Revista mensual de publicación en Internet
Número 72º - Enero 2.006


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Del armario al escenario

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Tenor vivo y al rojo. Guión, idea original e interpretación: Enrique Viana. Pianista: Manuel Burgueras. Vestuario: Viafer. Músicas de Catalani, Donizetti, Wagner, Gounod, Halévy, Martínez Abades, Lehár, Bizet, Puccini, Bellini, Verdi y Rachmaninov. Teatro Real de Madrid. Café de Palacio, 29 y 30 de diciembre de 2005.

El nuevo espectáculo del tenor Enrique Viana tiene, como los anteriores, más de teatro que de concierto: cuenta con más monólogos que arias. El artista domina con perfección ambos géneros. Llenó y triunfó en el Café de Palacio del Teatro Real, que se utiliza de vez en cuando para algunas propuestas alternativas como es ésta. La aproximación humorística a la ópera no es nueva (recordemos El teatro a la moda), pero si es rara. La risa sirve para romper con los convencionalismos, muchas veces ridículos, que rodean al género y sirve para hacerlo más próximo al público general. Viana es un buen tenor de ópera, que conoce el medio desde dentro, que sabe donde residen las virtudes y las debilidades, y que sabe ironizar con elegancia. Crea un personaje canoro, absurdo, pedante y ególatra, que termina por cautivar al público, porque también se ríe de si mismo y luce, entre bromas y veras, su estupenda voz. Me recuerda, inevitablemente, a Pavlosky, que actuó recientemente en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en el mismo escenario en el que hace pocos años pudimos disfrutar de la anterior actuación del tenor. Enrique Viana tiene un verbo agudo y fluido, un gran sentido del teatro y una voz singular. Al hablar, su voz resulta algo chillona y desagradable, pero al cantar muestra más nobleza y brillantez. Tiene recursos propios para resolver la difícil transición de la declamación al canto. Las arias interpretadas están escogidas con cuidado y conveniencia vocal. Manuel Burgueras acompaña estupendamente desde el piano y da alguna réplica puntual al tenor. El público aplaude, regocijado, arias y gracias, y hasta canta siguiendo las directrices del tenor. La función tiene aire cabaretero y está impregnada de una exuberante estética gay, de pluma, tacón y lentejuela, que se acerca al mal gusto sin llegar a caer en él. La conexión entre la ópera y el movimiento gay siempre ha existido. Adolfo Planet ha publicado un estudio al respecto cuyo título podemos aplicar perfectamente al espectáculo cómico-lírico de Enrique Viana: Del armario al escenario.

 

Próximos espectáculos del Teatro Real

 

11 a 26 de enero de 2006                                                  Sueño de una noche de verano de Britten

21 a 25 de enero de 2006                                                  El pequeño deshollinador de Britten

12 a 28 de febrero de 2006                                                L’Elisir d’Amore de Donizetti

17 de marzo a 6 de abril de 2006                                       La Bohème de Puccini

19 a 25 de abril de 2006                                                     English Nacional Ballet

22 de abril de 2006                                                            Al compás de Bernstein

8 a 23 de mayo de 2006                                                    El rapto del serrallo de Mozart

18 a 22 de mayo de 2006                                                   Dulcinea de Sotelo

8 a 30 de junio de 2006                                                      Diálogo de carmelitas de Poulenc

26 de junio a 19 de julio de 2006                                        Luisa Fernanda de Moreno Torroba

7 y 9 de julio de 2006                                                         La conquista de Granada de Arrieta

 

www.teatro-real.com