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DEBUT DE GRIMAUD EN DG
Por
Angel Riego
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Deutsche
Grammophon ha querido ser, al menos desde los años 70, el sello por
excelencia de los grandes pianistas, y de ahí que se haya preocupado
especialmente por esta parcela "fichando" a muchos nuevos talentos del
piano apenas se daban a conocer (Argerich, Pollini, Zimerman...) o también
buscando hacerse con nombres consagrados (Horowitz, Serkin, Benedetti-Michelangeli).
Su último fichaje por el momento es la pianista francesa Hélène Grimaud,
quien a pesar de su juventud (nació en 1969) ya tiene una larga carrera
discográfica a sus espaldas, primero en Denon y luego en Warner Music,
donde llegó a grabar el Concierto nº 1 de Brahms acompañada por
el gran Kurt Sanderling, entre otros registros. Grimaud es poseedora de un
sonido peculiar, "perlado", diríamos que impresionista, dándole mucha
importancia al colorido tímbrico (en un instrumento que por definición
carece de color, como es el piano), y con las dosis de pasión justas
aunque en ese aspecto a veces se podría echar en falta una mayor energía.
Para este primer registro en DG, la propia artista ha elegido un programa
centrado en la Fantasía Coral de Beethoven, una obra de carácter
"humanista" cuyo tema principal anticipa el "Himno a la Alegría" del
movimiento coral de la Novena Sinfonía, y cuyo texto nos habla de
la vida en armonía y del paso de las tinieblas a la luz gracias a la magia
de los sonidos. Junto a ella, otra obra de Beethoven, la Sonata nº 17
"La Tempestad", basada según el propio Beethoven en la obra homónima
de Shakespeare, y en cuyo primer movimiento se ha querido ver la idea de
"soportar serenamente una tempestad", así como el segundo sería un himno
de acción de gracias.
El programa se completa con dos obras de autores vivos, lo que puede
parecer un tanto incoherente, pero no lo es tanto si nos damos cuenta de
que ambas tienen que ver, respectivamente, con el mundo beethoveniano o
con la idea de "atravesar las tinieblas para llegar a la luz".
La Fantasía sobre un ostinato, para piano solo, fue escrita en
1985 por uno de los compositores "cultos" actuales de lenguaje más
asequible, el norteamericano John Corigliano (n. 1938), famoso entre otras
cosas por el Oscar recibido por la banda sonora de El violín rojo.
Según su autor, esta obra pretendía llegar a emocionar partiendo de una
estructura minimalista; la pieza, cuanto menos muy agradable de escuchar,
utiliza el tema principal del Allegretto de la Séptima Sinfonía
de Beethoven, y recuerda al autor de Bonn en algún momento más (p. ej.
algún pasaje trae el recuerdo del comienzo de la Sonata "Claro de
Luna").
Credo de Arvo Pärt, para piano, coro y orquesta, escrito en 1968,
puede representar a la perfección las inquietudes religiosas y místicas
del autor estonio (n. 1935), que tantos seguidores le valen en la
actualidad, aunque otros sólo vean mero efecto en él. La obra comienza con
una profesión de fe, el "Credo" dicho por el coro, utilizando el tema del
Preludio en do mayor del Clave bien temperado de Bach (es decir,
el tema del Ave María de Gounod). A continuación, viene el
mensaje de Jesús, "Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por
diente... Pero yo os digo, no resistáis al mal". El daño que nos infligen
nuestros enemigos está representado por disonancias atonales y seriales;
cuando llega la idea de devolver bien por mal, vuelve a aparecer el tema
del Ave María. Quizás podría interpretarse el mensaje de la obra
como que, una vez dejados atrás los horrores y matanzas que ha traído el
siglo XX, volvería una época de fe.
Pasando a la interpretación de las dos obras de Beethoven contenidas en el
disco, nos ha convencido mucho más Grimaud en la Fantasía Coral,
donde sabe expresar bien el carácter "idealista" de la obra, con un
comienzo lleno de energía pero sin perder el sonido "perlado", sin ser
nunca contundente ni percutivo, aunque por desgracia la dirección de
Salonen sí peca algo de rudeza. Correcto el coro de Estocolmo. En
conjunto, parece preferible la anterior grabación DG de esta obra, la de
Kissin-Abbado, al menos por su dirección (en el piano estarían más
igualados). Yendo más atrás, la antigua grabación de Barenboim dirigido
por Klemperer podría ser la referencia, al menos si uno acepta el tempo
grandioso y parsimonioso del director; por otro lado, mejor huir de la más
reciente grabación de este pianista, dirigiéndose a sí mismo.
En la Sonata "La Tempestad", puede predicarse de sus movimientos
extremos lo mismo dicho sobre la Fantasía Coral: delicados,
coloristas y no exentos de fuerza (sobre todo el 1º, aunque muy lejos de
la energía "a lo burro" que despliega aquí Barenboim en su grabación EMI).
Es en el movimiento central donde esta delicadeza "debussysta" suena poco
idiomática, esto no parece Beethoven; por otro lado, a quien haya
escuchado aquí a Kempff difícilmente le convencerán otras versiones, aun
reconociendo el indiscutible mérito de otros como Arrau.
En fin, en el lado anecdótico añadiremos que el CD incluye una entrevista
con la pianista (no en español, por supuesto), donde repasa algunos
episodios de su vida que tal vez puedan sonar algo extravagantes, como el
que viva en una cabaña en compañía de lobos, o su capacidad de
"sinestesia" (ver colores en los sonidos) que desarrolló desde que era
niña. También hay, cómo no, un amplio reportaje fotográfico que nos
permite admirar una vez más a la pianista más bella de la actualidad,
aunque en la foto elegida para la portada (eso sí, con un "modelito" de
Balenciaga) aparezca con una palidez casi "cadavérica"; será por aquello
de darle un "contenido místico".
REFERENCIAS:
HÉLÈNE GRIMAUD: "CREDO" (obras de Corigliano, Beethoven y Pärt)
Coro y Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca
Director: Essa-Pekka Salonen
DG 471 769-2
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