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Llama encerrada en hielo Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum.
Recital de Alfred Brendel. 9 Variaciones sobre un minueto de Duport, K 573, de Wolfgang Amadeus Mozart; Kreisleriana, op. 16 de Robert Schumann; Momento musical núm. 1, 2 y 4, op. 94 de Franz Peter Schubert; Sonata núm. 15, op. 28 de Ludwig van Beethoven. Ciclo de Grandes Intérpretes. Auditorio Nacional de Música, Madrid, 18 de octubre de 2005. Alfred Brendel volvió a triunfar en Madrid, incombustible y siempre refrescante. Es un pianista puro, que siente y transmite la música desde el teclado con el máximo rigor y nobleza. A pesar de su condición de virtuoso e irrenunciable instrumentista, es un músico que hace del piano el medio idóneo para acceder al pensamiento musical. La limpieza de su toque ilumina las obras interpretadas. Seguramente por eso se vuelca especialmente en las músicas de Beethoven, de Mozart o Schubert, gestadas bajo el esplendor del Clasicismo, pero enriquecidas con las sombras de un primer Romanticismo. En esta nueva visita a Madrid, Alfred Brendel ofreció unas pizpiretas Variaciones sobre un minueto de Duport de Mozart; una impresionante Kreisleriana de Schumann, llena de contrastes, ductilidad y vida; tres Momentos musicales, op. 94 (los núms. 1, 2 y 4) de Schubert donde la frase musical quedó cincelada en perfectas líneas; y una Sonata 15, en re mayor, op. 28, Pastoral, de Beethoven, que ordenó el torrente de ideas musicales en una perfecta arquitectura sonora. La emoción fue consecuencia irresistible del pulcro quehacer del pianista, con un control absoluto, nunca comprometido por los pálpitos del corazón. Bajo la fría apariencia late una sorprendente emoción, que siempre consigue cautivar al público. Parece un milagro el esplendor de esta llama encerrada en el hielo esmaltado del piano. (Fotografía de Rafa Martín)
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