ENTREVISTA: ALFREDO ANAYA PEÑA
“ A veces basta oír un golpe de timbal para que se alegre el alma” -  Maurice Ravel
 

Entrevista realizada por Daniel López Fidalgo (Madrid, Grupo Scialoja-Branca).

INTRODUCCIÓN
Si hay una clase de músicos, a la que pudiéramos llamar “incomprendidos” en el sentido más laxo, en ella incluiríamos a los percusionistas. Muy cotidianamente olvidados por el gran público, y aun por los propios músicos, nos encontramos esta especie de rara avis; a caballo entre lo moderno y lo ancestral, lo clásico y lo que nos es coetáneo y familiar, por formar parte de los sonidos que siempre creemos que están y han estado ahí, como sin explicación. William Kraft afirma: “El timbalero es como el segundo director de orquesta con la fiereza del león y la sensibilidad del concertino”. El percusionista puede tener y tiene la responsabilidad de levantar una orquesta, de atribuirle un momento de brío, un arranque que haya de ser seguido por el resto de músicos, y también una culminación, una guinda final, a modo de cumbre del discurso sinfónico, que corona la cima de un paroxismo, sin ellos inalcanzable.

La esencia del percusionista la encarna Alfredo Anaya. Músico de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Experimentado, aunque joven, ha cultivado los latidos de la percusión desde su infancia, bebiendo de las fuentes de su tradición familiar y de los más grandes maestros de la percusión sinfónica: Regolí, Gary Burton, Marinus Komst, Stevens. A los 17 años debuta en el festival de música de Canarias habiendo obtenido con igual premura premio extraordinario de fin de carrera. Su pasión por la percusión sinfónica ha sido parte de su credencial para cultivar otros géneros como los ritmos latinos, trabajando estrechamente con el mítico Paquito D´Rivera, y la grabación en estudio de muy laureadas bandas sonoras de nuestro cine como “El perro del hortelano” y “Todo sobre mi madre” por citar dos en su inmenso currículo. Alfredo Anaya es hombre avezado y de experiencia por tanto, que enriquece la música, y enriquece a quien le escucha.

ENTREVISTA
Daniel López: Alfredo ante todo agradecerte este rato que me concedes, sabemos de lo apretado de tu ritmo, así que comenzaremos como solemos hacerlo siempre. Por el principio. ¿ Cómo un joven se sustrae de los encantos de la percusión de batería y grupo de amigos y decide ser percusión de clásico?

Alfredo Anaya: La verdad es que siempre me gustó, pero al empezar tan joven como lo hice tenía las manos tan pequeñas que no podía sujetar las baquetas, ni tener la fuerza suficiente como para percutir de la forma necesaria, de modo que comencé con instrumentos de percusión directa, que no me exigían adaptarme a unas medidas que para mí eran excesivas. Durante ese tiempo estudié piano, hasta que crecí lo suficiente como para adaptarme correctamente a las dimensiones de los instrumentos.

Dl: ¿Dónde empezaste tus estudios?

AA: Empecé en Madrid, aunque después he ido perfeccionando mi técnica con diferentes maestros. Estuve un tiempo en Barcelona, allí trabajé una técnica muy novedosa que se había estudiado ya en Alemania y EEUU.

DL: ¿ Era una técnica válida para todos los instrumentos?

AA: No, era sólo para marimba. Era una técnica muy interesante, durante ese tiempo compaginé estos estudios especializados con los del Conservatorio donde tuve muy buenos maestros.

DL: Después de la carrera, comenzaste tu andadura profesional en diferentes lugares...

AA: Sí, cuando acabé hice oposiciones para la Orquesta de RTVE, al tiempo que comencé colaboraciones con otras orquestas, que compaginaba con mis primeras experiencias en grabación en estudio. Spots televisivos, documentales etc..

DL: ¿No te sentiste tentado de seguir en ese mundillo, más atractivo para un joven a priori?

AA: Durante un tiempo hice muchas colaboraciones y participé en eso que llaman la música ligera, pero el ambiente que rodea todo ese tipo de música, que para mí merece todo el respeto, es muy distinto al que a mí me gustaba y estaba acostumbrado. A mí siempre me gustó la música clásica, y siempre he tenido claro que la percusión sinfónica era lo que más me llamaba la atención.

