Revista mensual de publicación en Internet
Número 72º - Enero 2.006


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
Web del mes
Suscribir
Buscar
 

 

LA HARPE DE MELODIE 

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum. 


En su último trabajo Carles Magraner vuelve su atención a la música del último medioevo y se sumerge en el Ars Subtilior con la época de Benedicto XIII, el Papa Luna, como telón de fondo. Su propuesta nos acerca la música escrita durante uno de los periodos más agitados de la historia de la Iglesia [1].

Musicalmente la época está dominada por el tratado del Ars Nova de Philippe de Vitry [2], escrito hacia 1316, en el que propuso un nuevo sistema de notación musical y posteriormente por el Ars Subtilior (Arte más sutil) que representa una notable evolución musical: es más complejo y armónicamente más avanzado que el Ars Nova y supone un paso más allá en las posibilidades expresivas de texto y música. También favorecería lo curioso o insólito como inscribir las piezas en dibujos con forma de corazón o de arpa. 

No son pocos los compositores que trabajaron siguiendo los presupuestos estéticos de este movimiento de finales del siglo XIV. Sus creaciones quedaron recogidas en varios códices: Chantilly -el más famoso del Ars Subtilior- Apt, Ivrea, Barcelona y Valencia, fuentes para el último trabajo de Carles Magraner y su Capella de Ministrers: programa variado y bien confeccionado en el que hay lugar para piezas sacras y profanas de autores como Jacob de Senleches, autor de la obra que da título al disco, J. S. de Haspre o Johannes de Janua además de varias anónimas. 

El disco incluye asimismo una misa, compuesta por diferentes fragmentos procedentes de diversas antologías, que trata de emular el sonido de una liturgia en aquellos tiempos. Muchas de las piezas se graban por primera vez, entre ellas, destacaremos el Gaude flori virginali que recupera “la primera partitura musical manuscrita de la historia de Valencia” (Magraner). Se trata de una obra anónima, de indudable valor musical aunque aparentemente lejana de la estética del resto del disco, vinculada al Convento de las Clarisas e interpretada aquí por coro femenino con la pretensión de emular las voces de las monjas para quienes fue escrita. 

Como siempre en las grabaciones de Magraner se presta especial atención a los instrumentos. Para esta ocasión fueron construidos un carrillón o juego de campanas afinadas y un clavisimbalum, instrumento que tiene forma de clave pero de menor tamaño. Podemos escucharlo, por ejemplo, en el virelai “Ma douce amour” [3]. 

Y como siempre en las grabaciones de Magraner reconocemos ese sonido perfumado que nos transporta a otros tiempos pero que al mismo tiempo suena tan actual. En nada parecido al sonido del genial David Munrow con quien escuchamos estas músicas por primera vez y que resulta más austero y retraído. Las lecturas de Magraner son imaginativas y llenas de color, muy diferentes también a las versiones de música medieval de un Vellard o un Pérès por citar a dos indiscutibles. Esta vez Magraner no carga demasiado las tintas, ni fuerza atmósferas con el acompañamiento instrumental: sencillez en el ropaje instrumental y preeminencia de voz sobre instrumentos son características de este disco que sientan bien a esta música.

Para esta grabación Magraner ha contado con las voces solistas de Pilar Esteban y José Hernández Pastor, fieles traductores de unas partituras difíciles y bellas al mismo tiempo. Sobre este contratenor ya hemos hablado varias veces y de seguir así seguiremos hablando porque la capacidad de seducción de su voz es extraordinaria. A una voz bien colocada, impecable dicción y una línea de canto sin fisuras aporta una expresividad y una magia tales que es difícil no rendirse. Uno de los mejores momentos del disco es el sentido “Fuions de ci” compuesto a la muerte de Leonor de Castilla en 1382, escúchenlo en la voz de este contratenor y seguro se sentirán transportados a otro mundo. Pero, no es casualidad, podríamos escuchar cualquier pieza cantada por el joven valenciano y tener la misma sensación: mente y corazón al servicio de una música de rara belleza. Por su lado, Pilar Esteban domina el repertorio y aunque no llega a emocionar de la misma manera su voz tiene la entidad y ductilidad suficientes como para convencer. Mencionaremos también la Misa coram Papa por la contribución del Coro de la Generalitat Valenciana y la complicidad de ambos solistas, hábilmente ensamblados. Como botón de muestra escúchese el “Credo”.

