra harán
bullir los ánimos del escucha. «Everybody Runs!» y «Anderton's Great
Escape» entusiasmarán a los adictos a este tipo de bulliciosas
sonoridades, a pesar de que son temas un tanto lejanos en calidad a lo que
Williams nos tiene acostumbrados para este tipo de composiciones. Eficaces
en la pantalla y repletos de fuerza, desgraciadamente no aportan esa magia
que este artista sí nos ha regalado en anteriores ocasiones. Destacar la belleza de los temas intimistas, que en parte
recuerdan el lirismo de"A.I. (Inteligencia Artificial)"; así,
«Sean and Lara» o «Sean's Theme» son una verdadera maravilla, cortes
emotivos y tiernos que evocan el feliz pasado del protagonista. Por su parte, «A New Beginning» deviene en un brillante colofón
para el filme, seguramente muy empalagoso para algunos, pero plenamente
coherente con la filmografía conjunta de Spielberg y Williams. En definitiva, otro adecuado trabajo del compositor más
talentoso del Hollywood actual, y ello a pesar de trabajar con ideas no
excesivamente originales (de hecho, hay momentos en los que su partitura
para "Minority Report" nos recuerda demasiado a la banda sonora
de "Star Wars. Episodio II. El Ataque de los Clones", tal y como
se puede comprobar sobre todo en las piezas de acción). Como la película
de Spielberg, distará de la perfección, pero no hay duda de que es un
compacto que satisfará a los abundantes seguidores del autor de "El
Imperio del Sol".
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