La música en el final de curso

Por Cristina Isabel Gallego García. Lee su curriculum.  

¡Y de nuevo llegó el final del curso escolar! En nuestro colegio, como en tantos otros, realizamos una fiesta en la que participamos toda la comunidad educativa, pero de forma especial, al niño se le da un papel protagonista, desde los más pequeños a los mayores que dejarán esta etapa para iniciar otra nueva.

Nuestra prioridad fundamental es la persona y la educación en valores. Pensamos que a partir de ahí, se crea en el centro un clima de respeto y tolerancia que favorece el trabajo diario.

Los tutores ayudados por la profesora de música, hemos preparado algunas canciones que puedan realizar los alumnos con su incipiente enseñanza musical,  pero al mismo tiempo, incentivando su espontaneidad y cultivando la expresión artística.

A ellos les motiva cantar, oír cantar, seguir el ritmo o bailar  al compás de una canción, ya que el canto es una de la actividades que realizan con más gusto y alegría. Les gusta las canciones que les hablen del cuerpo, de cosas que están integradas en su vida... por eso ellos deben acostumbrarse a cantar y a conocer muchas canciones que aporten variedad expresiva para enriquecer su capacidad emocional.

El valor educativo de las canciones que se interpretaron en la fiesta, es muy importante ya que hace participar todo el cuerpo, porque no solamente se cantan sino que se dramatizan, se lleva el ritmo con las manos, con los pies se baila, en definitiva se escenifica y el niño vive la canción que canta; en este caso una fue: “Estaba el pájaro pinto”.

Esta canción no es muy larga por lo que se adecua a los niños con los que la hemos trabajado en Educación Infantil.

No pretendemos crear futuros músicos, sino que esta preciada realidad, como es la música pueda contribuir al pleno, armónico e integral desarrollo del niño, así como hacerle un primer acercamiento al mundo de la música, ser sensible, que sea capaz de amarla y ver en ella la gran cantidad de utilidades que puede tener.

La canción la hemos enseñado por frases, haciendo primero el acento y luego el pulso; ambos se pueden hacer bien dando palmadas con la manos, con las manos en los muslos, o con los pies en el suelo. Mientras se realiza, cantamos la canción.

Una vez aprendida, hacemos un corro en el centro, y empezamos a cantarla cogidos de las manos.

Al decir “pájaro pinto” nos soltamos las manos y movemos los brazos de arriba hacía abajo como si estuviéramos volando.

Al decir “picando” hacemos con un dedo como si estuviéramos señalando (de delante hacía detrás), y seguimos cantando y dando la vuelta al corro.

Al decir “aire”, abrimos los brazos y seguimos cantando.

Al decir “veré yo”, nos señalamos los ojos con los dedos de las manos.

Al decir “entre las matas, entre las flores”, los niños se agachan y se levantan.

Y el final de la canción se sigue cantando y dando vueltas en corro.

Otra forma de trabajar la canción es introduciendo algunos instrumentos musicales mientras se baila y se canta la canción. Así, por ejemplo: los triángulos cuando aparece el “pájaro pinto” y el “ruiseñor”, xilófono cuando aparece el “aire”, maracas con las “matas”, cascabeles con las “flores”...

Los niños se van a poder intercambiar los papeles y los instrumentos, de forma que todos harán todo: unos cantarán, otros dramatizarán la canción con la escenografía que hemos creado, otros tocarán los triángulos, otros los xilófonos, otros las maracas y otros los cascabeles.

Como hemos señalado, con las letras de algunas canciones elegidas, pretendemos transmitir un mensaje que incida en la educación de actitudes y valores desde las primeras etapas del aprendizaje.

Se reúnen así actividades de artes audibles, plásticas y dinámicas en forma global, tal como el niño percibe la vida y cómo realmente debe ser. UN TODO COHERENTE QUE LE ESTIMULA Y ATRAE.

Bibliografía 

Ø      CONDE CAVEDA, J. L. VICIANA GARÓFANO, V y CALVO NIÑO, Mª. L. (1999) Nuevas canciones infantiles de siempre. Propuestas para la globalización de los contenidos de Educación Infantil y Primaria. Aljibe, Málaga.

Ø      ELIZALDE, L. (1993). Flauta dulce. Lecciones y canciones para la educación primaria. Publicaciones Claretianas. Madrid.