En definitiva el Ars Subtilior se nos presenta accesible, cercano y lleno de bellas sonoridades. ¿Nos ayudará a desechar el falso aunque famoso oscurantismo asociado a la Edad Media? Seguramente contribuirá a ello. Excelente toma de sonido e interesantes notas a cargo de la musicóloga Maricarmen Gómez.

--------------------------------

Notas:

[1] Repasemos muy brevemente el marco histórico-religioso sugerido por este disco. Cuando por motivos políticos Clemente V, elegido en 1305, se niega a trasladarse a Roma y elige Avignon como sede papal empieza el llamado “Cautiverio babilónico” (1305-1378) en alusión al exilio de los judíos en Babilonia. Con la vuelta de Gregorio XI a Roma en 1377 se pone fin al “Cautiverio” pero un año después el pontífice muere. En 1378 miembros cardenalicios declaran ilegítima la elección de Urbano VI y eligen papa a un francés, Clemente VII, que reina desde Avignon desencadenando el Cisma de Occidente (1378-1417). Se vive la época de los papas y los antipapas en la que tanto Roma como Avignon rivalizan creando un conflicto religioso que duraría casi cuarenta años. Los reinos de Castilla, Aragón y Navarra y, por supuesto, Francia reconocen a Clemente VII mientras que Inglaterra y Alemania apoyan al Papa romano, Urbano VI. 

Benedicto XIII, nacido en Aragón como Pedro Martínez de Luna, sucedería a Clemente VII en Avignon y subiría al solio papal en 1394. Tras el Concilio de Pisa tanto Benedicto XIII como su rival en Roma serían destituidos. Sin embargo, el problema no se solucionaría tan pronto ya que ambos papas reaccionarían invalidando el concilio. Con el Concilio de Constanza en 1414, que reunió a más dieciocho mil eclesiásticos de toda Europa, se pone fin al cisma con la renuncia o destitución de los diferentes papas (¡tres por entonces!) aunque el español se resiste a claudicar. Despojado del apoyo de la mayoría de los reinos, declarado hereje y excomulgado, el Papa Luna se retira con unos pocos fieles al Castillo de Peñíscola lugar en el que moriría en la firme convicción de que él era el máximo representante legítimo de la Iglesia. 

Como vemos periodo de agitación religiosa y también social pero muy rico para las artes. Si Europa se vio azotada por la Peste Negra y la Guerra de los Cien años, también produjo la poesía de Petrarca, la Divina Comedia de Dante, el Decamerón de Bocaccio, Los Cuentos de Canterbury de Chaucer, El Conde Lucanor de Don Juan Manuel, el Libro del Buen Amor del Arcipestre de Hita, etc.

[2] La figura musical dominante del Ars Nova fue Guillaume de Machaut (m.1377), autor de gran cantidad de canciones y poemas y de la famosa Messe de Nostre Dame. El mayor exponente del Ars Nova en Italia fue Francesco Landini (c.1325-1397), autor de la popular Ecco la primavera.

[3] Los hay con cuerda percutida o pinzada pero sin apagadores lo cual les da un sonido de gran brillantez parecido al salterio. 

 

REFERENCIAS: 
 

LA HARPE DE MELODIE. Música en tiempos de Benedicto XIII, el Papa Luna. Obras de los códices de Chantilly, Apt, Ivrea, Barcelona y Valencia. Pilar Esteban, soprano; José Hernández Pastor, contratenor. Cor de la Generalitat Valenciana. Capella de Ministrers. Carles Magraner, viella y dirección. LICANUS CDM 0512.

Distribuidor en España: DIVERDI
Página web:
www.diverdi.com
E-mail:
diverdi@diverdi.com