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Exotismo y vanguardia
Por
Víctor Pliego de Andrés. Lee su
curriculum.
I la Galigo. Música y dirección musical: Reahayu Suppangah. Adaptación del texto y dramaturgia: Horda Grauer. Vestuario: Joachim Herzog. Maestra de danza: Andi Ummu Tunru. Dirección, diseño, escenografía e iluminación: Robert Wilson. Teatro Español de Madrid, del 20 de mayo al 2 de junio de 2004. Con la llegada a la dirección de Mario Gas, el Teatro Español de Madrid ha iniciado una nueva y espectacular etapa. La flamante programación presenta abundantes atractivos teatrales y musicales. I la Galigo es un maravilloso espectáculo de Robert Wilson inspirado en el Sureq Galigo, un poema épico del sur de Sulawesi, Indonesia. Es un espectáculo total que dura casi tres horas sin interrupción. Lo podríamos catalogar como ópera, puesto que el ritmo, la danza y la música tienen un gran protagonismo. En el foso de proscenio aparece una nutrida orquesta, al modo de la ópera italiana, aunque su composición nada tiene que ver con las orquestas occidentales. Wilson ha creado su particular mundo estético inspirándose en las tradiciones de Indonesia. El resultado es de una impactante hermosura y se me antoja que probablemente sea igual de exótico para los indonesios que para los occidentales. Un amplio equipo de artistas ha trabajado en esta creación, perfectamente diseñada y coordinada. La música de Rahayui Supanggah emplea una enorme diversidad de instrumentos con inteligencia y sentido escénico. Por encima de aspectos técnicos, difíciles de juzgar, resulta eficaz y bella, como todos los otros ingredientes puestos en juego. Hay multitud de componentes y ninguno resulta gratuito, sino que cada objeto, cada sonido, cada traje, cada luz, desempeñan un papel perfecto dentro de esta maravillosa maquinaria teatral. La huella inconfundible de Robert Wilson se advierte en cada detalle, en el lento discurrir, en las luces y contraluces, en los espacio vacíos, en la limpieza de las líneas. No pudimos descubrir nada nuevo, pero si ratificar la fuerza de su personalidad y la intensidad de esta creación, capaz de asimilar e integrar con toda naturalidad códigos universales. Ha sido un gran espectáculo de música y teatro.
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