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Viejas perlas de zarzuela
Por
Víctor Pliego de Andrés. Lee su
curriculum.
Arias de
zarzuela del siglo XVIII.
Obras de
Nebra, Boccherini, Rodríguez de Hita, y Martín y Soler. Elena de la
Merced, soprano. Orquesta de Les Talens Lyriques. Director: Christophe
Rousset. Teatro Real de Madrid, 14 de junio de 2004.
El
Festival de Verano del Teatro Real se ha inaugurado esta temporada con un
concierto de lujo, rebosante de arte, criterio y perfección. Fue un
recital de arias de zarzuela del siglo XVIII a cargo de Elena de la Merced
y de la Orquesta de Les Talens Lyriques, que dirige Christophe Rousset,
basado en el trabajo discográfico previamente realizado por los mismo
músicos con María Bayo. Se nota que los instrumentistas se saben muy bien
las obras y que las tienen rodadas. La orquesta es sencillamente perfecta,
por su limpieza, la tersura de su sonido, la galanura de su articulación,
el vértigo de sus reguladores... Es un milagro poder escuchar estas
antigüedades de la música española ofrecidas por unos intérpretes tan
excelsos. Rousset es además el responsable de la exhumación y preparación
de estas arias de la zarzuela del siglo XVIII, entre las que se
intercalaron oberturas y una sinfonía de Boccherini para reposo de la
soprano. Pudimos escuchar excelentes versiones de arias de arias zarzuelas
antiguas; de los siguientes títulos: Para obsequio de la deidad de
José de Nebra, Clementina de Luigi Boccherini, La Briseida
de Antonio Rodríguez de Hita y de La madrileña o el tutor burlado
de Vicente Martín y Soler. Fueron cinco arias de dificultad que Elena de
la Merced interpretó magistralmente, poniendo de relieve sus muchas
virtudes vocales que son seguridad, buena dicción, fraseo perfecto y
musicalidad inteligente. También manifestó una discreción y modestia sobre
el escenario, inhabitual en una diva. La cantante conoce muy bien su voz y
sabe como aprovecharla de la mejor manera. El maestro Rousset dirigió con
gesto personal y enorme eficacia un repertorio y una orquesta que son
producto directo de su esfuerzo personal. El público, que estuvo algo frío
en la primera parte, se mostró caluroso al final y terminó arrancando
varias propinas a los intérpretes. El concierto, lo repito, fue de lujo y
constituyó un evento para recordar. (Fotografía de Javier del Real)
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