DL: Más tarde llega tu ingreso en la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid –(ORCAM)

AA: Sí, hice las oposiciones de ingreso y desde 1997 estoy en la Orquesta. Para mí es muy gratificante, es una Orquesta que presta mucha atención a la música española, y además interpretamos gran cantidad de obras contemporáneas lo que mantiene muy viva la concentración de los percusionistas, ya que es en este tipo de obras donde mayores innovaciones se producen en nuestro campo. He llevado a cabo de forma simultánea otros proyectos. En música de cámara colaboro con el centro de difusión de la Música Contemporánea, con el grupo Círculo y con el LIM ( Laboratorio de Investigación Musical)

DL: ¿ Qué faceta te gusta más, en cuál te sientes más cómodo?

AA: Lo cierto es que disfruto mucho con ambas, se complementan.

DL: ¿Cómo crees que se aprecia vuestro trabajo desde el patio de butacas?

AA: La percusión es algo complejo de explicar porque nuestras sensaciones son muy especiales. Vivirlo desde dentro es muy emocionante. Saber que quizás gran parte de una melodía se conduce directamente a un golpe de platillos es emocionante. Realmente se me ponen los pelos de punta en el momento en que sabes que la Orquesta espera tu toque perfecto como culminación, y ahí no puedes fallar. Se suele decir : “ un toque de platillos, no parece tan complejo”. Pero los platillos o cualquier otro instrumento tienen una técnica muy compleja. No es tan fácil sacarle aun platillo el sonido preciso. Evidentemente no es un violín, pero cada instrumento de percusión tiene una técnica.

DL: Llegados a este punto conviene aclarar que en la percusión sinfónica manejáis varios instrumentos, clasificables de distintas maneras atendiendo a criterios diferenciales. Tradicionalmente los membranófonos y los idiófonos.

AA: Sí efectivamente, el percusionista estudia diversos instrumentos. Timbales, caja, bongó, bombo, Tom-Tom, son los llamados membranófonos y luego los idiófonos: marimba, vibráfono etc..En cualquier caso no hay una clasificación cerrada, hay muchos instrumentos que aparecen o se introducen por un compositor que los ha descubierto en algún lugar y que los quiere introducir en su composición, por lo que nuestra técnica debe ir adaptándose a los nuevos instrumentos. Se experimenta continuamente porque la percusión es el campo más abonado para la innovación. Hace poco un compositor australiano utilizó un nuevo instrumento que requería ser soplado. En este caso se nos plantea un dilema. El percusionista dice: “ yo percuto”, que soplen los de viento... Y es que hay instrumentos que se incorporan a la percusión pero que son realmente innovadores en técnica y sonido.

DL: Vosotros en el conservatorio estudiáis una serie de instrumentos arquetípicos de la percusión. ¿ Cómo hacéis para adaptaros a las nuevas necesidades?

AA: Nosotros estudiamos una técnica que es utilizable en diferentes instrumentos. Sabemos cómo sacarle partido a cada uno en base al conocimiento de los tipos de los que luego hay variantes. Para eso nos sirven de gran utilidad los consejos e indicaciones del director, e incluso del propio compositor. No es extraño ver grandes indicaciones del compositor explicando qué es el nuevo instrumento, cómo debe tocarse y que es lo que él quiere que saquemos del propio instrumento.

DL: De modo que se da en la percusión lo que sería imposible en otro tipo de instrumento,que es el contacto directo entre el músico y el compositor, impensable que el violín consulte con Beethoven, desgraciadamente.

AA:¡ Exacto!, nosotros mantenemos un estrecho vínculo con muchos compositores que quieren explicarnos que es exactamente lo que quieren. Se dan muchas circunstancias muy llamativas. A nosotros nos ayuda saber quién es compositor y cuál es el ámbito de su composición. No es lo mismo el ritmo brasileño, que el que debe otorgarse a una composición romántica. Además de nuestras indicaciones en la partitura, el contexto del autor debe tenerse en cuenta.

DL: Además es lógico que os situéis para dar más emoción a lo que interpretáis. El ritmo de unas Bachianas Brasileiras de Villa Lobos no tendrá mucho que ver con la solemnidad de unos timbales en Beethoven.

AA: Efectivamente, se da además la circunstancia de que en música contemporánea nos vemos en el centro de la innovación. Hace poco interpretamos a Acevedo y había que pinchar globos. En ocasiones me he visto golpeando una caja de zapatos...

