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Boda de tango y fados
Por
Víctor Pliego de Andrés. Lee su
curriculum.
La pena
golfa. Tangos y fados.
Intérpretes: María Lavalle, voz; Jorge Lema, bandoneón; Víctor Gil,
violonchelo; Gabriel Szternsztejin, guitarra; Salvador Soteldo,
contrabajo; Carlos Gonçalves, guitarra portuguesa. Colaboración especial
de Juan Diego. Dirección artística: Rafael Flores. Puesta en escena:
Carlos Aladro. Teatro de La Abadía. Madrid, 19 y 20 de mayo de 2004.
Tangos y fados constituyen dos bellísimos repertorios vinculados por un
secreto sentimiento que María Lavalle desvela en su precioso espectáculo
titulado La pena golfa. La idea de unir en matrimonio estas músicas
es magnífica y el resultado exhala una extraordinaria coherencia. Lavilla
transita con toda naturalidad por distintos géneros y lenguas, alterna
aires de uno y otro lado del mar, viaja de Buenos Aires hasta Lisboa,
pasando por París, propone fusiones sugerentes, interpreta tangos con
aires de fado y viceversa. Su sensibilidad acoge una voz preciosa, una
gran presencia escénica y una sobriedad interpretativa. Estas virtudes se
conjugan en unas versiones llenas de rigor y hondura. Hubo una discreta
amplificación, totalmente innecesaria para una voz como la de María
Lavalle y una sala tan recoleta e íntima con la del Teatro de La Abadía de
Madrid. El quinteto instrumental que acompañó el recital fue excelente.
Estuvo liderado por el bandoneista y sutil arreglista Jorge Lema y contó
con la colaboración excepcional de Carlos Gonçalves, legendario compositor
e intérprete de guitarra portuguesa, compañero de Amália Rodrigues en
durante muchos años y autor de fados inolvidables como Lágrima.
Completaron la orquesta Víctor Gil al violonchelo, Salvador Soteldo al
contrabajo, y el magnífico guitarrista Gabriel Sztersztejin. Toda la
música fue excelente. Se efectuó una puesta en escena con más buenas
intenciones que resultados, bella en su plástica pero algo baladí en sus
propósitos. Juan Diego hizo varias apariciones recitando poemas muy bien,
pero con algún exceso por falta de dirección. Reforzaron el carácter
teatral del espectáculo un cuidado espacio escénico y una elaborada
iluminación, más propia de un gran escenario que de esta sala recoleta. Se
ofrecieron tan solo dos funciones patrocinadas por Repsol. El día del
estreno asistieron muchos invitados de compromiso, personalidades de la
política y la empresa, que compusieron un público más frío de lo que esta
velada hubiera merecido.
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