Revista mensual de publicación en Internet
Número 58º - Noviembre 2.004

El caso Bussoti

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Silvano Sylvano. Rappresentazione della vita. Ópera de cámara en un acto, Música y libreto de Silvano Bussoti (estreno mundial en versión escénica). La Pasión selon Sade. Mystére de chambre avec tableaux vivants. Música y libreto de Silvano Bussoti. Intérpretes: Sylvano Bussoti (actor), Leonardo Melani (tenor), Aurio Tomicich (bajo), Luca Paolino (violín y viola), Nerea Meyer (clarinete), Mónica Benvenuti (mezzosoprano), José Luis Sendarrubias (bailarín), Pepito Palomo (niño). Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dirección musical: Arturo Tamayo. Dirección de escena, escenografía y figurines, Sylvano Bussoti. Coproducción del Teatro de la Zarzuela y Música de Hoy. Teatro de la Zarzuela de Madrid, 4 a 6 de noviembre de 2004.

El Teatro de la Zarzuela se ha lanzado a un desafío arriesgado al programar un par de óperas de cámara del prestigioso compositor italiano Silvano Bussoti (1931), autor que reúne la insólita circunstancia de estar aún vivo y coleando, como bien se empeña en demostrar al exhibirse en escena y protagonizar como actor ambos espectáculos. Otro hecho singular es que sea italiano, pues su presencia rompe la acaparadora ubicuidad de nuestros nativos en los escasos espacios que se reservan para la música contemporánea. Bussoti está vivo, pero es un maestro cuyo nombre aparece en los libros de historia como descubridor de vanguardias, cuando el propio concepto de “vanguardismo” aún tenía sentido. Hoy ha perdido mucha de su fuerza, como pudimos comprobar al ver y escuchar La Pasión selon Sade. Mystére de chambre avec tableaux vivants, obra de referencia de hace unos lustros, a la que el paso del tiempo ha estragado mucho más que a su enérgico autor. El mundo ha ido mucho más deprisa de lo que algunos creadores “avanzados” podía haber imaginado o pueden asumir. La pieza tiene invenciones musicales y escénicas valiosas pero, salvada la ocurrencia, su desarrollo resulta pobre. La otra ópera de cámara que formaba programa doble era Silvano Sylvano, estreno mundial en escena de una pretendida autobiografía musical que queda convertida en una manifestación de incontenida egolatría. El propio autor, compositor, libretista, escenógrafo, director de escena y figurinista, protagoniza la obra. Su versatilidad es discutible, pues sus aportaciones creativas delatan un manifiesto autodidacticsmo y una enorme autocomplacencia. El nivel de los espectáculos estuvo por debajo de lo que se suele ver en el Teatro de la Zarzuela. Las funciones no llenaron y el público asistente, formado por miembros del gremio musical, aplaudió al artista, no tanto por lo que vio y escuchó, sino en reconocimiento a una vida dedicada a la música.

 (Fotografía de Jesús Alcántara)