DL: Realmente el percusionista es el músico más dúctil y flexible de la orquesta. No me imagino a un músico de cuerda acogiéndose de buen grado a estos experimentos...

AA: En eso tienes razón. No te quepa la menor duda que el músico más “progresista” de la orquesta es el percusión.

DL: De eso se aprovechan a veces los compositores, que os someten a auténticas pruebas de fuego.¿ Os llegáis a sentir ridículos con según que cosas? Quiero decir ¿ Creéis que se os falta al respeto como músicos?

AA. En ocasiones no te niego que sí nos sentimos, al menos yo, algo conejillos de Indias. Lo cierto es que es nuestro trabajo y nos gusta. Sin duda tras un percusionista siempre hay un “sinvergüenza” sin tanto pudor como otros músicos.

DL ¿ Cómo ves la percusión sinfónica española?

AA A todas luces fenomenal. El crecimiento de las Orquestas de las Comunidades Autónomas ha hecho que se multiplique el número de percusionistas. Todos nos hemos beneficiado de esto, y de un grupo de intrépidos que hace tiempo se marcharon al extranjero y nos enseñaron lo que aprendieron. Tanto en técnicas como en instrumentos novedosos. El percusionista español tiene unas ganas enormes de estudiar y hacer las cosas bien. Le damos un carácter y un sentimiento tal vez ancestral al ritmo muy apreciado por los colegas extranjeros. Son muchos los españoles que hoy enseñan en “master classes” a los extranjeros lo que hace no mucho nos enseñaban ellos a nosotros. Somos un nexo entre lo clásico y los nuevos ritmos latinos que se introducen en la orquestación contemporánea.

DL Quiero que me hables de la castañuela. Instrumento de percusión muy folclórico y postergado, pero que es base de buena parte del repertorio clásico. Ravel, Rimsky Korsakov, siendo extranjeros la han usado con maestría-

AA Me alegra esa pregunta, porque yo soy acérrimo defensor de la castañuela. Es un instrumento precioso de difícil técnica que, además no se enseña en los conservatorios. Tenemos que buscarnos la vida e ir en busca de maestros para adquirir una técnica que como en España no se conoce fuera. Hoy en día lo español está de moda y en Alemania son muchos los percusionistas españoles que enseñan su manejo

DL: En tu opinión cuál es el compositor español que mejor partido les ha sacado. De los Falla , Albéniz, Turina...

AA. Para mi gusto el gran Manuel de Falla ha sido maestro en esto.

DL . Dentro del repertorio clásico y desde el punto de vista de la percusión, ¿qué compositor te emociona interpretar?

AA Clásicos: Beethoven; su solemnidad impacta. Si en su época hubieran existido los adelantos que en la percusión existen ahora, creo que nos habría vuelto locos a los percusionistas. De la época más tardía me encanta Debussy. Su dulzura en el tratamiento y los matices que le saca a la percusión me parecen impresionantes. Ravel también es muy de mi gusto.

DL Bueno Alfredo, para terminar: ¿qué proyectos tienes?

AA En la actualidad seguir disfrutando en la orquesta y con las colaboraciones de estudio que me apasionan. También me encantaría llevar a cabo un proyecto de violín con percusión, que es muy novedoso y creo que muy interesante.

DL Te agradezco sobremanera este rato, que esperemos haya servido para ubicar en su justa medida a esos grandes profesionales que sois los percusionistas.

AA Muchas gracias a ti, por la oportunidad de dar a conocer un poco más la percusión.

¿Se imaginan una “Heroica” de Beethoven si unos timbales que hacen vibrar la Tierra? ¿ Se imaginan a Wagner desprovisto de su sonora majestad, por afán de una percusión que no matiza el contenido de unas notas que necesitan ayuda?

Alfredo Anaya es una enciclopedia de percusión, un hombre que tuvo claro su destino antes de que sus manos y su tamaño pudieran entenderlo. Sus conocimientos trascienden las fronteras de una profesión, porque él percute con devoción. A ritmo de frac. Con entusiasmo que engrandece la música de sus intervenciones y la matiza para atribuirla un carácter majestuoso. Símbolo de una nueva generación de percusionistas españoles llamados a agitar los cimientos de la música